Alicia Alonso sobre y fuera del escenario

En estas páginas los lectores podrán volver a contemplarla, o descubrirla, encarnando personajes que la convirtieron en una de las figuras cimeras de la danza mundial.
En estas páginas los lectores podrán volver a contemplarla, o descubrirla, encarnando personajes que la convirtieron en una de las figuras cimeras de la danza mundial. (Foto: Leyva Benítez)

Como diría Marcel Proust, “el verdadero descubrimiento consiste no en descubrir nuevas tierras, sino en ver con nuevos ojos”. Este concepto emana de la lectura del libro Alicia y las maravillas del ballet, revisitaciones desde la artisticidad.

Al respecto, considera la pintora Lesbia Vent Dumois (quien presentó el volumen en la sala Martínez Villena de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba): “Ya en otra ocasión expresé que la fotografía afirma las relaciones, pues según diferentes autores, representa lo ausente, ofrece la imagen de lo que fue, es un instrumento de acción, comunicación y hasta de conceptualización, es memoria, es historia, es presente convertido instantáneamente en pasado, pero también es imagen para el futuro. Todo ello ratifica y nos convoca a celebrar y disfrutar el libro de los autores Jorge Valiente y Sahily Tabares, publicado por la editorial Arte Cubano, del Consejo Nacional de las Artes Plásticas.

“Jorge Valiente reconocido fotógrafo que por más de cinco décadas nos ha dejado imágenes de diferente carácter en publicaciones nacionales e internacionales, y recibido premios en distintos certámenes, nos convoca en esta ocasión a compartir su pasión por el ballet, pero sobre todo, por su primerísima figura Alicia Alonso desde que fotografió en 1964 la histórica presentación del ballet para soldados cubanos en una zona próxima a la Base Naval norteamericana de Guantánamo, a lo que hace referencia en el prólogo de la publicación el crítico Rafael Acosta de Arriba.

“Es a Sahily Tabares, compañera de vida del fotógrafo y con larga trayectoria en el periodismo cultural, a quien le corresponde hacer que las imágenes establezcan el necesario diálogo con el lector, al apoyar significativos momentos del Ballet Nacional de Cuba mediante textos que descubren momentos cotidianos o muy especiales con singular poesía que le otorgan a la imagen una vida propia y donde retratar significa participar en la vida del retratado.

“Con este libro me atrevo a pensar que los autores se propusieron una nueva incursión en el género del ensayo fotográfico, pues se trata de estructurar en imágenes una reflexión-diálogo sobre la condición de la fotografía en la relación fotógrafo-realidad sin dejar de aportar la cuota de ficción que inevitablemente también se entrega.

“En fin, digamos con Roland Barthes que la fotografía es solo un certificado de presencia. Ejemplo de ello es Giselle, a quien Valiente ha dedicado sus primeras imágenes, pues él, afirma Sahily, es consciente de que la fotografía no solo es espacio, es también tiempo, al tratar la brevedad del gesto en un instante. Recordemos la importancia del ‘instante decisivo’ ya expresado por Henri Cartier-Bresson como el momento de tomar en una única imagen lo esencial que surge, el poder de síntesis, el registrar en imágenes el pensamiento, la interioridad del personaje expresado por la creación de la artista.

“En los capítulos dedicados a Fernando Alonso y al coreógrafo y bailarín Alberto Méndez, el fotógrafo supo ocupar ‘el lugar del otro’ al dejar plasmado el aporte a lo lúdico inherente a la creación, el ensayo, el compromiso, el diálogo entre el coreógrafo y el intérprete.

“También se revela el fotorreportero y su experiencia en la prensa diaria, al dejar constancia de los encuentros con personalidades nacionales y del exterior, en condecoraciones, junto a visitantes, bailarines, y manifiesta ese vínculo que naturalmente establece con Fidel; allí demuestra el encuadre y la composición de la imagen, el contraste que utiliza para lo teatral expuesto en gestos, fuerza, ritmo, excitación y tensiones, también aspectos válidos en las imágenes de sus más significativos ballets, desde los matices de Giselle hasta la fuerza de Carmen.

“El retrato, ese sinónimo de fotografía, siempre bajo la luz natural, destaca lo cotidiano.

“Este conjunto de obras y textos que trata de resumir la forma en que vive la creación el personaje-bailarina, así como su poder de seducción, es un desafío para los autores al testimoniarlo y convertirlo sin fronteras en memoria colectiva”.

Sahily Tabares ha obtenido importantes galardones por su labor como periodista y autora de libros sobre el ámbito cultural.
Sahily Tabares ha obtenido importantes galardones por su labor como periodista y autora de libros sobre el ámbito cultural. (Foto: Leyva Benítez)

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Evocaciones entrañables

En su prólogo a Alicia y las maravillas del ballet… sostiene el ensayista Rafael Acosta de Arriba: “El libro es una joya y en él lidera uno de los fotógrafos más importantes del siglo XX.

“La frontera entre la práctica normal del ballet y su perfección, Alicia halla en las fotografías de Valiente una precisa y artística recreación icónica. La imagen desbordante de Alicia, su carisma, lo efímero de cada actuación, se articulan en el libro y reciben el registro de eternidad que garantiza la imagen fotográfica.

“Aparecen en el volumen, con toda justicia, personajes insoslayables en la vida de la bailarina, como Fernando Alonso, Azari Plisetski y Alberto Alonso, entre otros, los que merecen acertadas menciones y comentarios por parte de Sahily Tabares. Las evocaciones a que hace referencia la autora son realmente entrañables para Alicia en su larga y fecunda existencia, son imágenes muy importantes a la hora de valorar el conjunto de su vida. Tabares apunta interesantes datos sobre fotografía cubana en sus textos y todo lo refleja asociado a su gran conocimiento de la obra de Valiente y a sus intensos estudios de Ciencias Sociales”.

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