Por una educación elementalmente científica

Del 25 al 28 de marzo sesionó en el Palacio de Convenciones de La Habana el XII Congreso Internacional Didáctica de las Ciencias y el XVII Taller Internacional sobre la Enseñanza de la Física. Ambos eventos procuraron debatir sobre los retos del proceso de enseñanza y aprendizaje de las ciencias naturales, exactas y técnicas en la educación general y superior, así como en las vías no formales


Para que un país se encuentre en condiciones de atender a las necesidades fundamentales de su población, la enseñanza de la ciencia y la tecnología constituye un imperativo estratégico. Así lo alertaba ya en 1999 la Conferencia Mundial sobre la Ciencia en el siglo XXI, que tuvo lugar en Budapest, Hungría, con el coauspicio de la Unesco y el Consejo Internacional para la Ciencia.

En el contexto actual, la creación de capacidades para vivir en un mundo donde la ciencia y la técnica influyan cada vez más en nuestras vidas y el desarrollo de una educación que trascienda los conceptos preestablecidos, que dialogue con diversas disciplinas y tenga aplicaciones en la cotidianidad, son algunos de los derroteros que se imponen en la enseñanza de las mismas.

La Ministra de Educación, Naima Ariatne Trujillo Barreto, junto a viceministros y otros directivos del Mined, compartieron con los asistentes.

En este camino, ¿cuáles son entonces las nuevas perspectivas de aprendizaje?, ¿cómo contribuir desde la educación a la solución de los problemas que enfrenta la humanidad? Son algunas preguntas que necesitan consultas urgentes y a las que respondieron los más cien delegados que desde el 25 y hasta el 28 de marzo acudieron al Palacio de Convenciones de La Habana, como parte del duodécimo Congreso Internacional Didáctica de las Ciencias (Didadcien 2024), y el decimoséptimo Taller Internacional sobre la Enseñanza de la Física.

La cita, que sesionó de manera virtual y presencial, devino espacio propicio para establecer nuevos paradigmas e investigaciones sobre las pedagogías de las ciencias naturales, técnicas y exactas. Según declaró a BOHEMIA el director nacional de Ciencia y Técnica del Ministerio de Educación (Mined), Alexis Méndez Pupo, asistieron al evento más de veinte docentes provenientes de nueve países (entre ellos Argentina, Brasil, Ecuador, Colombia, Guatemala, México, España y Reino Unido) y una delegación cubana representada por 150 educadores de todas las provincias del país (123 presenciales y 27 virtuales).

“El programa científico del cónclave incluyó cinco simposios, visitas a centros educativos, conferencias, talleres, mesas redondas y otras actividades, que coadyuvaron a enriquecer el debate sobre la solución de las problemáticas que enfrenta la educación en ciencias hoy a escala global”, agregó.

Didadcien 2024 se centró en valorar también en qué medida los países de Latinoamérica y el Caribe han logrado introducir iniciativas e innovaciones curriculares en la didáctica de las disciplinas científicas. De igual modo, reflexionó en torno al papel de las ciencias en la transformación digital de las sociedades, y prestó atención al talento de infantes, adolescentes y jóvenes, en esta esfera.

Transitar la alfabetización científica

En las palabras de apertura del Congreso, la Dra.C. Gema Díaz Díaz, presidenta del Comité Organizador y directora general de Formación y Actividad Científica del Mined, declaró que “hoy más que nunca es necesario fomentar y difundir la alfabetización científica, con todas las culturas y sectores de la sociedad”. Para ello –subrayó-, se trabaja en una concepción de la enseñanza orientada al desarrollo, que supere el tradicionalismo y el enciclopedismo.

“Estas perspectivas tienen su cimiento en una concepción de ciencia delineada tempranamente por el comandante Fidel Castro y que tiene expresión en los perfeccionamientos por los que ha transitado la educación cubana. Estos últimos encaminados cada vez más hacia el desarrollo de una enseñanza pertinente e integradora y cuyos programas se enfocan en la solución de problemas y la transformación de un pensamiento creativo, critico, reflexivo e innovador”, añadió.

Gema Díaz convocó a fomentar la integración de la escuela con la sociedad y el Medio Ambiente, una relación que ya tiene resultados positivos y de cuya integración se desprende, por ejemplo, el acompañamiento de la educación cubana al Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, Tarea Vida.

Asimismo, resaltó la importancia de contar con espacios como los laboratorios de Física, Química o Biología existentes en preuniversitarios y secundarias básicas del país.

Estudiantes del IPVCE muestran resultados de trabajo en los laboratorios.

“La existencia de los Institutos Preuniversitarios Vocacionales de Ciencias Exactas (IPVCE), el perfeccionamiento de la formación inicial continua de los profesores de ciencia, el desarrollo de círculos de interés, sociedades científicas, brigadas técnicas juveniles, y los concursos de conocimiento donde la Mayor de las Antillas han tenido una destacada participación, son otros de los ejemplos donde se evidencia la motivación que ocupa a Cuba hacia la ciencia y su aprendizaje”.

Precisamente en el marco del evento, la sala expositiva del Palacio de Convenciones sirvió para que, en un pequeño stand, estudiantes del IPVCE Vladimir Ilich Lenin manipularan utensilios de laboratorio y otros materiales utilizados en clases de la especialidad de Química.

Otros expusieron softwares y programas con los cuales se han preparado para participar en concursos de Programación Competitiva, y el doctor Juan Rafael Méndez, profesor auxiliar de la Universidad de Ciencias Pedagógicas Enrique José Varona, presentó productos de medicina natural como el PV-2, desarrollado en el Laboratorio de Productos Nacionales del Instituto Politécnico Agropecuario Rubén Martínez Villena.

Protagonistas

Ian Carlos Martínez Molina y Álvaro Vladimir Besada Ferrer, concursantes de certámenes nacionales y regionales de Programación Competitiva.

Ian Carlos Martínez Molina y Álvaro Vladimir Besada Ferrer cursan el onceno y duodécimo grado respectivamente en la Lenin. Ambos han participado en concursos provinciales, nacionales, copas regionales, olimpiadas internacionales e iberoamericanas de Informática y, el pasado año, avanzaron hasta la final caribeña de la Competición Internacional Universitaria de Programación (ICPC, por sus siglas en inglés), certamen que en su última edición tuvo por sede a la Universidad de La Habana.

Estos dos jóvenes, que aspiran a convertirse en futuros profesionales de las ciencias de la computación en el país, demostraron en Didadcien 2024 qué es la Programación Competitiva y qué relevancia tiene dicho deporte en el desarrollo de habilidades como el trabajo en equipo, el dominio del idioma inglés, el desarrollo del pensamiento lógico y la búsqueda de soluciones eficientes en un corto periodo de tiempo.

“Se trata de un deporte que puede ser presencial o virtual y trata sobre solucionar problemas o algoritmos en un tiempo limitado. Implica conocimientos y dominio de las matemáticas, del lenguaje inglés, lenguajes de programación, estructura de datos y diseño y análisis de algoritmos”, comentan.

Mientras, Álex Castillo Sánchez, Alién Figueredo González, Bruce Lee Aguiar y Yulien Herrero Hernández, todos estudiantes de duodécimo grado apasionados por la Química, mostraron una investigación escolar que vincula reacciones químicas exoluminosas y exotérmicas.

“Este trabajo trata de las reacciones químicas, hablamos de su importancia, qué son, cómo se representan, los tipos que existen y los factores que influyen en su velocidad, principalmente los cambios físicos y químicos que están presentes en cada una. Utilizamos ecuaciones básicas que aparecen en los libros desde noveno hasta 12 grado y traemos los utensilios básicos que se utilizan en el laboratorio de la escuela”, apuntó Yulien.

Aunque nerviosos, declararon que el taller les permitió intercambiar con profesionales de experiencia, demostrar en la práctica lo aprendido desde la teoría y continuar cultivando sus conocimientos.

Nexos desde la Academia

La conferencia inaugural de Didadcien 2024 estuvo a cargo del Dr.C. Luis Velázquez Pérez, presidente de la Academia de Ciencias de Cuba. Tuvo por título “Abordando los desafíos globales, el impacto de la ciencia y la educación”.

El Dr.C. Luis Velázquez impartió la conferencia inaugural del evento.

Luis Velázquez expuso que la didáctica de la ciencia nace como un campo interdisciplinar en sus conocimientos y que la misma permite la autonomía socioeconómica. Convocó a promover en el contexto actual de Industria 4.0, la enseñanza relacionada con las tecnologías disruptivas, dígase inteligencia artificial u otras soluciones informáticas innovadoras.

El experto se refirió al sistema de Ciencia, Tecnología e Información (CTI) cubana, los cuales, dijo, “tienen que crecer y alcanzar cotas superiores de inversión, así como niveles mayores de cantidad de investigadores, patentes y publicaciones científicas por millón de habitantes”.

“Los sistemas de CTI tienen que ser sistemas más modernos y aterrizados, deben trazar políticas acordes a la circunstancia que vive la sociedad moderna para poder avanzar hacia la soberanía en el sentido económico y también social. Cuba cuenta con la fortaleza de que la propia Constitución desde los primeros títulos plantea el fenómeno de la ciencia como necesidad. Aprovechémoslo para conectar entonces la ciencia no solo en el orden cultural sino también con la producción de bienes y servicios”, relató.

Otra fortaleza es la red de centros del Mined asociados a la Ciencia y la Tecnología, incluidos los 16 IPVCE, distribuidos en todo el país, y las 29 escuelas pedagógicas. Además, el país cuenta con un potencial científico de 143 165 docentes universitarios, 42 367 másteres y especialistas en posgrado y 271 doctores.

En la sala 4 de Palacio se habló del estímulo a la enseñanza temprana, del aprendizaje basado en la exploración y la narración de historias, del uso de materiales visuales y experimentación que permita a los niños observar fenómenos científicos y comprender conceptos básicos desde las primeras edades. Se conferenció también de asesoría desde la Academia de Ciencias, la primera de su tipo en el continente, y que hoy integran científicos con méritos relevantes, de ellos el 37 por ciento mujeres y el 99 por ciento categorizados como doctores en ciencias, profesores e investigadores titulares.

Muchos de ellos mantienen estrecho vínculo con el Mined, organismo que de acuerdo con Méndez Pupo también cuenta con un sistema de Ciencia, Tecnología e Innovación desplegado en cuatro componentes fundamentales: la investigación educativa, la formación del potencial científico, la socialización de resultados y el programa sectorial que aglutina programas y proyectos.

De derroteros y desafíos

El propio profesor Velázquez aseguraba que los desafíos actuales requieren de un nuevo modelo de educación que prepare a las jóvenes generaciones, donde predomine la integración, la innovación, el trabajo en redes extendidas y la transdiciplinariedad.

Más de 150 delegados nacionales y extranjeros participaron de manera presencial y virtual en el Congreso.

No obstante, desafíos plantean desterrar fenómenos como el rechazo que en algunos contextos se manifiesta haca determinadas disciplinas científicas. He ahí la relevancia de fortalecer la motivación por el estudio de las ciencias a través de la didáctica, programas y planes de formación docente actualizados y continua preparación de los educadores.

Para el titular de Ciencia y Técnica del Mined una asignatura pendiente es la actualización de todo lo que tiene que ver con las didácticas de la ciencia y la contextualización de las teorías existentes al respecto, en un escenario marcado por el auge de la digitalización y la virtualidad.

“Las clases se mueven hoy entre el medio físico y el virtual, a veces confluyen ambos, y eso requiere ajustes en las didácticas. El proceso de aprendizaje que se desarrolla en condiciones virtuales y físicas son diferentes, y, por tanto, hay que hacer investigaciones que nos corroboren la efectividad de esos métodos”, agregó.

Por su parte el doctor Méndez refirió que “formar a un joven que se dedique a resolver los problemas contemporáneos que afrenta la agricultura, por ejemplo, implica mucha precisión y coordinación con las diferentes agencias y entidades del sistema agroalimentario del país”.

En tanto, el presidente de la Academia de Ciencia, corroboró que la institución continuará en su función de asesora con los principales temas del sistema de educación y de cuyo tratamiento creativo dependerá la dinámica con que avancemos en el presente.

Ya lo decía Martí: “que la enseñanza científica vaya, como la savia en los árboles, de la raíz al tope de la educación pública. Que la enseñanza elemental sea ya elementalmente científica”.


CRÉDITOS

Fotos. / Eduardo E. Leyva

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