Del 25 al 28 de marzo sesionó en La Habana el XII Congreso Internacional Didáctica de las Ciencias y el XVII Taller Internacional sobre la Enseñanza de la Física. Experiencias de un centenar de docentes de Cuba y otros países del mundo se escucharon en la cita.
Con la premisa de que la enseñanza de la ciencia tiene el deber ineludible de preparar al hombre para la vida concluyó en el Palacio de Convenciones de La Habana el Decimosegundo Congreso Internacional Didácticas de las Ciencias (Didadcien 2024) y el Decimoséptimo Taller Internacional sobre la Enseñanza de la Física, el pasado 28 de marzo.
Es importante repasar algunos de los principales temas que se analizaron en el foro, que contó con la participación de más de 180 delegados de 10 países invitados a la referida cita.
La pertinencia de la enseñanza de la física en las escuelas y el desarrollo de la actividad experimental en las clases de esa asignatura, así como la incorporación de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en los métodos educativos, incluyendo aspectos novedosos como la robótica educacional y la inteligencia artificial, estuvieron entre las temáticas más debatidas. Además, se discutió sobre factores que propician la desmotivación por estudiar la carrera profesoral de Física.
El presidente del Comité Científico del Congreso, doctor en ciencias Alexis Ricardo Méndez Pupo, informó en la relatoría que como parte de Didadcien 2024 se impartieron cinco cursos pre-eventos en modalidad online. Los mismos tuvieron la intervención de alrededor de 3 287 docentes, cuyas temáticas, contenidos y materiales son resultado de proyectos de investigación, algunos de ellos asociados al Programa Sectorial Sistema Educativo Cubano, perspectiva de desarrollo, dirigido por el Ministerio de Educación (Mined) y gestionado por el Instituto Central de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona.
El también director de Ciencia y Técnica del Mined agregó que, como actividades centrales, se desarrollaron cinco conferencias y una intervención especial, a cargo del presidente de la Academia de Ciencias de Cuba, Luis Velázquez.
“La conferencia inaugural del doctor Velázquez brindó una panorámica acerca de los desafíos globales que enfrentamos y el impacto de la ciencia y la educación para su atención. Explicó cómo Cuba, un país injustamente bloqueado, avanza en la formación del potencial científico a la vez que coopera con el resto del mundo. Asimismo, reafirmó la importancia de garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad”, destacó.
Cuatro simposios, 15 conferencias temáticas, 167 ponencias, 24 paneles, ocho sesiones de debate y una mesa redonda se incluyeron en el programa científico. Igualmente se efectuaron actividades como visitas a instituciones educativas y al centro Fidel Castro, a la exposición de productos de Citmatel; complementaron el programa la asistencia a la presentación de libros e intercambio de experiencias con estudiantes de preuniversitarios de ciencias exactas.
En el acto de clausura fueron reconocidas entidades que han contribuido al desarrollo de este evento, entre ellas, la Empresa de Intercambio Científico-Educacional; el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, la Ciencia y el Deporte; la Empresa de Informática y Medios Audiovisuales (Cinesoft); y la Organización de Estados Iberoamericanos.
Las palabras de cierre, a cargo de la Ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, subrayaron las motivaciones para desarrollar una nueva edición del Congreso y su trascendencia para la formación científica del país.
“Es esta una excepcional plataforma de diálogo que debemos preservar y enriquecer para desde ella aportar en objetivos concretos de inestimable valor en la formación de una ciudadanía consciente de las urgencias, pues como sabemos, el futuro de la sociedad se crea en el presente y está especialmente condicionado por el nivel de desarrollo de la ciencia y la educación”, destacó la ministra.
Trujillo Barreto afirmó que una nación que se proponga abordar los problemas del mundo en desarrollo, deberá tomar en cuenta dos circunstancias que se constituyen en la actualidad como axiomas prácticamente indiscutibles.
“La primera es el hecho de que ninguno de los problemas actuales y los objetivos del milenio pueden abordarse sin tener en cuenta el uso de la ciencia y la tecnología. Y de otro lado, que el empleo de la ciencia en función del desarrollo depende de las competencias en los habitantes del país, lo que explica la necesidad de constituir un sólido y eficaz sistema de educación como único mecanismo que puede producir, reproducir y mantener esas competencias”.
En esta comunión de intereses y premuras es que se aprecia el valor fundamental del programa de este evento, que procura poner énfasis en la importancia de las ciencias como herramientas para comprender el mundo que nos rodea, y se conecta con prácticamente la mayoría de los objetivos que plantea la Agenda de Desarrollo Sostenible.
“Didadcien sitúa su foco de atención en contribuir a que desde el proceso formativo se interpreten los avances científicos y, sobre todo, en hallar soluciones a los nuevos desafíos económicos, sociales y medioambientales con los que construir un futuro sostenible para todos.
“Esta noble aspiración encuentra fundamento y prioridad en el adverso escenario mundial, signado por los problemas del cambio climático, la sequía e inundaciones, el incremento de catástrofes naturales, la pobreza extrema, el hambre, las enfermedades, las pandemias, el analfabetismo, el trabajo infantil, el desempleo, las crisis financieras, el incremento de los precios del petróleo y los alimentos, la injusta y desigual repartición de las riquezas, las guerras y -además- el terrorismo”, subrayó la titular de Educación.
Es un contexto en el que adquiere relevancia extraordinaria la doble condición que ostenta la enseñanza, al ser producto y productora de la sociedad. Se ha dicho que ningún país podrá avanzar, concretamente, más allá de donde lo haga su sistema de educación. Esta premisa permitió que la ministra deseara a todos los participantes éxito en la imprescindible tarea de contribuir al mejoramiento permanente del aprendizaje de las ciencias, como vía para su propio desarrollo.
“No es posible imaginar un modelo de desarrollo alternativo, sostenible e incluyente sin movilizar, ante todo, el potencial humano y las capacidades científicas y tecnológicas, o los valores humanistas que puede promover únicamente la educación”.
Quedaron abiertas las puertas para recibir en marzo de 2026 a una próxima edición del Congreso Internacional Didácticas de las Ciencias y el Taller Internacional sobre la Enseñanza de la Física.
CRÉDITOS
Fotos. / Eduardo E. Leyva
