Controvertidas medidas de un controvertido presidente

A pesar de que la Constitución de El Salvador no lo permite, Nayib Bukele buscará reelegirse para mantener el modelo político que ha logrado reducir los niveles de inseguridad en el país centroamericano


Centroamérica vive jornadas importantes. En Guatemala, unas controvertidas elecciones dejaron a la población en vela por varias semanas, esperando una decisión del Tribunal Supremo Popular, que afortunadamente no cambió los resultados y el país se encamina a segunda vuelta.

Nicaragua celebra por estos días el aniversario 44 de su Revolución Sandinista de la mano del comandante Daniel Ortega y en El Salvador el partido oficialista Nuevas Ideas confirmó al presidente Nayib Bukele como su candidato a disputar la Casa Presidencial en febrero de 2024.

Hasta el momento, el mandatario, de 41 años, parece que logra todo lo que se propone. / El Tiempo

El controvertido mandatario intenta volver a dirigir el país, a pesar de los candados legales establecidos en la Constitución salvadoreña, los cuales le impiden repetir mandato. Ante esa realidad, Nuevas Ideas justifica la necesidad de que Bukele continúe en el cargo para mantener un modelo político que ha logrado reducir los niveles de inseguridad en el país centroamericano.

No obstante, voces críticas advierten de que se trata de un movimiento para perpetuarse en el poder y critican la deriva autoritaria del político. “No soy un dictador”, se defendió Bukele, en el cargo desde 2019. Su proclamación como candidato es el colofón de un proceso que se inició en septiembre de 2021, cuando la Corte Suprema de Justicia de El Salvador, afín a Bukele, declaró mediante un fallo que el presidente de la República tenía el derecho constitucional de buscar la reelección inmediata.

La Constitución salvadoreña, en vigor desde 1983, establece en su artículo 152 que no puede aspirar al poder quien antes “desempeñó la Presidencia de la República por más de seis meses, consecutivos o no, durante el periodo inmediato anterior, o dentro de los últimos seis meses anteriores del periodo presidencial”. Es decir, no permite de ninguna manera dos mandatos sucesivos, aunque la redacción deja la puerta abierta a periodos alternos.

La estrategia comenzará con su renuncia al cargo en diciembre próximo para poder presentar su candidatura y la de Félix Ulloa para la vicepresidencia.

Según el jefe de la bancada parlamentaria de Nuevas Ideas, Christian Guevara, Bukele designará a un presidente en funciones hasta el momento de los comicios.

Aunque analistas consideran inconstitucional esta decisión, el equipo presidencial descarta cualquier ilegalidad en este sentido mientras el mandatario renuncie seis meses antes de las elecciones presidenciales.

Bukele cuenta con una enorme popularidad entre la población, ganada principalmente con una ofensiva lanzada hace más de un año contra las pandillas y grupos criminales que sembraban el terror en las ciudades salvadoreñas. El pueblo respalda su gestión con 91 por ciento de aceptación. Con medidas extremas, criticadas por defensores de los derechos humanos, el presidente convirtió al territorio centroamericano en uno de los más seguros de la región.

Tales cambios le permitieron organizar eventos internacionales, como los Juegos Centroamericanos y del Caribe, recién finalizados, o albergar el programa Miss Universo, que tendrá lugar en diciembre. En marzo pasado,  luego de una escalada de violencia que dejó en menos de una semana un saldo de 87 víctimas mortales a manos de pandillas, Bukele pidió al Congreso decretar un estado se excepción, que ya extendió en seis ocasiones.

Las medidas incluyen la suspensión del derecho a la defensa de las personas detenidas, a la inviolabilidad de las telecomunicaciones y la prolongación del plazo de la detención administrativa a un máximo de 15 días. Tras las nuevas ordenanzas, han sido capturados hasta el momento 71 mil 479 delincuentes; y las autoridades incautaron tres mil armas de fuego, cuatro mil 690 vehículos y 17 mil 359 teléfonos celulares.

Además de su controvertida guerra contra las maras, Bukele avanzó en el control del aparato del Estado. Consolidó su poder en 2021 con una victoria sin precedentes en las elecciones legislativas, tras lograr un número de diputados inédito, que le dio vía libre para impulsar su agenda política.

Ahora, si bien los salvadoreños celebran los bajos índices de criminalidad y muestran adoración hacia su presidente, hay acciones de Bukele que levantan las alertas sobre un giro autoritario en su Gobierno. Organismos internacionales de Derechos Humanos, así como otros países de la región, no ven al mandatario con buenos ojos, pues consideran que ha apretado demasiado la tuerca en la lucha contra la criminalidad. En ese sentido, advierten que en su batida de la delincuencia, las fuerzas de seguridad cometieron más de cinco mil abusos contra la población.

 Otros le cuestionan su habla frontal y sin rodeos. Recientemente tuvo un altercado en redes sociales con el mandatario de Colombia, Gustavo Petro. Antes también señaló a Venezuela y Nicaragua. Igualmente, ya tuvo algunos desencuentros con escritores e intelectuales salvadoreños. Y mientras, al parecer busca perpetuarse en el poder.

Comparte en redes sociales:

Un comentario

  1. Omite la articulista que El Salvador, en Mayo del 2021, modificó la norma constitucional que impedía la reeleción inmediata. Y no lo hizo Nayib Bukele, ni la Cámara de Diputados, teniendo los votos para hacerlo, sino la Sala de lo Constitucional de la Corte Suprema de Justicia. Estableció que la decisión de que el Presidente siga en su cargo recae en los electores. El Tribunal Supremo Electoral de El Salvador (TSE) informó que acataría la desición de la Sala, señalando que las resoluciones de la Corte Suprema son inapeblables y de obligatorio cumplimiento. Sin más comentarios, sólo le sugeriría a la articulista indagar un poco más antes de informar. .

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos