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De espaldas al proyecto de Constitución

Los chilenos volvieron a rechazar la propuesta de Carta Magna y por el momento no habrá otra oportunidad para cambiar la que redactó la dictadura de Augusto Pinochet


Ya lo habían pronosticado los sondeos, el propio Gobierno y hasta la oposición. El segundo intento en poco más de un año para una nueva Constitución chilena también recibió la negativa rotunda de la mayoría del electorado.

Fue un rechazo claro a un proyecto más conservador que la Constitución actual y redactado por defensores del legado del dictador Augusto Pinochet, el mismo que elaboró la Carta Magna que aún está en vigencia, aunque reformada varias veces durante la democracia.

Para la consulta del pasado domingo 17 de diciembre se convocó a 15.4 millones de personas, y el rechazo al texto se impuso ampliamente, con 55.76 por ciento de los votos, casi 12 puntos por encima de la aprobación (44.24).

La propuesta para cambiar la vigente ley fundamental contenía capítulos que muchos sectores consideraron que significaban una regresión de las conquistas alcanzadas hace bastante tiempo.

Entre los puntos más polémicos estaba el que protege la vida de quien está por nacer, lo cual significaba la posible eliminación de la ley sobre la interrupción voluntaria del embarazo por tres causales: inviabilidad fetal, peligro para la vida de la madre o violación.

Otros asuntos controversiales eran la suspensión del pago de las contribuciones por la primera vivienda, lo cual beneficiaría a los más ricos y afectaría a las comunas que no tendrían recursos para servicios de salud, educación y seguridad, entre otros.

La eliminación del derecho a huelga y el otorgar rango constitucional a los seguros privados de salud y a las Administradoras de Fondos de Pensiones que lucran con los ahorros de los jubilados también fueron epicentro de críticas.

Chile tiene ahora otras “urgencias”

El país sudamericano pasó los últimos cuatro años intentando cambiar su Carta Magna desde que se presentó como una alternativa para resolver las fuertes tensiones del estallido social que comenzó en octubre de 2019.

La primera propuesta progresista respaldada por el joven presidente de izquierda, Gabriel Boric, de 37 años, fue rechazada en septiembre de 2022.

Para Boric este fue el último intento de reformar la Constitución en su período y su administración se centrará ahora en “otras urgencias”, según aseguró desde el Palacio de La Moneda tras conocer los resultados.

“El proceso constituyente estaba destinado a traer esperanza y finalmente ha generado frustración y hasta hastío en una parte relevante de la ciudadanía y eso no podemos ignorarlo”, añadió.

Con anterioridad, la coalición de izquierda Frente Amplio, que lidera, anunció su oposición al texto, pues aumentaba “las desigualdades, la división y las injusticias”.

Lo mismo argumentaron otros líderes del oficialismo, quienes piensan que Chile debe enfocarse en intentar solucionar otros problemas que aquejan a la ciudadanía, como la seguridad pública.

Además, hay convencimiento de que, en términos económicos, lo mejor es cerrar la discusión.

De acuerdo con varios estudios de opinión, más del 60 por ciento de los ciudadanos tampoco están de acuerdo con iniciar un tercer debate.

Hoy las prioridades de los chilenos cambiaron. Según demuestran estudios de opinión, la seguridad, la delincuencia y el narcotráfico son la primera preocupación, seguido por la economía.

Chile sufre altos índices de inseguridad./ concierto.cl

El país atraviesa una de las peores crisis en seguridad de su historia reciente. El miedo a sufrir un delito alcanzó su máximo registro histórico hace dos meses, con más de 30 por ciento de las personas que declararon tener ese temor.

Este nuevo referendo se llevó a cabo en medio de una atmósfera de fatiga en la población.

Aunque el voto en Chile es obligatorio, más de 340 000 personas solicitaron una excusa legal para no acudir a las urnas, lo cual representa tres veces más que en la primera votación, en septiembre de 2022.

Las autoridades encargadas del procesamiento de estas solicitudes informaron que a lo largo del domingo de la votación miles de personas hicieron fila en las comisarías para obtener oficialmente su dispensa y así evitar multas por no participar en el proceso.

Todo ello, sumado a la baja participación en el extranjero, demuestra el cansancio electoral y la apatía de la ciudadanía hacia esta nueva cita electoral.

En realidad lo mejor del triunfo del EN CONTRA resultó el freno a un eventual salto electoral para el Partido Republicano, de derecha extrema, y su líder, José Antonio Kast de cara a las elecciones presidenciales de finales de 2025.

Desde su creación, en 2019, esta agrupación tuvo un gran impacto en la política chilena, al liderar la primera vuelta de las elecciones presidenciales en 2021 y obtener cerca de la mitad de los escaños en el Consejo Constitucional en mayo de 2023.

De esta forma, la posibilidad de que Chile deje atrás su actual –y controvertida– Carta Magna se ve cada vez más lejana. Ya son dos oportunidades perdidas y sería completamente absurdo apostar por algo que no resultó y, al parecer, nunca resultará.

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Un comentario

  1. Continúa vigente la Constitución de 1980, modificada 63 veces y redactada por el genio de Jaime Guzmán (asesinado por un grupo de extrema izquierda), profesor universitario de Derecho Constitucional de la U. Católica, durante el gobierno militar de Augusto Pinochet Ugarte, presidente de Chile desde Septiembre de 73 a Marzo de 1990.

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