- MIREMOS ATRÁS. La soledad de la campaña precedente, cuando la pandemia impidió la presencia del respetable en todos los estadios del país, aún está cercana en el tiempo. Felizmente, el público regresó al 50 por ciento a los graderíos desde el inicio de la Serie 61, con observación de otras variables de acuerdo a la situación epidemiológica de cada territorio. Sin embargo, a pesar del placer que resulta para todos los que amamos el béisbol sentarnos a disfrutar de los partidos entre el bullicio de una multitud, el llamado fundamental desde estas líneas es a valorar el esfuerzo de las autoridades y directivos, así como responder disciplinadamente cumpliendo cada una de las medidas establecidas y los protocolos sanitarios para evitar contagios de la covid-19. Muchas personas usan de manera incorrecta el nasobuco e, incluso, algunos se lo retiran totalmente en la euforia del juego. Es cierto que las emociones nos abrazan, aunque es justo aclarar que en varios de estos escenarios los aficionados se aglomeran huyendo del sol o simplemente buscan un mejor ángulo visual; sería prudente también mantener el distanciamiento físico, aún cuando se trate de un espacio abierto. El peligro sigue vigente y vale extremar las medidas.
- A PROPÓSITO de la temporada anterior, en el instante de escribir estas líneas en la redacción de BOHEMIA la Serie Nacional 61 registraba números muy similares. Al concluir las primeras seis subseries del campeonato (117 juegos entre todos los equipos), el promedio general de bateo era de 290 y se habían conectado 156 cuadrangulares. Un año atrás se le pegaba aún más fuerte a la bola a estas alturas (AVE: 296 y 192 jonrones). En cuanto al pitcheo, se lleva notas positivas en algunos parámetros de la actual campaña con respecto a la precedente. La diferencia está en que los lanzadores regalan más boletos en esta Serie que los de la anterior, pero tienen mayor control sobre la zona de strike como puede observarse en el Promedio de Carreras Limpias (PCL): en la Serie 61 (PCL: 4.98; ponches: 1 022 y boletos: 1 028) y en la 60 (PCL: 5.33; ponches: 1 030 y boletos: 938). A la defensiva hay más similitud aún: 973 en la Serie 60 y 970 en esta contienda.
- COLOMBIA derrotó a República Dominicana cuatro carreras por una y se coronó en la final de la Serie del Caribe 2022 para sorpresa de la mayoría, pues en sus dos participaciones previas, los Caimanes de Barranquilla habían acumulado 10 derrotas en estas lides. Gracias a una gran actuación del abridor Elkin Alcalá y un rally de tres carreras al inicio del juego, los cafeteros hicieron historia en el estadio Quisqueya de Santo Domingo, dejando a los locales, Gigantes del Cibao, con las ganas de alzar la corona en su propia tierra. En cuanto a la no presencia de Cuba y las posibles siguientes exclusiones, el presidente de la Confederación de Béisbol del Caribe, Juan Francisco Puello, volvió a referirse al respecto con notable arrogancia: “Cuba es un tema que aún yo estoy soslayando’’, comentó. Recordemos que en 2020 el equipo de las cuatro letras no pudo viajar a San Juan, Puerto Rico, por la negativa de las visas; se detuvo así el ciclo desde nuestro retorno al evento regional (2014-2019). El torneo, que nació en La Habana en 1949, se ha visto interrumpido para los nuestros en las últimas versiones debido a la mala influencia de Puello, quien sigue al frente de una entidad claramente guiada por los intereses de los Estados Unidos, con sus acostumbradas maniobras anticubanas. La última asistencia de nuestro país fue en 2019, cuando los Leñadores de Las Tunas fueron un digno oponente y concluyeron en el segundo puesto.