¿Cómo ordenar el Ordenamiento?

En la jornada inaugural del Segundo Período Ordinario de la X Legislatura de la Asamblea Nacional del Poder Popular, la reflexión económica apunta a un año que no ha cumplido con las expectativas

Por. / Nailey Vecino, Dariel Pradas, Ricardo Gómez


A pocos días del cierre del año, se abrió el libro de cuentas en el marco de la Comisión de Asuntos Económicos de la Asamblea Nacional. Los números son bastante pesimistas: ya es imposible alcanzar el crecimiento proyectado del tres por ciento del PIB a precios constantes.

De hecho, teniendo en cuenta el comportamiento mostrado en los últimos trimestres – reveló el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernández durante su intervención–, puede existir una contracción de entre uno y dos por ciento nada más quede obsoleta la última hoja del almanaque.

El presidente Miguel Díaz-Canel Bermúdez, quien estuvo presente en la Comisión, arguyó que existen tres tipos de problemas que afectan la actual situación del país: el primero y principal, el bloqueo impuesto por Estados Unidos a Cuba; el segundo, la coincidente crisis económica internacional, que alza los precios de bienes vitales en el mercado global; y tercero, los propios errores cometidos por el gobierno.

“(Errores) que han provocado un grupo de distorsiones”, dijo el mandatario y aclaró: “Pero también errores que vienen porque se deben tomar decisiones en situaciones muy adversas.

“Hay que trabajar para crear riquezas y distribuir con justicia social. Eso se llama socialismo”, dijo el presidente Miguel Díaz-Canel en la Comisión de Asuntos Económicos./ Jorge Luis Sánchez Rivera.

“¿Alguien duda de que había que abrir el sector no estatal?, preguntó retóricamente. “Ahora, ¿dónde se cometió el error? En que no se abrió con todas las normas y procedimientos claros y precisos, para que respondiera al modelo económico y social: el sector no estatal es un complemento del estatal”.

También dijo que, tras años de análisis, se está estudiando cuáles “desviaciones” existen y cómo se pudieran rectificar. “¿Los culpables de las distorsiones son los representantes del sector no estatal? Donde quiera que haya una violación del sector no estatal, hay una entidad estatal que no cumplió con lo que tenía que cumplir.

“Cometimos errores en el diseño y la implementación del ordenamiento. Ahora, ¿tenemos la capacidad para corregirlos? Sí –se respondió–: estamos haciendo estudios de cómo debemos ir incrementando el salario en un grupo de sectores que están muy por debajo. Porque una virtud que tenía el diseño (original) del ordenamiento era que el salario y las pensiones mínimos estaban por encima del valor de una canasta de bienes y servicios referencial. Por lo tanto, nadie quedaba en condición de vulnerabilidad ni pobreza. Pero eso, de pronto, se distorsionó.

“Si no hubiéramos aplicado el ordenamiento, ¿no se hubieran alterado también las relaciones de salario y precio? Los números absolutos no iban a ser los mismos de ahora, pero sí iguales de desproporcionados, porque sencillamente se afectó la oferta contra la demanda.

“Hoy, con ese análisis, si subimos lo que hay que subir a (todos) los sectores que se lo merecen, y no tenemos oferta de bienes y servicios, ¿qué pasa? Ese aumento durará lo que un merengue en la puerta de un colegio”.

En ese sentido, una de las líneas de acción fundamentales para 2024 es avanzar en la implementación del Programa de Estabilización Macroeconómica, el cual busca garantizar un entorno favorable que propicie el crecimiento económico y el desarrollo del país.

De acuerdo al también ministro de Economía y Planificación, el Programa priorizará las medidas dirigidas a la corrección de precios internos del sector empresarial, que en muchos casos se han quedado “rezagados”, con entidades que tienen precios por debajo de sus fichas de costos, trabajando en pérdidas.

«Necesitamos un despegue en la actividad económica», afirmó el viceprimer ministro Alejandro Gil Fernádez durante su intervención en la Comisión de Asuntos Económicos./ Jorge Luis Sánchez Rivera.

Además, se empleará una gradual desdolarización de la economía. “No significa que vayamos a quitar todas las operaciones en divisa, pues sabemos que tenemos que transitar un tiempo con la dolarización. Pero hay que implementar medidas que den más capacidad de compra y posibilidades a la moneda nacional”, acotó Gil.

Bajo esa lógica, también se espera reactivar el mercado cambiario, al menos, corregir las diferencias de tasas de cambio oficiales, con empresas estatales funcionando con a 1 USD por 24 CUP y a 1 por 120. Una situación que recuerda mucho –sobre todo si se suma a la ecuación el cambio informal, donde el valor del dólar estadounidense supera los 250 pesos– a etapas “pre-ordenamiento”.

Por otra parte, la inflación para 2024 se estima entre un 20-25 por ciento (de por sí,  2023 cerrará con un crecimiento de un 30 por ciento, aproximadamente).

En el año próximo, eso sí, tendrá mayor relevancia el papel de los actores económicos no estatales: se esperan unas nuevas 4 000 entidades de ese tipo (que proporcionarían 52 000 puestos de trabajo adicionales), y, en total, una participación de entre 16 y 18 por ciento en el PIB.

Sin embargo, a pesar de los cursos de acción proyectados, el desempeño para tal periodo no se vislumbra tan distante de su antecesor: el crecimiento del PIB a precios constantes, se planifica en el entorno de un dos por ciento.

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