- UN TORNEO novedoso asoma en el horizonte y varias han sido las propuestas, además de algunas discrepancias en lo referido a los beneficios de su realización, así como la cantidad y nombres de los equipos participantes. En mi caso, nunca he estado del todo convencido con respecto a esta lid. Entre todas las ideas expuestas en diversos espacios, este redactor defiende una competencia con los seis elencos que se clasifiquen primeros en la tabla de posiciones a la postemporada de la Serie Nacional 61 y, sería imprescindible, que incluyeran refuerzos porque el objetivo es que continúen viendo acción los mejores peloteros del país, y concentrar la calidad. Sin embargo, considero que lo más importante sería mantener los nombres actuales de cada uno de los conjuntos que se incluyan; o sea, las provincias junto a sus conocidos seudónimos. Ello motivaría a los aficionados, que sin dudas se sienten más identificados con el uniforme de sus colores, y se podría entonces también garantizar que se mantengan llenos los estadios, sedes de esos elencos. Además, como ha ocurrido en los play off donde se han utilizado refuerzos, los fanáticos de las escuadras eliminadas en la fase regular suelen parcializarse con otra donde se encuentre alguno de sus ídolos. Otra de las variantes más nombradas sería similar a la otrora Serie Selectiva, donde se agrupaban varias provincias por zonas geográficas. No obstante, existen diversos criterios con respecto a cómo deberían ser dichas unificaciones.
- CLASIFICAR a este torneo no sería fácil. Se intensificaría la disputa en la Serie Nacional, ya no solo por quedar entre los ocho y avanzar a los play off, sino también por colarse en un evento que se pretende de mayor nivel, aunque es cierto que este aspecto es cuestionable, debido a que muchos peloteros estarían cumpliendo contratos en el exterior durante esas fechas. En defensa, comentar que resulta necesario incrementar el número de horas de juego para quienes no salen a otras ligas allende nuestras fronteras. Regresemos ahora al sistema de clasificación. Si de algo no hemos carecido esta temporada ha sido de competitividad en el torneo doméstico cubano. Por ello, implementar esa disputa aumentaría los decibeles en la recta final de la etapa inicial y nos regalaría una ración extra de adrenalina. Recordemos –cabe explorarlo– que se trataría de un sistema similar al muy exitoso empleado cada temporada para sacar boletos a la Champions League, la competencia más importante a nivel de clubes de fútbol, los cuales se reservan desde las respectivas ligas europeas con un curso de antelación, en dependencia de la posición en la tabla. Como se conoce, es una disputa que en muchos casos resulta más peleada que la propia corona del certamen. ¿Seguimos en ese rumbo entonces? Para elevar el techo del béisbol cubano son necesarios, entre otros puntos, el patrocinio de empresas y los contratos de atletas extranjeros. Y que no se lea como una utopía. Esta es una realidad obligatoria si el objetivo principal es el crecimiento de nuestra pelota, declarada Patrimonio Cultural de la Nación. Es momento entonces de seguir haciendo historia, comenzando por el nombre del torneo, que deberá ser totalmente nuevo para que sea realmente un campeonato inédito.
