(Foto: YASSET LLERENA)
(Foto: YASSET LLERENA)

El verdadero 15N del pueblo cubano

(Foto: YASSET LLERENA)

Por VÍCTOR MANUEL GONZÁLEZ ALBEAR

Tal vez el exsecretario adjunto de Asuntos Interamericanos del Departamento de Estado norteamericano, Lester Mallory, no pudo imaginar que su memorando secreto elevado en 1960 a la consideración del presidente Dwight Eisenhower –instando a provocar hambre y desesperación al pueblo cubano para propiciar el rápido derrocamiento del Gobierno Revolucionario- se mantuviese vigente durante los siguientes 12 mandatarios, con particular énfasis en la mantenida política trumpista de Joe Biden.

¿Resultó eficaz esa política, formalmente adoptada en 1962, mal llamada ‘embargo’, que en realidad ha sido un sostenido y acentuado bloqueo económico, comercial y financiero, con propósito genocida y como arma letal de la guerra no convencional contra la indoblegable resistencia del pueblo cubano?

El retorno de los pioneros vacunados a las aulas fue en realidad la gran noticia de la jornada. (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

Una respuesta es que NO logró el objetivo de llevar a los cubanos a una desesperada autodestrucción de su sistema social mayoritariamente consensuado y fundamentado en una norma constitucional aprobada en referendo por 87 por ciento de los votantes con 84 por ciento de participación ciudadana.

Es dolorosamente cierto que el daño humano es inconmensurable y las pérdidas económicas acumuladas durante casi seis décadas de aplicación de esta política ascienden a 144 413.4 millones de dólares.

Del mismo modo que, debido a la desaparición de la Unión Soviética y el campo socialista europeo, se sufrió en Cuba los años más duros en el denominado Período Especial, cuando el imperio se lanzó con más saña a la yugular de la conmocionada y maltrecha economía cubana; ahora, nuevamente, se repite el oportunista ataque que procura, a toda costa, dar jaque mate a la Revolución cuando nuestro país se ha estado enfrentando a los momentos más críticos de la devastadora pandemia de la covid-19.

Como tampoco dejaron nunca los gobiernos estadounidenses de fomentar la subversión interna, a pesar de las sucesivas derrotas infligidas por el pueblo unido en Girón, en la Lucha contra Bandidos, en las innumerables conspiraciones e intentos de atentar contra la vida de Fidel y otros dirigentes de la Revolución.

También puede advertirse una vieja puesta en escena con nuevos actores y libretos diseñados para esta etapa difícil del pueblo cubano, provocadas por la desbocada escalada de sanciones impuestas por Trump, cínicamente sostenidas por Biden.

Un grupo de 35 voluntarios italianos participará en el ensayo clínico Soberana Plus-Turín. Arribó a La Habana el lunes 15 de noviembre. (Foto: Prensa Latina)

Viejos y nuevos cálculos a partir de premisas falsas tras el traspaso de la conducción revolucionaria de los líderes históricos a las generaciones continuadoras, así como del malestar creado por el efecto de la tormenta perfecta entre pandemia y medidas aún más asfixiantes de bloqueo, llevan a la aparatosa construcción por el dictado imperial y sus aliados fuera y dentro de Cuba, de un escenario conducente al anhelado e ilusorio estallido social.

Años e incontables recursos, la mayor parte ellos erogados del presupuesto federal de los Estados Unidos, son puestos en función de quebrantar la unidad del pueblo en torno al Partido y la Revolución; fomentar la división, aprovechar grietas, insuficiencias y errores del trabajo revolucionario, alentar odios, tergiversar la historia, manipular datos de la realidad, preparar fuera y dentro de Cuba los supuestos líderes del cambio de régimen, sobre todo en los sectores que consideran más susceptibles a la influencia directa o encubierta de las agencias y todo el sistema de poder estadounidense, sus socios en la OTAN e incondicionales en esta parte del mundo.

Así surgen los bufonescos operadores del movimiento San Isidro, el confuso y controvertido asedio al Ministerio de Cultura el 27 de noviembre del pasado año, los sucesos del 11 y 12 de julio, y la articulación del grupo Archipiélago, con fines declarados como pacíficos, pero claramente orientados a desestabilizar y subvertir el orden constitucional. Acciones profusamente alentadas y apoyadas de todos los modos posibles por la mafia terrorista cubano-americana de la Florida, connotados personeros del congreso y gobierno estadounidenses, y el propio presidente Biden.

De modo que, con maximizado empleo de su poderío mediático y descomunal uso –tramposo– de las redes sociales, crearon una expectativa mundial en torno al 15 de noviembre. ¿Qué pasaría en Cuba ese día? No faltaron las amenazas de nuevas sanciones para cualquier medida de las autoridades cubanas contra organizadores de una ilegal marcha en varias ciudades del país.

Pero la inmensa mayoría de los cubanos sabíamos muy bien la verdadera respuesta, no en la ficticia creada por la guerra comunicacional que se nos hace. Ese lunes 15, lo que se vivió en Cuba fue la alegría, la paz, la confianza en el futuro.

Cuba reabrió sus puertas al turismo como destino seguro. (Foto: Grupo Gaviota)

Fue una gran fiesta: el retorno a las aulas de los más pequeños de casa, la reapertura al turismo nacional y extranjero (con el arribo de decenas de vuelos que prometen incrementarse), la celebración del aniversario 502 de La Habana, y el recibimiento a los hermanos Pastores por la Paz y otros grupos solidarios. Junto a ello, la reanimación de las actividades productivas, culturales y de servicios, que posibilitarán el mejoramiento de la economía.

El 15 de noviembre sirvió para aplaudir, agradecer y sentirnos orgullosos de los protagonistas de la hazaña científica de crear vacunas propias y del personal de la salud, cuya denodada entrega ha hecho que Cuba lidere hoy la lista de países con más vacunados (76.6 por ciento de su población y las cifras aumentan). Esa voluntad genuina ha posibilitado el control de la pandemia, sin que ello signifique abandonar los cuidados debidos para evitar rebrotes.

Ante ese mundo expectante e intoxicado por campañas diabólicas, pudimos demostrar cómo somos realmente los cubanos. La juventud patriótica bailó y cantó a la paz y la felicidad, en contraposición a las imágenes perturbadoras que soñaban cazar algunas cámaras al servicio de intereses extranjeros.

Desde luego que, como dejó bien claro nuestro presidente Miguel Díaz-Canel, estamos tranquilos, atentos y alertas, preparados para defender la Revolución y enfrentar cualquier acción injerencista que atente contra la paz, la seguridad ciudadana y nuestro orden constitucional. En paz, en el presente y en el futuro, Cuba vive y vivirá.

Con la adarga al brazo

Convencidos de no defraudar y de su liderazgo, jóvenes comprometidos protagonizaron una jornada de actividades culturales en defensa del futuro

Por CLAUDIA RAMÓN RODRÍGUEZ

(Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

Cultura, juventud y patriotismo se dieron cita –cerca de las tres de la tarde– en el céntrico parque El Quijote, del Vedado habanero, el domingo 14 de noviembre. Ni el cielo encapotado ni la lluvia a intervalos “aguaron” el ambiente de festividad y sentido del momento histórico.

Jóvenes –muchos de ellos estudiantes de la Universidad de La Habana– comprometidos con el presente y mañana de la Revolución comenzaron a reunirse allí desde horas de la mañana para celebrar una feria universitaria. En esta, varias facultades, como las de Ciencias Médicas, Psicología y Geografía, expusieron interesantes proyectos de sus respectivas ramas científicas y efectuaron intercambios de conocimientos con los presentes.

Además, se realizaron actividades culturales que convidaron a niños y jóvenes: ventas de libros, música, muestras de ciencia, actuación de payasos, entre otras.

Junto a la actividad estudiantil, en el parque El Quijote los niños hallaron un pedacito de alegría tras meses de aislamiento. (Foto: YASSET LLERENA ALFONSO)

Vista a las exposiciones. (Foto: YASSET LLERENA ALFONSO)

En medio del contexto hostil que vive Cuba, agredida por una fuerte guerra no convencional que amenaza su soberanía, se alza en el pueblo un sentimiento patriótico. La cita recreativa, inmersa en el escenario de los homenajes por el Día del Estudiante, celebraba también el aniversario 502 de La Habana, la reapertura del turismo internacional, pero, sobre todo, la reanudación del curso escolar con una evidente mejoría en la batalla para controlar la pandemia. Esto último, sin dudas, fue fruto de la fortaleza de nuestro sistema de salud y la calidad de nuestros científicos.

Momento en que decenas de personas responden con criterios patrióticos a ciudadano que intenta sabotear la actividad con cuestionamientos al sistema so-ciopolítico cubano. (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

Tal reanimación, que se vislumbra a partir de la disminución de los niveles de contagio por covid-19, permite la apertura de múltiples actividades económicas, culturales y educativas para avanzar hacia una normalidad cautelosa sin descuidar la protección.

En medio de ese ambiente diáfano, un ciudadano irrumpió para difamar el sistema político y social cubano, mientras otro, cámara en mano, grababa su mini-show que luego inunda el ciberespacio.

Las respuestas de los estudiantes y de varias personas presentes fueron contundentes. Luego de intentar dialogar con el trasgresor de la tranquilidad, la multitud dejó claro –con símbolos y cantos patrióticos– que la soberanía no es negociable y que el camino es perfeccionar el proyecto de justicia social que todos construimos.

Las imágenes de héroes y los símbolos patrios siempre presentes. (Foto: YASSET LLERENA ALFONSO)
La sentada de los pañuelos rojos

Peculiarmente ataviados con pañuelos rojos en sus cabezas o cuellos, decenas de jóvenes entusiastas plantaron sus tiendas en el Parque Central José Martí –desde la noche del sábado 13 de noviembre– en otro gesto de mágica complicidad y apoyo a su Revolución, enfrentando una feroz campaña mediática dirigida a desacreditar la tranquilidad ciudadana.

En la jubilosa velada varios cantautores desfilaron por el improvisado escenario para regalar interpretaciones y melodías muy a tono con los momentos actuales.

Desde El Quijote partió una conga por la avenida 23. (Foto: YASSET LLERENA ALFONSO)

Jóvenes y estudiantes acompañaron su baile con banderas cubanas y consignas de ¡Viva Cuba!, ¡Viva la Revolución!, ¡Pa’ lo que sea Díaz-Canel, pa’ lo que sea!, y ¡Fidel Vive! (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

La llovizna matutina del domingo empujó a los jóvenes de pañuelos rojos a proseguir su sentada en los pasillos del Gran Teatro de La Habana Alicia Alonso. Hasta allí llegó, en el justo momento de la presentación del estelar trovador Tony Ávila, el presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Con similar entusiasmo al de la juventud que lo rodeaba, Díaz-Canel disfrutó el concierto y luego expresó que Cuba “va a vivir en paz, y viviendo en paz nos vamos a perfeccionar”.

En otros lugares de la nación también se sucedieron acciones para festejar la vuelta a la nueva normalidad y reafirmar la confianza de las nuevas generaciones en el proyecto social cubano. El país sigue vivo y en paz, realidades y principios que los cubanos de corazón y, en particular, los jóvenes que vuelven al camino con la adarga al brazo, no están dispuestos a negociar ni renunciar; pero ni tantico así, como dijera aquel guerrillero-quijote.

La sentada de los pañuelos rojos apoyó también las luchas emancipadoras y el compromiso de sus in-tegrantes con un socialismo perfectible. (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

Los muchachos en el Parque Central expresaron sus sentimientos patrióticos de las más disímiles maneras. (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

Durante la velada nocturna desfilaron por el improvisado escenario varios cantautores para regalar melodías muy a tono con los momentos actuales. (Foto: LEYVA BENÍTEZ)

¡Qué paso más chévere!… el de la juventud. (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

Buena Fe cantó a la fuerza de un país… ahora más protegido, más inmune, más feliz. (Foto: LEYVA BENÍTEZ)

Con bríos juveniles, el presidente Díaz-Canel se sumó a la iniciativa de la sentada, en la mañana del domingo 14. (Tomada de Granma)
Las actividades de reafirmación revolucionaria, realizadas en todo el país, también rindieron homenaje al Día del Estudiante. (Foto: YASSET LLERENA ALFONSO)
El silencio de este lunes de noviembre

La paz reina en mi barrio, incluso más porque pareciera que los sentidos están de guardia por si alguien se atreviera a perturbar la seguridad y el ambiente tranquilo que siempre disfrutamos en este país que quiere vivir y crecer en armonía

Por LISET GARCÍA

Los barrios habaneros disfrutaron de este 15N, poco soleado, para seguir sus rutinas y su cotidianidad en paz (foto LISET GARCÍA)

Después del rebullicio, y la alegría de niños y niñas por el regreso a sus aulas, un sueño que por fin llegó después de meses de encierro, reinó el silencio este 15 de noviembre. La Habana, que celebra desde hace días los 502 años del cabildo y la misa que marcan su nacimiento, retorna a la nueva normalidad, fundada en la esperanza de que el último rebrote de la pandemia ha quedado atrás, pero no los aprendizajes de cómo vivir diferente.

La reapertura de instalaciones culturales como teatros, bibliotecas, museos, cines, galerías, y centros recreativos, deportivos y de servicios de todo tipo, ya es un hecho, a la par del retorno del turismo, un sector que impulsará la recuperación económica que tanto se espera, tras el cierre de las fronteras hace más de año y medio.

Pero esta no es la crónica de esa fiesta, sino de lo visto en las calles de un populoso barrio habanero movido siempre por el ir y venir de cientos de personas. Los lunes, que suelen ser menos bulliciosos por ser el día de descanso de mercados y otros sitios de venta, y que la gente parece recogerse tras un fin de semana de ajetreo, recibieron este 15N sabiendo que la paz y la tranquilidad van a seguir reinando.

El presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, destacó en Twitter que ese lunes el país amaneció con más de 700 000 pioneros en las aulas, y recibiendo amigos, familiares y turistas. El mandatario agregó que la mayor de las Antillas reactivó también el quehacer productivo y la disminución de los casos de covid-19.

Las protestas programadas para esta jornada, los reclamos de  “libertad”, se han quedado en las mentes de los odiadores allá en Miami y de unos cuantos aquí, y en las redes sociales donde quién sabe cuántas imágenes inventadas publicarán para mostrar una realidad inexistente, un panorama desolador de ataques y abusos policiacos que no han ocurrido aquí desde finales de 1958.

En las calles reina el silencio, y las marchas de este día volverán por la tarde para repetir la escena matutina del bullicio de los niños de regreso a casa, tras la salida de sus escuelas.

Con las precauciones sanitarias a la vista para mantener en cintura la pandemia, de la que pocas familias se libraron en estos meses de batalla, como todos los días vuelven los científicos y el personal de la salud a enrolarse en vacunas e inmunización, que ha logrado la hazaña de una cobertura récord de habitantes, con respecto a nuestra región.

Y lo mejor es que ha sido con inmunógenos cubanos, logrados mientras una parte de la población se mantenía trabajando a distancia y enfrentando una coyuntura de escasez, de incertidumbre por los que estaban muriendo y padeciendo a manos de esa enfermedad, que este día 15 reportó en Cuba solo 348 nuevos casos, mientras el mundo registró casi 350 000 y un número de decesos tan triste como enorme.

Cuando ya casi 90 ciento de la población cubana recibió al menos una dosis de esos productos y sobrepasa el 70 por ciento los que recibieron el esquema completo, se inicia la vacunación con una dosis de refuerzo a los primeros que se inmunizaron meses atrás, a la par que prosiguen los ensayos clínicos que miden nuevas variables y efectividad de esos fármacos.

Mientras pienso en lo hermoso del presente y el futuro, en la certeza del abrazo y la fantasía que puede estar en todas partes, encenderé un cirio, convencida de que el silencio y la paz reinan en toda Cuba.

Esos son santo y seña para el cultivo de la solidaridad entre todos los que soñamos el bien y queremos seguir poniéndole el corazón a esta tierra, que como muchos han dicho, más que un archipiélago es un continente de amor.

Dueño de mi ciudad

Para la tranquilidad, la seguridad y el disfrute sano siempre habrá espacio en nuestras calles y plazas

Texto y fotos PASTOR BATISTA VALDÉS

Piense con sinceridad, qué impresión le causa esta imagen.

A diferencia de lo que algunos imaginaron y otros hasta deseaban, las 48 horas reservadas idílicamente para la “gran movilización opositora” estuvieron marcadas por esa serenidad que tanto suele distinguir a los pueblos y ciudades durante el fin de semana. Sobre todo, los domingos, con menos personas en las calles que otros días, como si la gente prefiriera acogerse al sosiego hogareño.

Tranquilidad, sin embargo, no significa inactividad, inercia, inmovilismo. Quienes, hastiados del aislamiento a que nos condenó la covid-19 desde el pasado año, decidieron salir a respirar un poco de aire puro quedaron atrapados por un grupo de opciones al estilo de aquellas que promotores y activistas deportivos, culturales y de otros sectores organizaban “en una cuarta de tierra” antes de que el SARS-CoV-2 llegara sin invitación de nadie.

Hablo de la sana gozadera que se armó en pleno Parque Martí avileño entre mujeres de todas las edades, divididas en dos grupos, para ver cuál halaba más fuertemente la soga, o del interés de numerosos transeúntes al ver las demostraciones de defensa personal y de boxeo por niños y adolescentes.

Si esto no es tranquilidad, póngale usted el nombre.

Llamaban la atención la naturalidad con que se sentaban algunos frente a una mesa para jugar ajedrez o la armonía que en pocos minutos lograron aquellos “locos” formando una alegre rueda de casino…

Por cierto, si alguien los convocó a divertirse, a pasar un rato de sano esparcimiento, a llenar el espacio público que por cubanísimo derecho nunca dejarán vacío… entonces bienvenido sea ese tipo de convocatoria que suma y multiplica salud, vida y valores.

Nada de ello, desde luego, privaría de su placer a quienes prefirieron leer un libro a la sombra de un árbol, comunicarse con cualquier parte del mundo mediante la magia del celular, patear un balón de fútbol, quemar grasa caminando o sentarse en el portal de su vivienda para mirar y disfrutar el ambiente.

Por eso yo, que casi improvisadamente salí “a estirar un poco mis articulaciones”, volví a sentirme lo que en verdad soy –como tú, ella, él, aquellos, ustedes y nosotros: dueños de la ciudad, del barrio, de la comunidad o del asentamiento rural donde vivimos. Así de real, así de sencillo.

¿Y, para el lunes 15, qué? Todo lo anterior, y aún más, de forma multiplicada. ¿O acaso hay quien imagine que puede ocurrir algo más importante que el inicio del curso escolar, en coincidencia, además, con turistas arribando a Cuba, como destino preferido, higiénico y seguro?

¿Quién dice que esto es cosa solo de niños y jóvenes?

Espacio para todos.

Paseíto dominical con calma y cariño.

El camino debe ser el amor.
De vuelta a las aulas

Lo verdaderamente relevante de este 15 de noviembre fue que Cuba se convirtió en la primera nación que reabrió sus escuelas con la población infantil vacunada contra la covid-19

Por LILIAN KNIGHT ÁLVAREZ

Las escuelas volvieron a colmarse de colorido y festividad con el acto de reinicio del curso de forma presencial en los distintos niveles de enseñanza. (Foto: JORGE LUIS SÁNCHEZ RIVERA)

Se despojan de un letargo de varios meses. Unos remolonean y frotan sus ojos en lucha contra el sueño y la costumbre del aislamiento, a otros la excitación del reencuentro los tiró de la cama mucho antes de que sonara la alarma. Lo cierto es que es el día del anhelado regreso a las escuelas, de modo presencial.

Más de 718 400 estudiantes de prescolar a quinto grado, así como los de niveles elemental y medio de las provincias de Mayabeque, Villa Clara, Camagüey, Las Tunas, Holguín y Granma, se sumaron a aquellos que iniciaron el curso desde el pasado 8 de noviembre.

La mayoría ya completó su esquema de tres dosis de vacunación y llegan a sus aulas con la gratitud y la confianza por el éxito de la ciencia cubana. Sin embargo, la “fiesta” de este reinicio no significa resquebrajar el cumplimiento de las medidas sanitarias, por el contrario, conlleva el mantenimiento de estas y adaptarse a una nueva normalidad reacia a matutinos escolares y aglomeraciones en los recesos y almuerzos.

Aun cuando mantener el distanciamiento se torne complicado en algunos casos por la estrechez del aula, padres y maestros deben insistir en las medidas higiénico-sanitarias y en el fomento de una nueva cultura de comunicación derivada de la pandemia.

Este 15 de noviembre marcó un nuevo comienzo, no solo para la Educación, sino también para la familia. El llamado es a recuperar el tiempo pausado con disciplina y dedicación, a sistematizar conocimientos conscientes de que no todos los estudiantes pudieron ver las teleclases o establecer mecanismos para aclarar sus dudas.

La alegría de los niños por este añorado reencuentro fue contagiosa. Así lo constataron el presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz, quienes presidieron el acto central por el reinicio del curso en la escuela primaria Pedro Domingo Murillo, de Ciudad Escolar Libertad, en el municipio capitalino de Marianao.

Esa alegría pobló las calles, como reflejo del sosiego y la felicidad que significa iniciar el camino de regreso a nuestras rutinas y vidas habituales. Camino que seguiremos sin prisas ni pausas.

El reencuentro depara muchas emociones y anécdotas. (Foto: PASTOR BATISTA)

El reencuentro depara muchas emociones y anécdotas. (Foto: PASTOR BATISTA)

Son más de 1,7 millones los niños y adolescentes que reemprenden el aprendizaje frente a sus maestros. (Foto: PASTOR BATISTA)

Desde temprano empezó la marcha –la genuina y soberana– hacia los centros educativos. (Foto: PASTOR BATISTA)
El presidente Díaz-Canel asistió al acto central por el reinicio del curso escolar en todo el país, en la primaria Pedro Domingo Murillo en Ciudad Escolar Libertad. (Foto: Omara García/ ACN)

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Un comentario

  1. Sosegados y orgullosos estamos asimismo aquellos que alrededor del mundo compartimos y celebramos con el pueblo cubano sus triunfos y logros en su lucha frente al imperialismo implacable, cuyos metodos, desde la mentira al terrorismo, no conocen limites.
    Adelante Cuba; el mundo, la verdad y la dignidad estan de tu lado y siempre venceras!!

    Felix Alvarez
    Oklahoma City

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