Es tan bella la ciudad de Camagüey, villa Puerto (de arribos y confluencias) y Príncipe (principado de héroes y princesas), que resulta imposible no quedar atrapado ante la magia de su historia y cultura.
Cámara en mano, y especialmente guiado por el vuelo de ángeles danzantes, anduve sus calles, plazoletas, iglesias… Ellos, cuatro jóvenes talentosos bailarines del Ballet de Camagüey, quienes han hecho de los adoquines su tablado y acercan un arte clásico a vecinos y transeúntes.
Estímulo y gratitud, desde esta página bohemia, para Patricia, Rosa María, Marlon y Robert Landy por su pasión y amor, sentimientos que locales y viajeros pueden hallar de repente, en cualquier danzante sendero de la atractiva Ciudad de los Tinajones.