Si alguien imaginó que la visita a Ciego de Ávila por parte del Secretariado del Comité Central del Partido (16-20 de mayo) y su resumen, este jueves 9 de junio, soslayarían los preocupantes problemas que aquejan a la población y que perjudican a la economía, simplemente se equivocó.

Expuesto por Miguel Díaz-Canel Bermúdez, Primer Secretario del Partido y Presidente de la República de Cuba, el mencionado resumen develó, por una parte, el brutal efecto que sigue teniendo el recrudecimiento del bloqueo imperial, las insuficiencias internas en contubernio con el adverso comportamiento del clima, y por otro lado, la extraordinaria capacidad del país para continuar sobreponiéndose a esas y a otras adversidades, no doblegarse y avanzar, aun cuando se está muy lejos de aprovechar las potencialidades humanas y materiales existentes.

Y justamente ahí coincidieron más de una vez los criterios del propio mandatario cubano y de Roberto Morales Ojeda, miembro del Buró Político y Secretario de Organización y Política de Cuadros del Comité Central.

Consciente también del asunto, Liván Izquierdo Alonso, máximo dirigente partidista en territorio avileño, acotaría que, en efecto, el grueso de las deficiencias detectadas por la visita tienen una base subjetiva, lo que de hecho indica la factibilidad real de resolver muchos de los problemas señalados si, conforme al estilo que se ha trazado la provincia, se trabaja rápidamente, bien y sin perder un día.

Por ello, buena parte del análisis estuvo centrado en el funcionamiento interno y en la labor hacia fuera (atención a la Unión de Jóvenes Comunistas, organizaciones de masas, sociedad, economía) por parte de las estructuras del Partido a todos los niveles y de la actitud individual de cada militante.

“Tenemos capacidades, condiciones y potencialidades para vencer cualquier obstáculo y adversidad, pero para ello hay, indudablemente, que hacer esfuerzos y sacrificios… Con la convicción de que podemos vencer uno se entrega por completo” —reiteró Díaz-Canel tras convocar a que cada cubano ejerza su participación, sabiéndose de antemano que “el primer rol le corresponde a la militancia”.

Así, entre las ideas enfatizadas por él está el llamado a aprovechar las enseñanzas asociadas al enfrentamiento a la Covid 19, dejar atrás ya esa etapa y lograr el retorno a la normalidad en todos los frentes de la producción y de los servicios, como necesidad insoslayable hoy para la nación.

En tal sentido se preguntó por qué el heroísmo que hacemos los cubanos en situaciones excepcionales, sumamente complejas, no puede convertirse en heroísmo, inteligencia y esfuerzo de cada día.

Para los avileños queda claro que si así fuera, hoy mostraran un semblante más alentador un grupo de empresas con pérdidas, así como otras insuficiencias relacionadas con la producción azucarera, siembra y limpia de caña, acopio de leche, transporte… todo ello apreciado durante la visita al territorio, que dicho sea de paso abarcó a 223 centros y a 33 de las comunidades con más dificultades en el orden social.

Claridad contra el apagón

Con la misma capacidad que siempre ha tenido la máxima dirección del país para mantener informada a la población, Miguel Díaz-Canel Bermúdez explicó que todavía habrá días difíciles desde el punto de vista energético, con la salida de una unidad de la termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, de Felton, en el holguinero municipio de Mayarí.

Esa decisión, sin embargo, debe crear condiciones favorables para asegurar labores de mantenimiento en la central matancera Antonio Guiteras, con el propósito de seguir mejorando la situación del país y crear bases más sólidas para el verano.

A propósito del tema, fustigó a quienes, en juego con las intenciones y el discurso enemigos, culpan al gobierno cubano de los apagones que inevitablemente están teniendo lugar y no quieren ver el peso que en todo ello tiene el efecto de la política cada vez más hostil por parte de Estados Unidos para asfixiar a Cuba.

Aun así, añadió, la solidaridad mundial continúa creciendo y puso como ejemplo el rechazo de muchos países a la exclusión de Cuba, Venezuela y Nicaragua de la llamada Cumbre de las Américas, artimaña imperial que, como boomerang para el imperio, ha devenido nueva victoria de la Revolución cubana.

A pesar de la presión que implicaba estar un rato después en Camagüey (a casi 150 kilómetros de Morón), el mandatario cubano halló tiempo para visitar unidades de comercio y gastronomía revitalizadas en el poblado de Patria, escuchar y responder preocupaciones e inconformidades de habitantes allí (cuyo seguimiento orientó realizar), hablar con niños y maestros de la escuela José Maceo, así como con miembros de la junta directiva y trabajadores de la Cooperativa de Crédito y Servicios Sergio González y de la Unidad con que cuenta la Empresa Agroindustrial Ceballos para producir vegetales.

Buenos en captar la seña, para los avileños debe quedar claro, en fin, lo último que durante el resumen dijo Miguel Díaz-Canel, libre de toda consigna o exceso de entusiasmo: “Vamos con todo;  con toda la fuerza que tiene Cuba y eso es precisamente lo que esperamos de ustedes”.