Por. / María Luisa García Moreno
El genocidio es el “exterminio o eliminación sistemática de un grupo humano por motivo de raza, etnia, religión, política o nacionalidad”; ha sido considerado el “crimen de crímenes”. El término fue empleado por primera vez por el profesor polaco de origen judío que abandonó su país huyendo del holocausto Raphael Lemkin, quien publicó en 1944 su libro Axis Rule in Occupied Europe (El poder del Eje en la Europa ocupada), en el que expuso todas las atrocidades cometidas por Hitler para exterminar al pueblo judío, las que calificó como genocidio. La palabra se forma a partir del sustantivo griegogenos, que quiere decir “raza o pueblo”, y del elemento compositivo -cidio, que significa “matar”.
Se incluyó el término en el derecho internacional en el acta de acusación de los juicios de Nuremberg contra los criminales de guerra nazis, donde se describió el delito como “Genocidio deliberado y sistemático mediante la exterminación de grupos étnicos y nacionales perpetrada contra la población civil de los territorios ocupados con la intención de destruir etnias, sectores de población y grupos nacionales étnicos y religiosos”.
La “Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio” (1948) de las Naciones Unidas define como tal cualquiera de los actos perpetrados con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico, racial o religioso: “a) Matanza de miembros del grupo; b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo; c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de acarrear su destrucción física, total o parcial; d) Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo; e) Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo”. Se le considera como un crimen de derecho internacional, ya se cometa en tiempo de paz o en tiempo de guerra.
Hoy la humanidad condena el bárbaro genocidio contra el pueblo palestino, víctima de la inhumana embestida del régimen israelí, que, con la complicidad de Estados Unidos y en flagrante violación del derecho internacional, masacra a su población.
