Actos de exorcismo en beneficio del arte

Creadores jóvenes y consagrados indagan, estudian, investigan, se mantienen en busca de nuevas narrativas, metáforas, símbolos, para seguir nutriendo la cultura de la sociedad cubana


El diálogo, la necesidad de compartir ideas, saberes y experiencias movilizan el interés, las motivaciones de profesionales jóvenes y consagrados empeñados en enfrentar los constantes desafíos de profundos cambios sociales, económicos, culturales, tecnológicos que revolucionan el hacer cotidiano y la vida.

Diversos talleres sobre la conexión de las artes y la hibridez de los medios de comunicación audiovisuales propician ese entendimiento indispensable para crecer como seres humanos.

Jóvenes de diferentes generaciones comparten el interés por aprender e investigar. / Leyva Benítez.

Lo patentizan con creces encuentros propiciados por varias instituciones, entre ellos el que acogió el Colegio Universitario San Gerónimo de La Habana en la Sala Alfredo Guevara donde se reunieron cineastas, actores, estudiantes de artes, para pensar cómo impregnarse cada vez más de la idea global de la cultura.

El propio acceso a la sala se mantiene “escoltado” por imágenes de actrices destacadas que en diferentes escenarios han interiorizado las complejidades de personajes diversos. De ningún modo es un secreto que el mundo ha pasado a ser una sociedad mediática, multipantalla, en ella prevalecen la familiaridad con las prácticas sociales, el mundo digital, y también la tendencia de incrementar ciertas líneas experimentales, las cuales se deben buscar como una fuente de riqueza artística y de posibilidad abierta al espíritu renovador.

Para el actor y cineasta Jorge Molina son esenciales la pasión y la constancia. / Leyva Benítez.

Más de un participante destacó que el juego enunciativo del medio cinematográfico desemboca en lo que se considera una cuestión ética: la responsabilidad de decir. Tampoco olvidaron que en la visualidad actual, lo estético existe fuera del universo del arte donde la belleza no ocupa un lugar cimero.

Esta esencia atañe tanto al teatro como al cine, entre otras manifestaciones que también acuden a la palabra, al verbo, a las metáforas y los símbolos.

Fue especialmente emotiva la presentación del corto En la Calzada de Jesús (1991) por su realizador Arturo Sotto. Según recordó: “En esa época recibía clases de Vicente Revuelta. Incluyo su entrevista para apoyar que lo consideraba el Jesús del teatro cubano. Estaba conociendo el cine mudo, el cine francés, el surrealismo, lo aportado por Alejo Carpentier en conferencias sobre La Habana y otros temas”.

Hizo referencia a sus vivencias en la Escuela Internacional de Cine y Televisión de San Antonio de los Baños (Eictv) donde se graduó en la especialidad de dirección. Precisó: “Lo que está en nuestra memoria sonora, visual, siempre aparece de alguna manera. La información que se recicla algún día sale en las obras. Se me ocurren imágenes y las llevo a las palabras escribiéndolas una y otra vez. La creación es un acto de exorcismo. A veces tenemos un momento de genialidad. Si uno lo graba y lo escribe en ese ejercicio debe haber un vuelo alto”.

Sin duda, continúa el riesgo narrativo compulsando a quienes no admiten quedarse detenidos. En este sentido, el actor y realizador Jorge Molina hizo referencia al aprendizaje en el mismo centro docente donde se graduó con el corto Molinas´s Culpa.

Johan Ramos propuso historias teatrales para llevarlas a los escenarios audiovisuales. / Leyva Benítez.

En su opinión: “Uno tiene que ver, escuchar, estar atento a todo, ser una especie de esponja. Por ejemplo, mi tesis está inspirada en el plano de una película. Hay que cazar las musas, buscar colaboradores, estar pendientes de momentos que vienen y van. La pasión y la constancia nunca pueden abandonarnos. Si al primer obstáculo te rindes, lo pierdes todo”.

Nuevas y antiguas historias volverán a inquietar con alegrías, certezas, preguntas, añoranzas. Llenarán de fuerza cada nuevo impulso por conquistar lo desconocido.

Por su parte, Johan Ramos López, estudiante de la Facultad Arte de los Medios Audiovisuales del Instituto Superior de Arte propuso varias obras teatrales, entre ellas El robo del cochino, de Abelardo Estorino, para llevarlas del guion teatral al audiovisual. Ciertamente, los ojos y los oídos de los públicos deben estar atentos para comprender la densidad antropológica y la resistencia poético-política, pues sucesivas oleadas de creadores siguen en movimiento. Aportan libertad en la lealtad hacia el compromiso y la responsabilidad, los valores éticos y estéticos, el mejor conocimiento del otro.

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