El Che, a través de sus documentos personales
Foto. / Cortesía del Centro de Estudio Che Guevara.
El Che, a través de sus documentos personales
Foto. / Cortesía del Centro de Estudio Che Guevara.

El Che, a través de sus documentos personales

Entre las tres colecciones documentales cubanas que han sido incluidas en el Registro de la Memoria del Mundo de la UNESCO, se encuentran los archivos personales de Ernesto Che Guevara. Estos se conservan y atesoran en el Centro de Estudios que lleva su nombre en La Habana.


Sentadas en la sala de la casa de Nuevo Vedado, donde el Che había dejado tantos recuerdos, su esposa, Aleida March, y la investigadora María del Carmen Ariet García comenzaron a revisar, clasificar y ordenar sus archivos, alrededor del año 1983.

“Ni Aleida ni yo imaginábamos la relevancia de aquellos documentos. El Che le había asegurado a ella que los papeles que había mandado a buscar de México no tenían ninguna importancia. ‘Bótalos’, le dijo, pero ella no lo hizo. Gracias a eso, pudimos comenzar a ordenar científicamente su obra. Durante todo ese proceso, encontramos documentación sobre el Ernesto joven sobre los cuales, creo, ni la propia Aleida tenía idea”, recuerda Ariet García, quien hoy se desempeña como coordinadora académica del Centro de Estudios Che Guevara.

El proceso no fue sencillo, pues además de que María del Carmen no entendía con facilidad la letra del Che, el volumen documental era muy amplio. Incluía diarios, cartas, notas, postales, intervenciones públicas, fotografías, poemas, relatos…

La investigadora asegura que tuvieron “la intuición de transcribir todo y escanearlo. Cuando comenzó la convocatoria por la Unesco del Programa de la Memoria del Mundo, teníamos una visión general de la importancia de sus documentos”.

El Che, a través de sus documentos personales
La investigadora María del Carmen Ariet García se encargó de clasificar, ordenar y conservar el archivo personal del Che, junto a Aleida March.

Luego de un largo camino que había llevado a la colección documental Vida y Obra de Ernesto Che Guevara. 1928-1967 aser incluida en el registro nacional y regional latinoamericano, el Comité Asesor Internacional hizo oficial su decisión de incluirla en el Registro Mundial de la Memoria del Mundo, el 18 de junio de 2013.

“Cuando se hizo pública la noticia, los únicos que protestaron fueron nuestros enemigos del Norte, encabezados por Ileana Ros-Lehtinen, quien era la presidenta de la comisión de relaciones exteriores del Congreso de los Estados Unidos. No obstante, la respuesta del Comité de expertos de la Unesco fue absoluta: argumentaron que no se trataba de estar de acuerdo con una figura histórica sino del valor de la documentación”, explica María del Carmen.

La riqueza de la colección

“El Che dejó muchas maneras de llegar a él”, asegura la investigadora Disamis Arcia Muñoz. Lo dice con completo conocimiento de causa, porque ella ha tenido la posibilidad de adentrarse tanto en su obra como en su vida a través de esas pistas que ahora comparte con BOHEMIA.

La colección Vida y Obra de Ernesto Che Guevara. 1928-1967, que comprende más dos mil documentos, entre manuscritos, textos históricos, fotografías, libros en su biblioteca personal, filmes, cartografías y objetos museables…, reúne esa variedad de caminos a través de los cuales llegar al joven, al guerrillero, al líder revolucionario, al padre, al hombre enamorado.

Cuenta Disamis que, desde muy joven, el Che siempre llevó una mochila donde guardaba las cartas que cruzaba con familiares y amigos, sus apuntes de estudios y lecturas, relatos, diarios, artículos y otros escritos. Esos eran archivos ambulantes o nómadas. También usó pequeñas libreticas donde escribió Diario de un combatiente, que guardaba cuidadosamente protegidas por fundas de nylon, previendo las dificultades de la lucha guerrillera.

El Che, a través de sus documentos personales
Disamis Arcia Muñoz asegura que el trabajo del Centro de Estudios Che Guevara no se ha limitado a conservar la obra del Guerrillero Heroico, sino también a socializarla a través de libros y obras audiovisuales.

A ellos se le sumaron luego documentos históricos vinculados con la lucha insurreccional contra la tiranía de Fulgencio Batista, los años fundacionales de la Revolución, además de su proyección mundial como líder y voz de los más humildes.

En el Centro de Estudios también se conserva la biblioteca que tenía en su despacho personal, en su propia casa. Sus libros se encuentran en el orden en el que él los dejó. Las temáticas de esos textos abarcan la filosofía, sociología, física, cálculo, historia, principios de contabilidad… De hecho, pueden verse hasta las sencillas líneas que hizo en algunas de sus páginas, como marcas de lectura, además de los papelitos que dejaba entre las hojas, porque al Che no le gustaba escribir demasiado dentro de los libros. Tenía agendas de estudio, donde anotaba extensos fragmentos de lo que iba leyendo, junto a sus reflexiones.

La colección se caracteriza por la variedad de soportes y formatos, así como por la tipología diversa de los documentos.  

El Che, a través de sus documentos personales
La colección Vida y Obra de Ernesto Che Guevara permite conocer también al ser humano que fue. Foto tomada junto a su esposa Aleida en noviembre de 1959. / Cortesía del Centro de Estudio Che Guevara.

“Uno de los materiales más interesantes que se conservan en el Centro es la colección de fotografías tomadas por el propio Che Guevara en distintos momentos de su vida —asegura Disamis—. En ella se percibe ese camino de crecimiento en lo personal y en lo artístico. Cuando se revisan las fotografías, uno se da cuenta de cómo va pasando de ser un aficionado hasta que se convierte en un artista del lente.

“Se nota cómo pasa de captar una imagen o un personaje, a contar historias, recrear los paisajes con otros códigos, otra composición. También permite observar los espacios geográficos en los que se movió, los intereses culturales, la sensibilidad política que se va construyendo y la transformación de su mirada hacia el mundo”.

Un paisaje en el leprosorio de San Pablo, en la Amazonia peruana; las ruinas de Palenque, en México; imágenes de los juegos Panamericanos de 1955, a donde asistió como fotorreportero; sus viajes como representante de Cuba en la India, Japón, Egipto… pueden verse a través de sus fotografías.

En la vida familiar

El Che, a través de sus documentos personales
Su hija Aleida Guevara March advierte que uno de los retos actuales del Centro de Estudios es que los niños y jóvenes sientan al Che cada día más cerca.

Además de las cartas personales, los manuscritos, las fotografías y los documentos históricos, el Centro Che Guevara atesora algunas grabaciones, como las que le dejara a su esposa Aleida March en una cinta magnetofónica antes de partir hacia el Congo. Era una selección de poemas que le gustaban y que grabó él mismo. 

“Mi papá tenía una voz muy bonita, un poco gutural, porque es más del sur, y nosotros no estamos tan acostumbrados a ella. Además, la usaba muy bien en los poemas que le recitó a mi mamá —dice Aleida Guevara March, una de sus hijas—. Tuve el honor de tenerlos todos, porque cuando me fui a Nicaragua a mi primera misión internacionalista, ella estaba tan orgullosa que me regaló un casete con los versos que él le había dejado. Fue hermosísimo, porque se los estaba diciendo a ella, a la mujer que amaba. Eso tiene un valor extraordinario para un hijo. Me daba cuenta de que mis padres se amaron, y que yo era el fruto de ese amor tan profundo”.

Aleida Guevara recuerda que, desde dondequiera que él estaba, les mandaba a los hijos pequeñas postales y algunas carticas; pero también hay una grabación sui géneris. En ella se escucha al Che cantándole una canción a la pequeña Aleida sobre una vaca que necesitaba hacer sus necesidades fisiológicas, pero no lo conseguía…

“Yo no puedo cantar esa canción de ninguna manera —dice Aleida entre carcajadas, recordando la grabación—. Mi papá era lo más desafinado del mundo. ¿Puedes imaginar que un papá te cante una canción sobre eso? En la grabación se siente que él hace: ¡Ay! ¡Ay!, a cada rato. Era porque mi mamá estaba a su lado pellizcándolo para que no cantara aquellas barbaridades. Eso es simpatiquísimo. Yo creo que es único”.


CRÉDITOS:

Texto y fotos: Liudmila Peña Herrera

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2 comentarios

  1. Tube el placer de conoser a Adeida Guevara en el encuentro del Foro de San Pablo realizado en Nicaragua 2017 yo representande a las bases de Frente Amplio Uruguay .
    Abrazos

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