Todavía se recuerda que los Leones de Caracas vapulearon a Agricultores con exagerado marcador de 20-3 en la Serie del Caribe de Venezuela

Aún se comenta en las calles sobre la paliza que Venezuela le propinó a Cuba en la Serie del Caribe. Varios record se rompieron esa noche de sábado, de la cual los seguidores del beisbol en la Isla nos quisiéramos olvidar, pero sigue en nuestras mentes.

Si bien no batear en los desafíos previos merecía un nuevo análisis profundo, después de lo acontecido ante los Leones de Caracas, cuando su ofensiva conectó 25 imparables y fabricó 20 carreras ante los lanzadores cubanos, el mal de los maderos fríos parece insignificante.

La primera pregunta que me surgió a medianoche, comenzado ya el domingo, con el cansancio de un juego que se extendió por casi cuatro horas, es si este es el reflejo real del nivel de nuestra pelota.

De inmediato recuerdo que en este mismo espacio abogamos por más brazos para fortalecer el área de los lanzadores.

Todos los equipos implicados en este certamen cuentan con más de 10 jugadores de refuerzo, muchos de ellos pitcheres. Cuba solo incorporó a tres: Alexander Valiente, Andy Vargas y Jonathan Carbó. Más otros dos jugadores de posición: Raico Santos y Dennis Laza.

Bueno, no olvidamos que hay quienes con sólidos argumentos piensan de otra forma en este tema de reforzar o no de una forma más amplia.

Fueron cinco los serpentineros de la Isla implicados en tal repaso de golpes, que -dicho sea de paso- no acabó en nocaut gracias a que se está empleando la misma regla de las Grandes Ligas.

El abridor Yoel Mogena, uno de los mejores relevistas largos de la recién concluida I Liga Élite, en esta oportunidad no pudo sacar más que el primer out y le anotaron las primeras cinco carreras a su cuenta.

Los cerradores Carlos Santana y Alberto Pablo Civil no pararon de aguantar batazos.

Alexander Valiente y Yunior Castillo tampoco contuvieron a la novena de los Leones.

En el mismo primer inning desfilaron los nueve en la tanda.

Por si fuera poco, la marca de 25 imparables constituye nuevo record para la lid regional, que tenía la cifra de 23 como la suprema, conseguida en el lejano 1977 por el cuadro dominicano de los Tigres de Licey.

Además, la diferencia registrada de 17 anotaciones con respecto al rival es marca histórica del torneo y, en el caso puntual de Cuba, la pizarra de 12-1 había sido la máxima en contra, en aquella ocasión ante Puerto Rico en 2016, la que fue hecha trizas esa noche sabatina.

Y deben haber sido muchos los aficionados que deseaban el juego acabara cuanto antes.

Es de pensar que psicológicamente no puede ir bien el equipo Cuba en lo que resta. ¿O sí..?