Sencillo ejemplo de cómo se puede enfrentar con rapidez lo que al pueblo perjudica

Hay puntos, como el crucero de ferrocarril ubicado en Quesada, plena carretera central, territorio de Ciego de Ávila, donde antes, durante y después de los días que comprende la cosecha de la papa, se apostan ciudadanos con ejemplares del tubérculo a mano llena, en desenfadado ofrecimiento de venta.

Aprovecho para recordar un simple detalle: ninguno de ellos siembra, limpia, le da otras atenciones culturales, vela por la seguridad, ni cosecha el producto. Usted puede suponer “de qué callada manera” se apropian de él.

Para no redundar mucho en el asunto, ese fenómeno roza, raya o se va por encima de las varillas de la impunidad.

No parece ocurrir igual allá por El Balcón del Oriente Cubano (Las Tunas) donde, según publica Tiempo21, fueron decomisadas más de seis toneladas del tubérculo, en el contexto de un operativo realizado por fuerzas del Ministerio del Interior para detectar y neutralizar actividades ilícitas.

El asunto no concluyó ahí. De acuerdo con una información redactada por el colega Miguel Díaz Nápoles, recientemente electo Presidente de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba (Uneac) en esa provincia, tras el mencionado decomiso toda esa papa fue redistribuida para centros de Salud y las dos casas para niños sin amparo familiar que funcionan en el municipio cabecera.

La vianda, que había sido trasladada desde el occidente del país, no estaba acompañada de una clara documentación en torno a volumen y procedencia, además de que estaba siendo ofertada a la población a precios no aprobados, razón por la cual se abrió un proceso investigativo.

Si siempre y en todas partes se actuara así, la papa y otras muchas cosas andarían un poquito mejor, ¿no creen?