/Cortesía de la entrevistada.
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“Soy guajira de corazón, eso no me lo quita nadie”

Aunque ha vivido la mitad de su vida en La Habana, la holguinera Edda Diz Garcés siente orgullo de sus raíces y confiesa a BOHEMIA: “Soy guajira de corazón, eso no me lo quita nadie. Me encanta subir la Loma de la Cruz y mirar desde allí mi ciudad, admirarla, quererla; y luego añorarla hasta la próxima visita”.

Durante una cobertura periodística en Vietnam. /Cortesía de la entrevistada.

Los ojos le brillan cuando recuerda su niñez y juventud, rodeada de sus padres y amigos. En Holguín se enamoró, nacieron sus dos hijos y descubrió la verdadera vocación. Según cuenta, mostraba inclinación por las ciencias biológicas y la medicina, “pero se presentó la oportunidad de estar en el primer curso de Periodismo para trabajadores, y así empezó el idilio con esta profesión”.

En el periódico provincial Ahora dio los primeros pasos. “Aprendí cosas que me han servido para toda la vida y, sobre todo, a amar el periodismo, lo cual agradezco, en primer lugar, a quien era el alma de aquel colectivo: Elías Pavón (Cuqui), maestro de generaciones de reporteros en ese territorio”.

7mo congrso de la UPEC Fidel Castro, Edda Diss Garcés, Yoel Garcia, Julio Garcia Luis

Mucho tiempo ha transcurrido. Doctora en Ciencias de la Comunicación y actual directora de la Agencia Cubana de Noticias (ACN), Edda ha dejado su huella creativa en diversos medios del país, en algunos como reportera y en otros como directiva. Con justa razón, le fue conferido recientemente el Premio Ramal de la Prensa Escrita por la obra de la vida Jorge Enrique Mendoza, en su edición del 2022.

¿Periodista o directiva… qué prefiere?

— ¿Acaso una directiva deja de ser periodista? Ese es un error que hace mucho daño, pues no siempre se reconoce la labor de quienes dirigen un medio como un proceso creativo, incluso, con más alcance, porque debe de conducir a muchos otros colegas, intercambiar ideas, editar textos, planificar estrategias de comunicación e innovación, además de ocuparse adicionalmente de mil y una otras cosas como reuniones, informes, discusiones, análisis críticos. Por otro lado, los directivos también estamos en las plataformas de redes sociales, donde hay un ejercicio permanente de opinión. Tienes que debatir, argumentar, y para eso hay que prepararse, estar bien informado. Es una nueva modalidad del Periodismo que hay que ejercer con mucha responsabilidad y profesionalidad.

— ¿Qué características piensa que deba tener un directivo de un medio de comunicación?

— No hay recetas. Cada cual tiene su método, su estilo. Para mí lo fundamental es poseer las competencias profesionales adecuadas: que sea innovador, creativo y mantenga permanente comunicación con su colectivo; que promueva el trabajo en equipo, que exija a los demás y sea ejemplo en todos los sentidos, con modestia y sencillez.

Momento en que recibió el título de Doctora en Ciencias de la Comunicación. /Cortesía de la entrevistada

Quien dirige tiene que adoptar decisiones, a veces muy difíciles, duras, sin dejar de ser sensible ante los problemas de los otros. En fin, debe ser, además de un buen profesional, una buena persona; lo cual no significa permitir lo mal hecho o dejar de tomar una medida, aunque sea severa, siempre que sea justa. Esa es la parte más ingrata, pero tiene muchas recompensas cuando ve que hay resultados, que hay unidad y sentido de pertenencia al medio. No sé si lo he logrado, pero te aseguro que he puesto todo mi empeño.

No hay nada más cercano al médico, al maestro, que el periodista, así dijo el desaparecido colega Antonio Moltó ¿Qué opina al respecto?

—Cada profesión tiene su encargo social, su código deontológico, su trascendencia. En los casos citados, el argumento es que “lo que tú haces no lo haces para ti. Tú cuentas las historias de otros y sientes pasión o dolor por eso”. Y es muy cierto. Creo también que en las tres profesiones hay otro elemento en común: son comunicadores por excelencia, cada uno con sus públicos, sean los pacientes, los alumnos, los ciudadanos.

—“La llegada de las tecnologías de la información y la comunicación y su buque insignia, Internet, han hecho repensar muchas reglas, particularmente en el ambiente de la comunicación pública”, expone en su tesis doctoral. ¿A qué se refiere? ¿En qué momento nos encontramos en Cuba?

—Bueno, tendría que hacer otra tesis ahora, porque eso lo escribí hace más de una década y el desarrollo de esas tecnologías ha sido galopante. Ya no concebimos la vida sin Internet, los celulares, las plataformas sociales; aparecen nuevos soportes, cada vez más sofisticados, nuevas herramientas y usos. Ya se habla de un mundo virtual, el Metaverso; y todo eso impacta directamente en la comunicación social en general. No solo se ha producido un cambio de sus paradigmas (intercambio de roles emisor-receptor), sino también un cambio cultural y de sus usos (para bien y para mal).

“Cuba no está ajena a esas transformaciones, se trabaja intensamente en la informatización de la sociedad al tiempo que desarrolla capacidades de ciberseguridad que le permiten proteger su soberanía en el ciberespacio. Las acciones subversivas a través de Internet financiadas por el gobierno de los Estados Unidos contra nuestro país constituyen una ciber-amenaza, alientan el uso de las redes sociales para promover discursos de odio, incitación a la violencia y subversión político ideológica; en tanto, el presidente Miguel Díaz-Canel ha reiterado la necesidad de potenciar la comunicación social –uno de los pilares de la gestión del Gobierno y el Partido–, desde la verdad, la investigación, la responsabilidad, la objetividad; y también desde los sentimientos y las convicciones”.

— ¿Cómo lograr el periodismo objetivo y crítico que exige el público cubano?

—Este es un tema recurrente sobre el cual se discute en cuanta reunión convoca la Unión de Periodistas, en cuanto debate se promueve entre colegas, y está muy bien definido en documentos rectores de la organización profesional y del Partido.

“A veces duele criticar algo porque hay quienes están al acecho de cuanto publicamos para desprestigiar a la Revolución, y sacar lascas de nuestras dificultades objetivas, que generan descontento, pero tenemos que ser los primeros en decir lo que está mal y proponer soluciones, estar al tanto de los temas de la agenda pública y tratarlos con sensibilidad y argumentos.

En 2017 recibió la Réplica del Machete Mambí del Generalísimo Máximo Gómez. /Cortesía de la entrevistada.

“Eso no resulta fácil, pues no siempre tenemos ‘el oído pegado a la tierra’ ni las fuentes responden a todas nuestras solicitudes con la prontitud y los datos necesarios para explicar, esclarecer dudas, convencer, dar una respuesta que satisfaga las inquietudes de la población o un segmento de esta. Pero siento que vamos por buen camino, a pesar de los escollos que entre todos debemos resolver. En esto, como en otras tareas del país, tenemos que pasar del llamado a la transformación, definitivamente”.

—Hay una migración de las audiencias hacia Internet y las redes sociales. ¿Qué hacer para que los medios tradicionales sigan conquistando espacios?

—Ahí hay otro cambio de paradigma de la comunicación: antes, las noticias aguardaban por los medios tradicionales. Hoy, en Internet y las redes sociales prevalece la inmediatez, el adelanto del hecho noticioso, y ahí no tienen competencia. Toca a los medios tradicionales el análisis, el enriquecimiento de esa información, darle valor agregado. Eso siempre tendrá su público, el que quiere leer reposadamente sobre un acontecimiento, conocer los detalles, releer más tarde o días después; o ver en la televisión un amplio reportaje, con opiniones sobre lo que pasó; incluso la gente se siente más confiada cuando lo ve en un medio tradicional, es como una confirmación de lo que realmente sucedió.

— ¿Puede por sí sola una política de comunicación transformar el sistema de medios públicos? ¿O qué se requiere?

—La política de comunicación es una vieja demanda del sector periodístico, sin embargo por sí sola no transforma. Se necesita un firme y sostenido acompañamiento de todas las partes. Voluntad política para hacerla valer, para que se cumpla. Y voluntad profesional, individual y colectiva en cada medio, para asumir esa transformación, llevarla adelante con creatividad y disposición.

Celebrando en familia. /Cortesía de la entrevistada.

“Ahora mismo, en tal sentido, hay un buen ambiente, apoyo, comprensión por parte de los decisores, que impulsan esa política, en la dirección del Partido, del Gobierno y de la UPEC. Uno de los encargos que nos dejó el X Congreso de la organización fue fundar un nuevo modelo de prensa pública para el socialismo cubano. Ese es un reto que pasa por la transformación en cada medio de sus modelos de gestión editorial y económica. En los próximos meses se hablará bastante de esto, sin estridencias, poquito a poco.

“Ya en la Agencia Cubana de Noticias estamos entrando en ese proceso, tenemos varios proyectos en elaboración y en otros hacemos algunos pinitos. Estamos muy entusiasmados y comprometidos con esa transformación, que no depende solo de buenos deseos, por supuesto, pero se hace camino al andar”.

— ¿Qué representa la familia?

—Es lo más importante para mí, y eso me inspira y da fuerzas para todo lo demás. Ahí están mis raíces y mis ramas. Da satisfacciones y también dolores de cabeza, pero no concibo la vida sin ese “núcleo duro” emocional. Defiendo mucho la unidad familiar. Les dedico todo el tiempo que puedo, corro cuando me necesitan, les digo a menudo que los quiero, porque no basta con sentirlo, hay que compartirlo, y ellos a su vez son mi apoyo en las buenas y en las malas. Somos como los Mosqueteros, todos para uno y uno para todos.

Y los girasoles… ¿desde cuándo esa devoción?

—Hay algo místico en esa flor que me fascina. No sé desde cuándo o cuál fue la motivación… Fíjate, sin que alguna vez comentara algo al respecto, mi nieto mayor, Leandro, cuando tenía cinco años dibujó un girasol y me lo dedicó “con mucho cariño”, fue algo espontáneo, sin ninguna ayuda. Tenía pétalos azules, fruto de su imaginación, y a partir de ahí se convirtió en una tradición, cada uno de mis otros tres nietos al cumplir esa edad ha dibujado a su manera un girasol para mí. El quinto nieto es Marco, que en abril cumplirá un año, de manera que hasta dentro de cuatro no tendré un nuevo girasol en mi galería”.

Le apasiona pasar tiempo con los nietos. /Cortesía de la entrevistada

[quote]Edda Diz Garcés fue reportera en el periódico Trabajadores (1990-2000), Subdirectora de Información en ese medio (2000-2012), Directora Provincial de Radio en Holguín (1987-1989), corresponsal jefa-reportera de la Agencia de Información Nacional en Holguín (1977-1987) y reportera del periódico ¡Ahora! (1974-1977).[/quote]

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