Foto./ cubaminrex.cu
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Abriendo puertas contra el bloqueo

El cerco impuesto por Washington se muestra cada día más obsoleto para el mundo


¿Cuántas vidas se han perdido por el bloqueo económico, financiero y comercial que Estados Unidos impone a Cuba? ¿Cuántas horas, cuántos hijos, cuántos sueños? La cuenta es complicada de sacar, pues a las víctimas directas se suma el desgarramiento de familias completas. Esto no figura en ninguna estadística. Es el costo silencioso de los genocidios, el que más hondo cala y el más complejo de estimar.

En palabras de Noam Chomsky, “la obsesión histérica [estadounidense] por aplastar a la isla es uno de los fenómenos más extraños de la historia moderna”. Para denunciar lo que el pensador estadounidense calificó de “sadismo de miras estrechas”, durante dos días un Tribunal Internacional llevó a cabo varias sesiones sobre este tema, convocado por el Parlamento Europeo y celebrado en su sede en Bruselas, Bélgica.

Los expertos designaron para la ocasión un panel internacional de cinco jueces, que escucharon las pruebas. Sobre esta base, el grupo aseguró que la política aplicada por la Casa Blanca transgrede las leyes del derecho internacional y la soberanía de los países. 

Resulta insólito que, a pesar de más de seis décadas de esas sanciones y 31 años de condenas consecutivas de la ONU, esta violación masiva de la institucionalidad del pueblo continúe sin tregua. De hecho, el pasado 2 de noviembre solo Estados Unidos e Israel votaron en contra de su condena, mientras Ucrania se abstuvo.

Especialistas en leyes y testigos pusieron en relieve las consecuencias prácticas en diversos ámbitos, como la economía, las finanzas, la salud, la cultura, las relaciones internacionales y los medios de comunicación. Uno de los oradores, el español Miguel Ángel Martínez, presidente del Parlamento Europeo de 2007 a 2014, aún diputado de este, dio fe de la extraterritorialidad ilegal de las medidas. Su colega Manu Pineda subrayó la importancia de escuchar siempre los testimonios sobre los perjuicios humanos y económicos de la imposición.

Dentro del movimiento de solidaridad, el italiano Marco Papacci, el suizo Samuel Wanitsch, la alemana Angélica Becker, el belga Wim Leysen, el español Manolo García y el presidente de Medicuba Europa, Franco Caravalli, entre otros, abordaron los desafíos que enfrentan las labores de apoyo a la nación antillana. Además, prestaron especial atención a la injustificada inclusión de Cuba en la lista de países que apoyan el terrorismo y al impacto de tal decisión.

Las jornadas de debate en Bruselas fueron, por tanto, de gran importancia para evaluar los más de 60 años de bloqueo, el cual tiene como único propósito fomentar la rebelión del pueblo cubano contra su propio gobierno mediante déficits en todos los ámbitos de la sociedad.

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