Al cubano le pueden faltar mil cosas, pero le sobran voluntad y placer para volver este primero de mayo sobre las plazas de siempre
Que este miércoles Cuba entera volverá a tornarse una ola humana o, como suelen decir quienes narran el acontecimiento: un mar de pueblo, eso que nadie lo ponga en duda.
Que por “enésima” vez quienes nos quieren asfixiar no logren entender tanto desbordamiento proletario, social y sobre todo familiar en avenidas y plazas… ¡Allá ellos!
Las razones son archiconocidas entre quienes seguimos en pie de paz sobre este verdecito caimán.
Lo que sucederá desde que los gallos empiecen a cantar no cae del cielo. Obedece a razones que nadie conoce como nosotros mismos.
Del ambiente previo, de los preparativos, de lo que ocurre siempre, antes del Primero, deja breve constancia mi lente fotográfico.