Contra viento y marea

Bernardo Arévalo prevé enfocar sus primeros 100 días de gobierno en la economía y el combate contra la corrupción y la delincuencia


Aunque no se la han puesto nada fácil, el presidente electo de Guatemala, Bernardo Arévalo de León, está convencido de que su investidura, el próximo 14 de enero, es inevitable. No obstante, predijo que el «pacto de corruptos» entre la Fiscalía y el Poder Judicial seguirá poniéndole sus zancadillas.

La dupla de Bernardo Arévalo y Karin Herrera está enfrentada a una tormenta de oposición para impedirle llegar al poder. / prensa-latina.cu

En medio de la preparación para la transición oficial, el representante del partido anticorrupción, Movimiento Semilla, realiza por estos días una gira por Estados Unidos, un último recurso para congregar el apoyo que necesita, garantizar la toma del poder y evitar el golpe de Estado que los “narcodiputados” llevan preparándole desde el 20 de agosto, cuando ganó el balotaje por amplio margen.

Desde entonces el Ministerio Público, liderado por la magistrada Consuelo Porras, intenta una y otra vez interferir en el proceso electoral. La última estratagema, y la más complicada, la protagonizó el Tribunal Supremo Electoral (TSE) de Guatemala. Siguiendo órdenes del juez Freddy Orellana, y a petición de Porras, suspendió la personalidad jurídica a Semilla.

La decisión, aunque pensada y anunciada antes, no fue válida hasta el pasado 31 de octubre, cuando concluyó de manera oficial el proceso electoral. Orellana, en complicidad con Porras y otros magistrados, ordenó una investigación contra Semilla por un supuesto fraude en la recogida de firmas para su constitución, en 2018.

Arévalo espera nuevas sorpresas de la cúpula de la Fiscalía, negada a renunciar a pesar de las masivas protestas que desde hace más de un mes protagoniza la población más vulnerable de Guatemala, los indígenas y quienes tienen depositada en el político toda la confianza de un cambio.

Plan para los primeros 100 días

El mandatario electo viene precedido por su condición de ser un hombre honesto, alejado del círculo de corrupción que ahoga a Guatemala. Su triunfo genera esperanzas de cambio en la mayor economía de Centroamérica y la de más desigualdad social.

Pobreza, violencia y corrupción son los tópicos que rigen la vida actual guatemalteca y es contra esos flagelos que se orientará justamente la política de Arévalo para los primeros 100 días de gobierno. Es por ello que, al igual que es defendido en las calles, el nuevo mandatario es visto con recelo por la élite política y empresarial del país, acusada de corrupción por organizaciones internacionales y locales.

En esa primera fase pretende trabajar para iniciar un camino de recuperación económica, combatir la corrupción, frenar la delincuencia y fortalecer el órgano ejecutivo. Según el plan que se trazó, buscará salvar al país urgentemente, para lo cual trabajará con la Comisión de Vigilancia Anticorrupción y nombrará funcionarios con criterios probos y capaces. Además, creará un nuevo Código de Ética y Transparencia, y publicará los gastos del gobierno.

En cuanto al rescate de la economía, ha concebido una rebaja al costo de la energía eléctrica, creará mecanismos para que la población adquiera medicamentos a precios accesibles e implementará un programa de vacunación. Además, Arévalo ha proclamado rebajarse su salario, al mismo tiempo que revisará las remuneraciones de los funcionarios de alto nivel para eliminar privilegios injustificados y la práctica de hacer de la política un negocio y no un servicio.

Asimismo, creará un programa de manejo de recursos hídricos, desechos sólidos y bosques. Igualmente, buscará acciones para que los ciudadanos accedan a una vivienda digna. Las medidas para combatir la delincuencia se basan en poner fin a las extorsiones desde las cárceles, controlar el crimen con prevención y capacitar policías dignificados.

El control de los centros penitenciarios y la edificación de otros nuevos, un plan contra la violencia hacia las mujeres y combate al contrabando, son otras de las gestiones que pretende el futuro mandatario para la primera parte de su gestión.

Un tema medular, la lucha contra el narcotráfico, también figura entre sus prioridades, aunque ya predijo será uno de los más complicados. «Tenemos más de 20 años de políticos corruptos y, como resultado, un alto nivel de penetración del narcotráfico, narcoalcaldes y narcodiputados», expresó recientemente.

Tiene Bernardo Arévalo unas perspectivas bastante ambiciosas, pero también tiene la confianza de esos pueblos indígenas organizados por él y en defensa de la democracia ante los intentos de socavar la voluntad popular expresada en las urnas.

Comparte en redes sociales:

Te Recomendamos