Este lunes se iniciaron las anunciadas secciones de tryout (o prueba) en el Estadio Latinoamericano y se extenderán hasta el próximo miércoles
Acicalar a nuestros mejores “peces” es el plan, para intentar motivar a los scouts del béisbol que vinieron a La Habana en busca de talentos.
Es de hecho la primera vez que se convoca de esta manera en nuestro país, pues antes solo se tiene constancia de visitas de un solo club a la vez.
Ahora coincidieron representantes de ligas de cuatro países: Japón, Corea del Sur, República Dominicana y Ecuador. Además, se convocó a la prensa especializada para los días de inicio y final, pues el martes las secciones serán a puertas cerradas.
Después de lo visto por los popularmente conocidos como ojeadores, al menos la primera jornada, actividades de las que BOHEMIA fue testigo desde la grada del Coloso del Cerro, algo parece seguro: algunos de los nuestros podrán incursionar en ligas foráneas.
Eso sí, aún no sabemos quiénes serán los elegidos, porque algunos en estos casos se ponen nerviosos, mientras otros por el contrario se lo pasean sin mayores contratiempos. Y claro, esto es como un examen en la escuela.
De cualquier modo, se trata de un proceso extenso que apenas recién inició, por lo que tampoco se conocerán los candidatos a firmas al término de las tres fechas del tryout (o prueba).
El listado de los pretendientes es grande. En total, mostraron sus potencialidades a través de distintas pruebas, 41 peloteros de la preselección nacional, 19 sub-23, 16 juveniles (sub-18) y cinco de la Serie Nacional, estratégicamente seleccionados por la Comisión Técnica,.
Se practicó la carrera de 60 yardas (unos 55 metros): la habitual de home a primera con swing; se midió la potencia en los brazos de receptores, jugadores de cuadro y jardineros; y realizaron prácticas al bate y para lanzadores.
Según tengo entendido, estos scouts no solo se fijan en las actitudes físicas, sino que su campo de investigación va más allá. Cuando un atleta les llama la atención sobre el terreno, se extienden hasta la personalidad, modo de comportarse e, incluso, si finalmente resulta de interés, escarban en la vida familiar.
Lo cierto es que para la pelota cubana este debe ser un paso de avance, pues el proceso, que inició apenas con la exhibición de nuestros “peces”, sirve además a que disminuya en alguna medida la migración de figuras, en su mayoría jóvenes, que en ocasiones resulta arriesgado y sin la certeza de un contrato.
No es un secreto para nadie: los involucrados en ligas foráneas ganan económicamente y también en aprendizaje, madurez y perfección.
Así que todo lo que podamos hacer con el propósito de beneficiar a los protagonistas de nuestro deporte nacional, declarado Patrimonio Cultural de la Nación, es bienvenido en estos tiempos, en los cuales no brilla como quisiéramos.
