Foto tomada de la página web del Grupo Empresarial de la Industria Química.
Foto tomada de la página web del Grupo Empresarial de la Industria Química.

Alternativas ventajosas

La falta de materias primas importadas puso a pensar a los trabajadores de la UEB Conrado Piña, de la Empresa de la Goma, quienes salieron del marasmo y ahora logran utilidades con producciones alternativas de alta demanda 

Texto y fotos: Ricardo R. Gómez Rodríguez


Aquel sábado en la tarde el motorista recorrió varias poncheras, pero ninguna tenía materiales. Cuando pudo remendar el neumático, en una casucha improvisada cerca del parque Trillo, de Centro Habana, preguntó al pagar por el precio del trabajo.

—Son 400 pesos, dijo el ponchero sin pestañear siquiera.

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En primera plana, el prototipo de biodigestor en la Conrado Piña.

Cuando llegas a la entrada de la Unidad Empresarial de Base (UEB) Conrado Piña, en el municipio capitalino del Cotorro, ves una ponchera recién abierta, donde los precios oscilan entre los 20 y los 70 pesos, en dependencia de si se trata de una bicicleta o un camión.

Esa es una de las alternativas que encontraron en busca de ingresos ante la escasez de materias primas destinados a  la producción de neumáticos. Sépase que más del 90 por ciento de los insumos para esa rama dependen de la importación.

Desde hace algún tiempo los trabajadores de esta entidad solicitaron a las autoridades gubernamentales de La Habana brindar ese servicio en otros tres locales de la ciudad, a los cuales ellos asignarían los materiales que elaboran en la misma fábrica. Hasta ahora solo le entregaron la ponchera ubicada en la intercepción de las Avenidas G y Carlos III, en el Vedado.

Si nos solicitan estas gomas macizas para sillas de ruedas, las hacemos, dice Irán López Nieves.

“Esa es una forma con la que podemos ayudar a resolver problemas y paliar precios abusivos”, dice Irán López Nieves, director de la unidad perteneciente a la Empresa de la Goma (Poligom), del Grupo Químico del Ministerio de Industrias.

Explica que en los dos años y medio que lleva al frente del colectivo, con el apoyo de este, se propuso cambiar la realidad de la UEB, que se caracterizaba por irregularidades y paralizaciones por largos plazos, lo cual repercutía en la desmotivación de los trabajadores.

Por eso incrementaron la elaboración de jabolina y lejía, en la que transitaron de una manufactura, muy limitada, a producciones a gran escala, que expenden a granel y en efectivo, directamente a la población, en una tienda que abrieron a la entrada del centro.

Allí, en el kilómetro 20 y medio de la Carretera Central, venden, además, zapatillas de agua de distintas medidas, betún para calzado y haraganes creados a partir de un encadenamiento con una mediana empresa de Villa Clara.

Otras de las ofertas son las alfombras con las cuales se limpian los zapatos a la entrada de las casas o destinadas al piso de autos y mangueras para los radiadores de los carros. Además, tienen la intención de aumentar los servicios de atención a la comunidad. “Ya el barrio no ve a la fábrica como algo ajeno a su entorno”, dice el director.

Suministros a sectores prioritarios

Irán López comenta que la misión estratégica de la UEB abarca a casi todos los sectores prioritarios del país, porque reparan o elaboran medios o aditamentos de gomas, que sustituyen importaciones.

Tal es el caso de las alfombras para vehículos que dan servicio al turismo, que son caras en el exterior y tienen amplia demanda porque ellos las elaboran con calidad.

También se suman a procesos de mantenimiento de las centrales termoeléctricas del país; por ejemplo, en la Antonio Guiteras revistieron y les devolvieron casi las propiedades iniciales a los tanques destinados al tratamiento del agua de mar que entra a la planta. Ello repercute en aumentar los volúmenes de entrega de energía al sistema electro-energético nacional. Al Ministerio de Energía y Minas suministran igualmente codos y les reparan los hidrovac (sistema neumático de freno).

La mezcla de jabolina la logran con pocos recursos.

En la sala de exposiciones de la Conrado Piña, Irán y la directora comercial, Lidia Flor Sanmiguel, mostraron otros artículos de goma que elaboran, como rodillos, correas usadas en centros de elaboración de la industria pesquera, zapatillas de frenos de autos, cojines para ponches y el pegamento usado con ese fin, conocido popularmente como michelín…

Unos calzos macizos redondos que son empleados en el fondo de los tabloncillos de ballet y otros, similares a adoquines, los suministraron con el propósito de revestir el piso del patio en una casa de niños sin amparo familiar para evitar que los niños se golpearan al caer.

Solo en el año 2022 aportaron 660 000 pesos en divisa, con una inversión de 71 000. En lo que va de 2023 los gastos en esa moneda ascienden a 120 000 y los ingresos a 440 000.

Todo ello repercute favorablemente en los salarios de los 170 trabajadores de la UEB, los cuales hace par de años recibían unos 2 000 pesos mensuales y ahora promedian los 5 900, a lo cual se agrega el pago de utilidades cada trimestre. En el último, por ejemplo, esas liquidaciones fueron superiores al 90 por ciento del salario promedio.

Crear, pensar, crecer

El colectivo de la Conrado Piña tiene claro que la posibilidad de crecer está en sus manos. Por eso idean, renuevan.

Allí vimos una muestra de lo que pudiera parecer una enorme serpiente pitón de goma, acabada de ingerir alimento. Se trata de un proyecto de biodigestor, destinado a zonas de campo; a este le echan por su entrada el estiércol vacuno, que -al descomponerse- se convierte en gas y puede usarse en la generación de calor para la cocción de alimentos.

Esta pizarra nos evita muchos dolores de cabeza, comenta su creador Luis Francisco Pérez.

Cuando visitamos la fábrica, la mayoría de los obreros estaban de vacaciones de verano, pero otros tenían la misión de reparar la caldera de vapor, esencial en todos los procesos. Les costaba muy cara importarla y recuperaron una que le compraron a Azcuba y ahora les sirve perfectamente.

A uno de los empleados, Luis Francisco Pérez, no le gustan las cámaras, ni micrófonos, su fuerte es innovar; éste técnico en automática digitalizó los controles de mando para que los operarios, mediante una pizarra, lograran mayor eficiencia y seguridad en el sistema energético. Funciona como el cerebro central de los molinos de laminado y mezcladoras, explicó.

Francisco lleva 32 años incorporado a esta industria y señala que trataron de buscar ofertas de pizarras similares en varias entidades, las que les cobraban 200 000 pesos en moneda nacional. Él la hizo a muy bajo costo y solo tuvieron que comprarle componentes que no estaban disponibles.

A Mercedes Valdivieso Cerute también le es difícil estar fuera de la fábrica en la que lleva 44 años laborando. La tecnóloga química controla, chequea y se pone junto a los demás a mezclar la jabolina en los tanques o a revisar si el pegamento deficitario, que conocemos como baje, tiene las características idóneas para pegar suelas de zapatos.

Silvia Sosa Becerá, la técnica principal es otra de las que han dedicado casi una vida a esta empresa. Dispone de un laboratorio bien equipado, donde realiza ensayos a las mezclas, que, de ser idóneas, luego repite en las producciones finales. Esa es la forma de comprobar la resistencia al desgaste, a la temperatura o la elasticidad de los renglones.

Sin embargo, hay esfuerzos que a veces no son agradecidos como ameritan. En los grandes almacenes de la Unidad Conrado Piña vimos buena cantidad de cajas repletas de suelas de botas, de las que se usan en el ejército o la agricultura. Allí están, a la espera de que algún organismo las demande con el fin de elaborar ese calzado deficitario o, incluso, para reparar el que se rompa.

La gigantesca unidad del municipio del Cotorro es muestra de que es posible producir, avanzar y dejar atrás las pérdidas.

El laboratorio permite garantizar parámetros de calidad.

Según fuentes del gobierno de La Habana, en el mes de julio último las empresas de la provincia solo cumplieron el plan de ventas al 89.8 por ciento, aunque mejoraron ligeramente en comparación con períodos anteriores. Este puede ser un buen ejemplo.

Producir, vender, aumentar ofertas repercute directamente en la satisfacción de demandas del pueblo y es uno de los elementos esenciales para contrarrestar la actual inflación.

La creación de renglones alternativos es una vía ante las actuales limitaciones económicas de la nación. Lo peor es cruzarse de brazos y echarle la culpa a las desgracias del mundo. 

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