Foto./ Pastor Batista.
Foto./ Pastor Batista.

¡Buena cara!


Sin apasionamiento alguno, el saldo, lo que deja este Primero de Mayo puede ser inolvidable para todo el Archipiélago, de Punta a Cabo.

No hablo de la cantidad de confetis, globos, palitos de banderas u otros materiales que horas después -con tremendo agrado- tendrán que recoger los humildes trabajadores del sector comunal.

Me refiero a lo que queda dentro del tórax humano. Entiéndase: el orgullo de un desfile que desbordó, primero hogares, y luego calles, avenidas y plazas, con gente cantando, arrollando al compás de congas, portando carteles, con niños sobre los hombros agitando banderitas y hasta con las mascotas de casa en brazos, porque dicho en buen cubano: esta vez volvió a desfilar hasta el gato.

Era de esperar. A las adversidades, como al mal tiempo: ¡Buena cara!

Aquí, apenas un puñado de las imágenes que, con toda seguridad, incluso mejores, usted pudo captar también, en Sancti Spíritus o en otras ciudades cubanas.

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