“Amenaza” para Occidente

El golpe militar de Níger estimuló el sentimiento antigalo y anticapitalista en África. Abierta una nueva etapa de soberanía


A diferencia de otras naciones africanas que tienen su momento de estrellato fugaz tras un golpe de Estado, Níger sigue generando atención. Mucho se habló de este país del África Occidental cuando el 26 de julio de 2023 el presidente Mohamed Bazoum fue sacado del gobierno por sus propias fuerzas armadas, ante acusaciones de servilismo para con los franceses. Esta acción generó rechazo en la comunidad internacional y en la Comunidad Económica de Estados de África Occidental (Cedeao, también conocida como ECOWAS); esta última llegó a considerar una represalia militar.

La Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) advierte que existe riesgo de seguridad alimentaria en las zonas de Níger limítrofes con Mali y Burkina Faso. / elpais.com

Aunque es muy pobre, Níger atesora grandes yacimientos de uranio, de los que se servía fundamentalmente Francia, su antigua metrópolis. Ahora, al calor de las reivindicaciones nacionales, Niamey, a través del general de brigada Abdourhamane Tiani, al frente del Consejo Nacional para la Salvaguarda de la Patria, abogó este 1º de octubre por controlar sus propios recursos, en detrimento de Europa.

Dicho acontecimiento es el más publicitado; sin embargo, el país le ha dado más recientemente otra buena nueva a su pueblo con la inauguración este 1º de noviembre de un oleoducto de 2 000 kilómetros de longitud, entre Níger y Benín, el mayor construido en África. La obra le permitirá exportar su petróleo crudo al mercado internacional. Con el paso del tiempo esta inversión le deberá generar unos ingresos cuantiosos, porque su producción rondará los 100 000 barriles diarios.

El ahora el primer ministro de la nación, Lamine Zeine (designado por la junta militar el 8 de agosto de 2023), al dar apertura al proyecto, aseguró que los recursos resultantes de la explotación estarán “destinados exclusivamente a garantizar la soberanía y el desarrollo del país sobre la base de un reparto equitativo con las poblaciones”.

Extendiendo la mano

Durante una reunión del gabinete, el general Abdourhamane Tiani intentó menguar las complicadas relaciones con la Cedeao, cuando expresó que no le guardan rencor, a pesar de la vigencia de sanciones en contra. Este paso es señalado por analistas como muy positivo y puede ser interpretado como una vía abierta al diálogo y a la conciliación. Por cierto, la recepción de extranjeros en su suelo es de suma importancia para el continente en general y para las naciones limítrofes en particular. La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) estima que la cifra de migrantes varados en la norteña ciudad de Assamaka, región de Agadez, va en aumento. (1)

Esto supone una disminución de la carga para sus vecinos, no así para Níger, que actualmente acoge altas cuotas de esos desplazados por las guerras o el hambre. Según la entidad mundial, el territorio ha sido testigo de un marcado aumento en la cantidad de migrantes que regresan desde el Norte de África. Más del 90 por ciento de los que habían sido anteriormente asistidos por la OIM proceden de Mali, Guinea, Nigeria y Sierra Leona. Un reciente informe sobre el tema ha dado cuenta de que, desde 2016 la OIM ha estado brindando en Níger protección y asistencia vital a más de 95 200 inmigrantes en situación de vulnerabilidad. No puede perderse de vista que el país anfitrión debe atender su propia precariedad, que golpea a la mayoría de sus 25 millones de habitantes.

En la geopolítica

El camino de las reivindicaciones sociales y políticas se va allanando, lo cual fue captado por la gente humilde de la región, que salió compulsivamente a las calles frente a la amenaza de intervención. Asimismo, y ante el anuncio de planes de injerencia de la Cedeao, Mali y Burkina Faso advirtieron que, en caso de una acción bélica contra Níger, ofrecerían cooperación militar. Por otra parte, en un plazo bien breve, las tropas francesas (2 400 hombres) han debido dejar suelo nigerino, paulatinamente, y es un elemento que añade mayor simpatía porque Francia ya está muy desprestigiada en el Sahel. De nada le han valido sus habilidades diplomáticas y culturales, al existir cansancio popular hacia el imperialismo francés, del que tan poco se habla.

En el sitio digital El viejo Topo, el escritor y periodista italiano Sergio Cararo consideró que “Níger, de hecho, será una prueba decisiva de la competencia en las relaciones internacionales en África”. Este comentarista alerta de que el peligro para el pueblo nigerino no está conjurado, porque todavía pueden verse frente a “una intervención militar de los pocos países africanos que permanecen leales a Occidente con el apoyo de los militares europeos y estadounidenses (alrededor de 1 100 efectivos) ya presentes en el país y en el vecino Chad”, con el pretexto de ayudar a combatir los ataques islamistas, grupos que Washington y París auparon durante un tiempo en su cruzada contra Libia. (2)

En su beligerancia habitual, también los Estados Unidos bloquean a Níger. El mandatario yanqui, Joe Biden, acaba de anunciar que va a sacar al país del programa comercial Crecimiento y Oportunidades para África (Agoa), iniciativa del 2000, que beneficia a varios Estados africanos en sus exportaciones, con acceso libre de impuestos al mercado estadounidense.

En julio pasado, la población nigerina apoyó al nuevo Consejo militar, el cual exigió la salida del país al embajador francés. / almayadeen.net

A raíz de la asonada de julio, The New York Times, en un artículo un tanto especulativo, señaló a Rusia como un posible beneficiario de los sucesos. Incluso llegó a decir que los “eslóganes a favor del presidente Vladimir Putin avivaron las sospechas de que el Kremlin estaba implicado en el golpe”. Y aunque descartó esa posibilidad, sin pasar por alto que también el Grupo Wagner ayudó a las autoridades nigerinas contra los terroristas, acotó: “los funcionarios rusos ven una gran oportunidad en la crisis de Níger”. (3)

O sea, al suceso interno lo están colocando en el juego geopolítico. Tal como lo ve Sergio Cararo “un posible deslizamiento de Níger hacia la órbita rusa sancionaría, por tanto, la definitiva expulsión francesa y europea del Sahel, con consecuencias que irían mucho más allá de la dimensión militar. Con dos minas de uranio –las de Acuta y Arlit–, ambas gestionadas por la empresa francesa Orano, Níger es de hecho el primer proveedor de uranio de la Unión Europea, pues garantiza el 24 por ciento de sus necesidades”.

De ahí que las potencias occidentales harán todo a su alcance para impedir la influencia y el acceso a las materias primas por Rusia y China. Esta presunción no dará frutos: el gigante asiático se va abriendo paso también en Níger con la Ruta de la Seda. Muy posiblemente, a la larga, ambos, en su multilateralismo, se irán imponiendo.

Comparte en redes sociales:

Te Recomendamos