La prensa a debate

Entre el dos y tres de noviembre sesiona el Congreso de la Unión de Periodista de Cuba que aborda los desafíos de la prensa en el complejo contexto económico-social


El XI Congreso de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec) trae a debate la necesaria transformación de los medios y, por ende, de la organización, para ajustarse al complejo escenario político, económico y social.

Ricardo Ronquillo declaró que una Upec fuerte implica medios fuertes y viceversa. Foto. / Yasset LLerena

El experimento para la transición hacia un nuevo modelo de gestión (en el que se encuentran unos 15 medios de momento) es quizás la estrategia política más visible de dicho cambio. Sin embargo, los delegados al encuentro insistieron en que, independientemente de esta transformación, otras deben darse en el gremio. Una que se base en el ejercicio periodístico apegado a la realidad de la población para que el sistema de medios logre esa reproducción simbólica del sistema político, el cual depende enteramente de la legitimidad que tenga.

«El crédito de las instituciones de la Revolución está estrechamente vinculado a la credibilidad de la prensa», afirmó Ricardo Ronquillo, presidente de la organización hasta estos momentos, quien además planteó una compleja realidad: se han perdido más de 900 profesionales en el sector.

«No nos pueden ver cómo enemigos de la Revolución», comentó Beatriz Vaillant, directora de la revista Somos Jóvenes, al referirse a los cuestionamientos que sufren los periodistas luego de la realización de trabajos críticos, cuando «la realidad que nos toca contar es la de nuestro pueblo».

Fotos./ Jorge Luis Sánchez Rivera.

Ante este escenario, una de las funciones de la Upec es defender que los contenidos, cuadros y profesionales de la prensa respondan, en primer lugar, a las necesidades informativas de los medios, pero siempre ajustadas a la agenda pública.

Una preocupación fue planteada por varios delegados: vamos tarde, teniendo en cuenta que estos planteamientos han estado presentes en ediciones anteriores y en investigaciones como la de Julio García Luis (recogida como base teórica en el Informe Central del Congreso) que data de casi 20 años.

En el complejo contexto en que estamos, esos cambios no pueden esperar, aunque sean difíciles, y no ocurran en todas las instituciones al unísono. Al tema salarial se suma el déficit energético y de transporte en que se encuentran las instituciones periodísticas, dijo Yamilka Álvarez, corresponsal de la Agencia Cubana de Noticias en Guantánamo.

«Más allá del experimento y la nueva Ley de Comunicación Social, si no se transforma la mentalidad de aquellos que tienen en sus manos viabilizar los cambios, no se hace nada», sentenció Ileana García, comunicadora del Instituto Cubano de Amistad con los Pueblos.

Durante el cónclave se planteó la necesidad de que los cuadros de los medios tengan dominio periodístico y entiendan las necesidades informativas del pueblo. / Yasset LLerena.

Los participantes añadieron que la Upec del siglo XXI debe ser una que motive también a los jóvenes, que hable en su idioma, que atienda a sus miembros, sobre todo los de más antigüedad, y se nutra del municipio, que hable del respeto y el rescate de los valores en nuestra sociedad.

La formación y capacitación de los profesionales, la vinculación desde mucho antes de que lleguen a las universidades, así como también las herramientas a desarrollar en los escenarios virtuales, fueron otros de los temas que se presentaron en las tres comisiones del Congreso en el que intervienen 275 delegados y otros invitados.

Uno de los desafíos mayúsculos es, precisamente, lograr esa autoridad social de nuestro periodismo, de lo que depende no solo la sostenibilidad del sistema de medios públicos, sino, también, el consenso nacional en torno al proyecto político de la Revolución.

Fotos./ Yasset LLerena.

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