Las Tunas: otra vez tu limpieza

Texto y fotos PASTOR BATISTA VALDÉS

Me ha ocurrido decenas de veces y pienso que me seguirá sucediendo mientras en ese entrañable lugar haya manos humildes aptas para mantener limpias mejillas que pueden ser de asfalto, de tierra, piedra o barro… no importa.

Llego a él y, por muy agotado que esté, siento una especie de oxigenación que me penetra por la pupila para ir directamente a venas y pulmones.

No es recurso de lenguaje ni imaginación forzada. Las Tunas, con apenas una pequeñísima parte de sus arterias urbanas cubiertas de asfalto, sigue siendo una ciudad incuestionablemente limpia. Párese a cualquier hora del día en la céntrica avenida Vicente García, siéntese en el Parque homónimo, en el erigido a Antonio Maceo o camine por zonas más apartadas.

Ignora el visitante –y no me cansaré de decirlo- algo que cientos de veces vi cuando por alguna razón tenía que salir temprano en la madrugada: me refiero a la presencia de hombres y mujeres arropados con extrema humildad, barriendo escobillón en mano, calles y plazas, mientras otros se apresuraban a recoger, antes de que amaneciera, muchas veces en artefactos de tracción animal, los desechos sólidos acumulados.

Otra vez tu limpieza.
Obreros así, impiden que la suciedad imponga su mal gusto.

Tampoco me cansaré de admirar cómo, por lo general, los ciudadanos no botan la basura hogareña entre las 6:00 de la mañana y las 6:00 de la tarde, sino después, de noche ya.

Definitivamente, hay algo hay dentro de las personas. No puede ser solo el temor a una multa por lanzar donde quiera un papel o por situar el bolso de nailon lleno de basura en la base del mismo poste que lleva medio siglo o más co-asegurando el servicio telefónico o de electricidad…

Algo, mucho más intrínseco, tiene que haber dentro de niños, adolescentes, jóvenes y adultos, incluyendo a individuos de no muy recta compostura social, para que, en sentido general, la gente ayude a que esté limpio el mismo pueblo que los mambises de Vicente quemaron en 1876 al preferir entregárselo al enemigo en cenizas antes que esclavo.

A fuerza de costumbre, de diaria rutina, inmerso en esa madeja de preocupaciones que hoy suele enredarnos en todas partes, quizás el tunero no se percate de detalles, al parecer insignificantes o intrascendentes, como los referidos en párrafos anteriores o no valore proyectos para embellecer aún más la ciudad, como el que impulsan artistas del territorio en el reparto México.

A quienes podemos constatar conductas y realidades no precisamente iguales en otros entornos geográficos, nos sobreviene de manera inevitable la admiración acerca de un fenómeno que debiera ser lo habitual, la norma en todas partes… solo que hoy no lo es.

Otra vez tu limpieza.
Las Tunas sigue transpirando también saludable calma.

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4 comentarios

  1. Las calles, plazas, parques se mantienen limpios por un sentido de pertenencia de sus pobladores. La educación, la cultura de sus habitantes está demostrada en el cuidado de su terruño. El trabajo que realizan los compañeros de comunales es magnífico. La inclinación que debe tener estos lugares públicos para que corra el agua hacia el alcantarillado, los desagües de la ciudad.

  2. Gracias otra vez Pastor Batista. No me aburro de buscarlo para al leer, disfrutar cada letra, cada palabra. Dice y escribe como pocos, porque lo hace casi como una poesía. Las palabras siempre justas, no importa el tema. Bella Las Tunas. Confirmo y afirmo su apreciación. No la he visitado mucho pero encanta al llegar. Y a usted, lo admiro.
    No deje de escribir.
    Mara

  3. Eso que hace de Las Tunas una ciudad limpia, se llama civismo, identidad y pertenencia del ser con su entorno.

    Nada de deber, obligación, o temor a la sanción por no observar y cumplir con las normas legales a que diere lugar el comportamiento asocial del individuo en y con su entorno y hábitat. Cuba limpia y digna, ejemplo para el mundo sucio, arrogante, mal oliente y excluyente del capitalismo salvaje, inhumano.
    En mi próxima visita a Cuba iré a las Tunas para felicitar a sus ciudadanos y disfrutar su entorno y hábitat.. Saludos,

    CRISTO GARCÍA TAPIA
    Poeta y columnista
    Sincelejo, Sucre, Colombia.

  4. Gracias a esos tres admirables lectores. Lo hago más en nombre de quienes residen en Las Tunas y la cuidan, o de la revista Bohemia, que en el mío propio. Yo solo soy un obrero del periodismo cubano, que me dedico a reflejar lo que veo y a expresar lo que, en consecuencia, siento y considero.
    No dejen de visitar nuestro sitio. Y ustedes, Oscar, Mara y Cristo García, no desasprovechen la oportunidad de ir a Las Tunas, ver la Fuente de Las Antillas (obra de la escultora Rita Longa), otras piezas diseminadas por la ciudad, la Galería taller, el Memorial erigido a las víctimas del sabotaje terrorista contra el avión de Cubana en Barbados…
    Un abrazo, con el sentimiento cubano y esa casi poesía que dices ver en lo escrito, amiga Mara.

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