Foto./ El Universal.
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Ecuador, en el centro de polémica regional

La Celac cerró filas ante las violaciones ecuatorianas a la paz y la estabilidad regionales, mientras la Corte Internacional de Justicia respondió a la denuncia mexicana ante ese organismo global


El presidente Andrés Manuel López Obrador lo prometió y así lo cumplió. Llevará a Ecuador ante la Corte Internacional de Justicia para que esa nación responda por el asalto a su embajada en Quito el pasado 5 de abril, de donde se sacó por la fuerza al exvicepresidente Jorge Glas, refugiado en esa sede diplomática.

El órgano anunció que celebrará las audiencias públicas entre el 30 de abril y el 1 de mayo, y las sesiones estarán indicadas,  primeramente, a tomar medidas provisionales, a solicitud de México. En su demanda, las autoridades de ese país pidieron al tribunal que, a la espera de una sentencia definitiva en el caso, ordene sanciones apropiadas e inmediatas para brindar plena protección y seguridad a la sede diplomática, sus bienes y archivos, abandonados tras la abrupta salida de la legación del inmueble.

También la exhortó a impedir a Ecuador cualquier forma de intrusión contra los mismos y evitar el desalojo de los agentes diplomáticos de sus instalaciones y la residencia privada. Además, México requirió a la Corte indicar a las autoridades de Quito no tomar acciones en detrimento del derecho de su país o cualquier acto o conducta encaminado a agravar o ampliar la controversia entre las partes.

Durante la primera jornada, los jueces escucharán los argumentos mexicanos y el segundo día será el turno de la nación sudamericana. Antes, la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) había cerrado nuevamente sus filas en favor de la coexistencia pacífica entre sus estados miembros y ratificó su vocación democrática cuando se ven vulnerados la paz y la estabilidad regionales.

Los representantes del mecanismo examinaron esta semana de manera virtual los detalles y consecuencias del lamentable suceso, que tuvo el rechazo mayoritario de la región. En criterio generalizado, las decisiones de Ecuador constituyeron una flagrante violación de la Convención de Viena sobre las sedes diplomáticas, el derecho de asilo, la soberanía de México y otras normas del Derecho Internacional.

Todas las intervenciones ratificaron la vocación pacifista de la Celac en función del diálogo y como entidad encargada de buscar el equilibrio entre la diversidad que caracteriza a sus estados miembros.

López Obrador fue el primero en intervenir en el foro y pidió a los miembros del grupo respaldar la demanda interpuesta en la Corte de La Haya. Ante esa organización de Justicia, México solicitará también la expulsión de Ecuador de las Naciones Unidas, en tanto no se pronuncie por no repetir este hecho vergonzoso, detalló AMLO. Asimismo, exigirá definir un procedimiento a partir de este caso para que ante cualquier Estado que actúe de la misma manera el Tribunal de Justicia presente a la Asamblea General de la ONU una resolución de expulsión definitiva.

“Si no hacemos esto, no vamos a poder vivir en un mundo regido por normas, por leyes”, consideró.

La Celac y los países representados en ella tienen la obligación de defender el Derecho Internacional de manera firme y sin titubeos, enfatizó el presidente cubano, Miguel Díaz-Canel, en la cita convocada por la mandataria de Honduras, Xiomara Castro, en su condición de presidenta pro tempore de la organización.

Debemos dejar absolutamente claro que la violación de sus principios no se justifica bajo ninguna circunstancia, agregó Díaz-Canel. De ahí el énfasis puesto en sus palabras exhortando a que se respete el Derecho Internacional, como condición indispensable para garantizar la convivencia pacífica. “Es también premisa necesaria para sostener la unidad en nuestra diversidad y requisito imprescindible para avanzar hacia la ya impostergable integración”, aseveró.

El Jefe de Estado cubano llamó a actuar en conjunto para que hechos repudiables como este no vuelvan a ocurrir en América Latina y el Caribe. “Aceptar o callar ante el inaceptable comportamiento del Gobierno de Ecuador sentaría un precedente muy grave y peligroso”, consideró.

Vocación pacifista de la Celac

Uruguay no participó en el encuentro regional, por desacuerdos con la convocatoria de la cita, tal como anunció previamente su canciller, Omar Paganini. No obstante, el titular reafirmó su postura de rechazo al asalto por la policía ecuatoriana al recinto diplomático mexicano en Quito.

Profundos resultaron los análisis del tema durante la jornada ante la gravedad de los hechos. El presidente Nicolás Maduro reconoció que ese espacio es el apropiado para ventilar de manera dialogante y pacífica las diferencias que puedan surgir entre los estados miembro. Seguidamente enfatizó la necesidad de reafirmar posturas de paz y de dignidad, y exigió se le restituya el asilo político a Glas. Como colofón, el mandatario bolivariano anunció el cierre de la embajada de Venezuela en Quito.

Más adelante, el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, también catalogó de “inaceptables” los sucesos del pasado día 5 de abril, que no afectan solo a México, sino a toda la región, y que no se vieron ni en los peores tiempos de las dictaduras militares. “Nada justifica la escena de Quito y debemos buscar soluciones desde nosotros mismos para que la Celac sea el organismo de concertación de nuestra región”, refirió. América Latina, acotó, tiene una tradición en derecho humanitario y de asilo.

Previamente a la reunión, y como otra medida de presión, el presidente de Colombia suspendió el gabinete binacional con Ecuador. Gustavo Petro reiteró que la orden de allanamiento dada por su homólogo Daniel Noboa fue un hecho muy grave para la región y alertó de la necesidad de reconstruir el Derecho Internacional si se quiere la paz en el mundo.

La reunión 12 del gabinete binacional debía realizarse el próximo día 25, en territorio colombiano. Ese mecanismo, establecido en el año 2012, bajo las administraciones de Juan Manuel Santos y Rafael Correa, tenía como misión la búsqueda de estrategias conjuntas para la cooperación fronteriza y el comercio bilateral.

En la cita de la Celac, Gustavo Petro también manifestó su enérgica condena e instó al Gobierno ecuatoriano a pensar en los pueblos de América Latina. “Actuando así parece que no viviéramos en un mundo democrático, sino con pasos agigantados hacia la barbarie”, sentenció.

Desde  Quito, la canciller Gabriela Sommerfeld intentó descalificar el encuentro y acusó a México de entrometerse en los asuntos internos de Ecuador, planteamientos rechazados también por los participantes en el encuentro. Horas antes de la reunión, y pese a las condenas internacionales, Daniel Noboa había asegurado que sentía arrepentimiento “cero” por ordenar la irrupción en la sede diplomática mexicana. “Pienso que estamos del lado correcto de la historia”, añadió.

Solo esperemos ver que dicen desde La Haya.

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