Sanciones deportivas contra Rusia. Directamente a lo ridículo sin transitar por lo sublime

 

Por: ERNESTO V. FERNÁNDEZ DOMÍNGUEZ

Jesse Owens y Hitler. Olimpiada de 1936.  / Milenio.com
Jesse Owens y Hitler. Olimpiada de 1936. / Milenio.com

De buena fe se puede pensar que el deporte debe estar ajeno a los vaivenes políticos que sufre el planeta periódicamente. Me considero entre los que guardan buenos sentimientos respecto a los ideales deportivos de igualdad y competencias sanas. Debiera ser así; pero en la práctica no lo es.

El ideal de Pierre de Coubertin, fundador de los Juegos Olímpicos de la era moderna, fue la competición deportiva bajo el signo de la paz, unión y hermandad, pero debido a la desnaturalizada interrelación de deporte y conflictos políticos, ideológicos o bélicos, ese ideal ha devenido quimera.

Me viene a la mente el caso de Jesse Owens, el multipremiado atleta negro, oriundo de Alabama, Estados Unidos, nieto de esclavos, quien aun marcado por la pobreza y el racismo, ganó cuatro medallas de oro en los Juegos de Berlín de 1936 ante el rostro contraído de Hitler. Esas preseas fueron consideradas como las más politizadas de la historia.

¿Por qué?, les digo. Antes de comenzar las competencias en suelo nazi, los dirigentes del Comité Olímpico de Estados Unidos “aconsejaron” a Owens mantener un perfil bajo, no hacer ningún gesto estridente en favor de la raza negra y en ningún momento hablar de política. Sin comentarios.

El de Owens no es un caso solitario. En 1968, durante la Olimpiada de México, los atletas estadounidenses Tommie Smith y John Carlos, primer y tercer lugar en 200 metros, hicieron el saludo del Poder Negro en el podio de premiación. ¿Qué hizo el Comité Olímpico estadounidense, presionado por el COI? Los regresó a casa.

Está también el incidente protagonizado por Colin Kaepernick, jugador negro profesional de fútbol americano. Lo que voy a compartir con usted, sucedió en 2016.

Colin Kaepernick. 2016. /Newsday
Colin Kaepernick. 2016. /Newsday

Como es habitual antes de comenzar un encuentro deportivo, se dejó escuchar el himno nacional y Kaepernick, en protesta por la segregación racial, en vez de mantenerse de pie y entonar el himno, se agachó con la rodilla derecha en tierra y no se quiso levantar.

Por ese gesto Kaepernick fue apartado de la National Football League -la mayor de Estados Unidos- por antipatriota. Incluso, recibió amenazas de muerte y también ácidas críticas, en especial de Donald Trump. Nunca pudo volver a jugar.

Las Olimpiadas no se salvan de los antagonismos políticos

Son famosos los boicots a los Juegos Olímpicos. No vamos a relacionarlos todos, claro está. Solo algunos ejemplos. En 1956, debido a que el Comité Olímpico Internacional (COI) rehusó sancionar a los atletas británicos y franceses luego de que el Reino Unido, Francia e Israel atacaran a Egipto porque había nacionalizado el Canal de Suez; este país, Líbano e Irak no asistieron a los XVI Juegos de Australia. En esa misma lid internacional, la República Popular China se negó a participar junto a Taiwán porque considera a esta isla parte inalienable de su territorio nacional.

Antes de los XXI Juegos Olímpicos de 1976, que se celebrarían en Montreal, Canadá, varias naciones africanas pidieron al COI que excluyera a Nueva Zelanda por haber disputado un juego de rugby con un equipo de Sudáfrica, país que había sido expulsado del movimiento olímpico por su política de segregación racial. Como el COI rechazó la petición, 28 naciones del Continente, a los que se les sumaron Guyana e Irak, resolvieron no participar en las competencias.

En 1980, como respuesta a la incursión militar soviética de Afganistán a petición del Gobierno de este último, 65 países boicotearon los XXII Juegos Olímpicos celebrados en Moscú. Cuatro años después, en respuesta, la Unión Soviética y el bloque socialista, con excepción de Rumania, no asistieron a la Olimpiada de Los Ángeles.

Aquelarre de sanciones

Llegó el 24 de febrero de este año y buena parte del mundo se puso las manos en la cabeza: ¡Rusia invadió a Ucrania!, se dijo. Se desató entonces contra el país eslavo una sinfonía de sanciones con la batuta orquestal en manos de los Estados Unidos.

Equipo ruso de fútbol / @team Rusia
Equipo ruso de fútbol / @team Rusia

Dentro del “todo incluido” de castigos antirrusos están los concebidos para el área deportiva. Cuatro días después del inicio del conflicto bélico, la Federación Internacional de Fútbol (FIFA) sacó a Rusia del Mundial 2022 de Qatar. El COI recomendó, por su parte, expulsar a todos los deportistas rusos de cualquier competición. El mismo organismo había recomendado además retirar la Orden Olímpica al presidente Vladimir Putin.

Vladimir Putin, cinta negra en judo / Wall Street Journal
Vladimir Putin, cinta negra en judo / Wall Street Journal

Las instituciones internacionales de boxeo y natación suspendieron todas las competiciones que debían disputarse en Rusia. En los mundiales de voleibol, que deben efectuarse entre el 26 de agosto y el 11 de septiembre, Francia y Polonia amenazaron con no competir si la nación euroasiática se mantiene en la lid. Por su parte, la Federación Internacional de Hockey eliminó indefinidamente a los equipos rusos y bielorrusos; mientras que Vladimir Putin, practicante de judo, fue suspendido como presidente de honor y embajador de la Federación Internacional de ese deporte.

La histeria ha llegado hasta la Fórmula 1: la prueba automovilística del Gran Premio de Rusia, que se disputaba en Sochi, fue suspendida; y la Federación Internacional de Tenis comunicó que los rusos  y bielorrusos serían expulsados de los torneos internacionales por equipos, tales como la Copa Davis y la Billie Jean King Cup. En ambas competiciones, Rusia es el actual campeón.

La Federación Internacional de Atletismo dio a conocer, por su lado, que no permitirían que atletas, entrenadores y funcionarios de Rusia y Bielorrusia participen en ninguna competencia del World Athletics Series, que incluye los campeonatos mundiales de atletismo de Oregón, el Indoor de Belgrado y el de marcha por equipos en Omán, todos en este año.

El baloncesto también tuvo su cuota de acidez. La Euroliga decidió suspender indefinidamente a los clubes rusos, por lo que no podrán participar en el certamen franquicias como CSKA Moscú, UNICS Kazan y Zenit de St Petersburgo.

El conflicto ha afectado de igual forma a los patrocinios: la Unión de Federaciones Europeas de Fútbol, órgano rector de ese deporte en Europa con 55 federaciones nacionales, rompió con Gazprom, uno de los principales patrocinadores desde 2012.

También lo hizo el equipo alemán Schalke 04.

La famosa agrupación de fútbol inglés Manchester United se deshizo de su vínculo con la aerolínea Aeroflot, mientras que el multimillonario ruso Roman Abramovich no pudo seguir viviendo en Gran Bretaña y “entregó” la administración del Chelsea.

Descendiendo a lo mezquino

A solo 24 horas del inicio de los Juegos Paralímpicos de Invierno en Beijing (4-13 de marzo), el Comité Internacional que rige este tipo de encuentro decidió prohibirles a los atletas rusos y bielorrusos su participación. Hacer que el mazo de las sanciones también cayera sobre limitados físico-motores, visuales o de cualquier índole, más que una venganza política deviene actitud mezquina.

Desfile de banderas durante la clausura de los Juegos Paralímpicos de Beijing 2022.  / EPA
Desfile de banderas durante la clausura de los Juegos Paralímpicos de Beijing 2022. / EPA

Continuemos. La ridiculez no se detuvo en los Paralímpicos de Beijing. Ahora se exige a potenciales deportistas rusos y bielorrusos que deseen participar en cualquier certamen, que renuncien a su bandera y compitan a nombre propio.

De otra parte, la firma norteamericana de videojuegos Electronic Arts amenazó el pasado dos de marzo que retiraría a la Selección Nacional de Rusia y a todos sus clubes del juego «FIFA 22». EA Sports, división que comercializa los entretenimientos de esa firma, anunció que el CSKA, Spartak y Lokomotiv, todos de Moscú, son los equipos que quedarán fuera en primera instancia.

¿Piensa usted que ya ha visto, escuchado o leído todo acerca de la exagerada arremetida mediática o política contra Rusia?  Permítame añadirle una pincelada más: mientras redacto estas líneas, en Alemania se ha prohibido el uso de la Z en cualquier anuncio, cartel o logotipo sea deportivo o no, debido a que es ¡el símbolo que identifica a los tanques rusos en el frente ucraniano!

Es posible que usted recuerde; pero a mi no me viene a la memoria sanción o propaganda negativa alguna contra deportistas estadounidenses cuando militares de esta nación hollaron suelos dominicano, panameño, iraquí, afgano y un largo etcétera. Tampoco recuerdo que el COI u otra organización deportiva se hayan pronunciado al respecto.

En fin, toda esta alharaca antirrusa me recuerda cuando al gran Jesse Owens le susurraron al oído lo que tenía que hacer o decir. Pero como sabemos, Owens siguió adelante y ganó.

 

 

 

 

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Un comentario

  1. Muy buen artículo. Lo reproduciré para los lectores que por razones conocidas no leen Bohemia. Los reproduciré por supuesto dando a conocer su fuente y sin ánimo de obtener beneficios, todo lo contrario, mas es un placer.

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