ALBA-TCP: La gran alternativa

Obra concebida por los comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, con dos décadas de existencia mantiene su compromiso con la paz y la estabilidad regional


Unir esfuerzos y buscar soluciones conjuntas que resulten sustentables, basadas en la solidaridad, la cooperación y la complementariedad económica, son las premisas que marcan el camino de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (Alba-Tcp) desde que esos dos grandes latinoamericanos, Fidel Castro y Hugo Chávez, la idearon, planificaron y fundaron, hace ya de dos décadas.

Por ello sus estados miembros reafirman los valores de la diplomacia multilateral y destacan el papel que desempeña la Alianza en la promoción de la paz, la estabilidad y el desarrollo en la región y el mundo.

Y así lo patentizaron durante la XXIII Cumbre del bloque, celebrada el pasado 24 de abril en Caracas, Venezuela, una cita que manifestó precisamente su deseo de que la región siga siendo reconocida internacionalmente por su compromiso con la paz y la estabilidad regional.

El Alba-Tcp se mantiene en la vanguardia y se pone a tono con los desafíos del mundo multipolar. / @PresidencialVen

En nombre de esos valores, y de manera especial, el evento dedicó una parte importante a la situación actual en Palestina y, como colofón, invitó a la hermana nación asediada a participar en la cumbre de los 20 años del ALBA-TCP.

Palestina vive desde hace más de seis meses el capítulo más letal y sangriento de su historia y, mientras el mundo poderoso mira hacia otro lado, el Alba-Tcp alza su voz y exige una solución amplia, justa y duradera al conflicto por la vía del diálogo.

También patentiza lo imprescindible de reconocer el Estado palestino en pleno ejercicio de sus derechos y soberanía, con Jerusalén Oriental como su capital y dentro de las fronteras anteriores a 1967, además de crear condiciones para el retorno de los refugiados, precisó la declaración emanada del cónclave.

Asimismo, exigió la imposición de un alto al fuego en toda la Franja y el fin del genocidio sionista contra la población gazatí.

En este sentido, los presentes también reafirmaron su respaldo a la inmediata admisión de Palestina como Estado miembro pleno de las Naciones Unidas, un paso justo y necesario que contribuirá a la protección de los legítimos derechos del pueblo palestino

Alianza por la vida de nuestros pueblos

Los presidentes Nicolás Maduro y Díaz-Canel abrieron los debates de la cita en el Palacio de Miraflores, donde confluyeron los hermanos de siempre. El dignatario anfitrión recordó que ya son 20 años de unión y fuerza. El Alba —aseguró— se convirtió en una alianza por la vida de nuestros pueblos.

Y es que América sigue siendo la misma libertaria de hace dos siglos. Esa que brega por la unidad y solo desde esa herramienta de integración regional –reflexionó el bolivariano– puede obrarse el milagro del equilibrio, del respeto, de una nueva épica.

El presidente cubano calificó al ALBA de alianza de la unidad, que nos permite enfrentar juntos desafíos y amenazas. / presidencia.gob.cu

 De los extremismos, del fascismo, al cual acude el imperio global para solucionar sus crisis, también comentó, y dedicó parte de sus palabras al pueblo palestino y al de Haití, y a la necesidad de un nuevo modelo para el rescate de su equilibrio.

Al intervenir, el presidente de Cuba, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, destacó igualmente el valor de esta coalición de la solidaridad y la cooperación, «vencedora del pragmatismo que solo apuesta a la ganancia”, y capaz de crecer desde el Sur.

El mandatario recordó que esta fue la primera concreción de una hermandad fundada el 14 de diciembre de 2004 y que tanto precisa Nuestra América. 

 «La coyuntura nos convoca a la acción», enfatizó el jefe de Estado cubano, en alusión a los peligros con que actúa impunemente «Israel», con el apoyo de Estados Unidos.

Nadie puede justificar la brutal escalada sionista de los últimos seis meses, las graves violaciones al derecho y los crímenes de guerra, recalcó Díaz-Canel.

Voces hermanas unidas

No faltó a la cita, como siempre, el jefe de Estado de Nicaragua.  Daniel Ortega evocó la situación palestina y condenó el brutal irrespeto de EE.UU.  a la opinión mundial, que rechaza los crímenes israelíes.

El primer ministro de Antigua y Barbuda, Gaston Browne, condenó las medidas coercitivas unilaterales impuestas por Washington contra Venezuela y Nicaragua, así como el bloqueo contra Cuba, porque sólo perjudican más a los pueblos inocentes.

A su vez, el jefe de gobierno de Dominica, Roosevelt Skerrit, rindió tributo a los fundadores del mecanismo: «dos pioneros en muchos aspectos del desarrollo en este mundo”.

Según valoró, ninguna organización mundial logró hacer tanto en un tiempo tan corto y por tantos países, como ocurrió con Alba–Tcp.

De igual modo, el canciller de Granada, Joseph Andall, se refirió a la Alianza como un espacio para tratar los retos comunes y unir fuerzas con quienes han demostrado ser el vehículo para la cooperación mutua y la asistencia técnica.

Procesos como el del Alba-Tcp, junto a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, y otros bloques y mecanismos integracionistas, exigen mantener su plena vitalidad, adaptados a las nuevas condiciones y circunstancias del planeta para intentar modificar la vida de millones de personas dentro y fuera de nuestra geografía.

Si hace 20 años fue la cara opuesta al neoliberalismo, hoy es la alternativa perfecta contra la extrema derecha y el fascismo.

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