Todo indica que, después de un lustro, por fin el hockey cubano sobre césped contará con el terreno sintético cuyos primeros pasos se remontan al año 2017 en Ciego de Ávila.
Segundo de su tipo en el país –el otro está ubicado en Santiago de las Vegas– el nuevo campo ocupa privilegiado espacio a pocos metros de la Sala Polivalente Giraldo Córdova Cardín y deviene no solo reconocimiento a las 14 ocasiones en que la provincia se ha coronado como campeona en la primera categoría (con más de una veintena de títulos juveniles, además), sino también escenario estratégico para el desarrollo de esa disciplina en Cuba.
Aun así, entre inclemencias naturales, carencia de recursos, dificultades con equipamiento para determinadas labores de alto rigor y precisión, así como el incuestionable modo en que pueden incidir factores subjetivos cuando los detalles no se “amarran” bien, la instalación de los distintos elementos, donados por la Federación Internacional de Hockey, tuvo que aguardar durante todo este tiempo.
Para alegría de deportistas, especialistas, directivos y aficionados, desde mediados de mayo comenzó la colocación del material sintético, a cargo de expertos argentinos con apoyo de personal cubano.
[quote]“A diferencia de lo que algunos imaginaban, los paños, pegamento y otros componentes estaban en perfectas condiciones”, puntualiza en declaraciones para BOHEMIA Ángel Manuel Marín Hernández, comisionado provincial de la disciplina en Ciego de Ávila.
“Como puede apreciarse, avanza sin dificultad la aplicación de arena sílice, a razón de 30 kilogramos por metro cuadrado; aquí se encuentran las porterías, las mallas y no debe haber problemas para que en junio prosigan los trabajos, con el montaje de los dos backestol y de los tres bancos: uno para cada equipo y el de los árbitros” –añade Marín.[/quote]
Una vez concluidas las faenas (aprovecho para decir que el proyecto concibe graderío) deben estar creadas las condiciones para la inauguración y progresivo uso de una instalación deportiva vital para seguir fortaleciendo el hockey dentro del territorio, al tiempo que servirá como base de entrenamiento, punto para organización de concentrados en ese deporte y escenario de lujo para competencias nacionales e incluso internacionales.
En torno al cuidado de la moderna instalación no es preciso insistir. Habrá custodia. Pero no solo en ese personal deberá recaer el reto de cuidarla y protegerla. Inicialmente se habló de un costo total ascendente a un millón 600 000 pesos. En el contexto actual y con la sumatoria de sucesos acaecidos a lo largo de un lustro, las cifras deben ser muy superiores.
El valor real de la obra, sin embargo, es incalculable por lo que representa para el deporte nacional. Y eso es lo que no debe olvidar jamás el pueblo avileño y en especial quienes dirigen y responden por el deporte en el territorio.
