El maravillosisisísimo mundo de Federico

Los terceros fines de semana de cada mes, la diversión y el aprendizaje se unen en la Peña de Federico. Este es un espacio cultural para el público infantil, que trabaja por la inclusión de manera natural y efectiva


Un simpático ratón azul comparte ocurrencias con su amigo Pipo Pipo, frente al público risueño, que canta y sigue el hilo de la historia, junto al resto de los personajes. A un lado del escenario, la intérprete de lengua de señas va contando con las manos y el rostro todo lo que se dice con la voz.

Durante más de dos horas, la sala del habanero multicine Infanta se convierte en un mundo mágico, donde todo lo hermoso y bueno parece posible. Es la Peña de Federico, un espacio cultural que se realiza los terceros fines de semana de cada mes, que incluye una variedad de actividades para niños y adultos, como música, teatro de títeres, juegos de participación y proyección de animados infantiles cubanos. Allí la inclusión no es lema, sino un hecho real, intencionado, con base en el estudio, la sensibilidad y el trabajo colaborativo. Lo confirma el dramaturgo, locutor y actor Maikel Chávez García, quien da vida al títere conocido por los niños como Federico:

“El principal deseo de crear esta peña con intérprete de lengua de señas estuvo movido por la necesidad de comunicarnos rompiendo esquemas de lenguaje para llegar a mayor cantidad de públicos. No es solo para la comunidad sorda, sino para todos; de manera que nos permita soñar desde el lenguaje de los animados, el amor; y que logremos armonizar en una isla que se reinventa cada día y genera espacios de confrontación y confluencias, como nuestra peña”.

En ese espacio confluyen los proyectos Animaseñas y la serie Cuentos para Federico, que transmiten Animados Icaic y Radio Progreso. Según Maikel Chávez, esta aúna la radio con el cine de animación y las redes sociales, pues el público también se comunica con su personaje a través del grupo de WhatsApp Amigos de Federico y de la página de Facebook Cuentos para Federico.

La idea original

Durante el II Festival del Audiovisual para la niñez y la adolescencia, desarrollado en el año 2006, los estudios de Animación Icaic organizaron en el cine Chaplin proyecciones de animados con subtítulos, las cuales contaron con una intérprete de lengua de señas para facilitar la comunicación con los alumnos de las escuelas especiales que asistieron. Luego, la experiencia se repitió en dos ocasiones posteriores, empeño que, unido a la labor de estudiantes de Psicología durante sus prácticas profesionales, fue mostrando un camino basado en la sensibilidad y la ciencia.

“Hemos investigado acerca del consumo audiovisual de escolares habaneros, sobre todo del videojuego y los animados. Como parte de la muestra estudiada, han sido incluidas las escuelas especiales para escolares con discapacidad auditiva y visual –explica la psicóloga Nilza González Peña, coordinadora del proyecto de accesibilidad audiovisual Animaseñas y codirectora de la Peña de Federico-. En estas indagaciones también han participado estudiantes con discapacidad visual. Ellos han brindado importantes resultados para la institución, con énfasis en la necesidad de contar con productos audiovisuales accesibles a todos los públicos”.

Asegura Nilza que esas experiencias, unidas al proyecto Tocando la luz, dirigido por Jorge Alberto Frómeta, en el Icaic, que exhibe películas con audiodescripción, sentaron las bases para que se originara el proyecto Animaseñas.

González Peña, quien trabaja en Animados Icaic y es profesora de la Facultad de Psicología de la Universidad de La Habana, subraya que, con un deseo enorme de revertir la escasez de animados con accesibilidad para las personas con discapacidad auditiva, “conformamos un pequeño equipo en enero de 2022 y así nació el proyecto Animaseñas. Este prioriza, en nuestros animados o en cualquier obra audiovisual realizada por Animados Icaic, dos servicios: la inclusión de lengua de señas y los subtítulos. Es una meta futura trabajar en la audiodescripción, que abre el alcance a las personas con discapacidad visual. Hasta donde conocemos, el proyecto Animaseñas es único en la animación cubana y excepcional en parte importante del audiovisual cubano dedicado a niños, niñas y adolescentes”.

En la actualidad, Animados Icaic casi llega al centenar de obras con interpretación de lengua de señas, aunque la cantidad con subtítulos es menor.

“El proyecto sensibiliza acerca de la necesidad de hacer accesible los productos culturales a todas las personas, de aprender lengua de señas, lo cual debería ser una prioridad en la formación en todos los niveles de enseñanza”, advierte la psicóloga.

La participación de la familia de forma activa es uno de los pilares del encuentro.

Un títere entra en escena

Federico es un títere que enamora a grandes y pequeños por su peculiar forma de hablar y su jocosidad. El diseño de su personaje defiende la cubanía y transmite valores humanos en cada diálogo. Para muchos, no es solo un títere, sino un amigo fiel que tiene seguidores reales. Niños y niñas de varias partes del país le escriben mensajes a través de Internet y Federico les devuelve ese cariño enviándoles mensajes de felicitación en las fechas especiales y palabras de aliento a quienes están enfermos o pasando por momentos difíciles.

Maikel Chávez recuerda que en plena pandemia por covid-19, comenzó un programa de radio con Federico como protagonista. “El detalle era que, de conjunto con las psicólogas Nilza González y Roxanne Castellanos, llevábamos un grupo de WhatsApp a través del cual los niños hablaban con Federico. Él, cual buen amigo, les incitaba a realizar dibujos, a contar o cantar y todo eso se subía a la página de Facebook”.

Muchísimas son las anécdotas que pueden contar los realizadores de la peña sobre la relación de los niños con el títere. Al evocarlas, el dramaturgo se emociona:

“De la interacción con el grupo de WhatsApp, surgió el sueño de Carmencita, en Santiago de Cuba. Ella logró que su madre construyera en su cuarto la casita de Federico. Lenna, también en Santiago de Cuba, un día llamó emocionada para hablar con Federico. Ella es discapacitada visual y su universo se convierte en las imágenes que el sonido le permite crear. Y Alejandro escogió la peña de Federico para celebrar su cumpleaños. Por eso, vino desde Matanzas a La Habana y aquí fue feliz. Desde Caibarién, una niña autista trajo para Federico un cuadro hecho con crayolas. Ese dibujo está enmarcado en la sala de mi casa y en mi corazón guardo la reacción de su abuela y su madre dándole gracias a Federico, un títere, por haber permitido una mayor comunicación con su hija.

“Un día llegué a la peña y descubrí que medio cine había llegado desde Caibarién, el pueblo donde nací, a muchos kilómetros de distancia de la capital. Habían rentado una guagua para salir desde las 4 de la madrugada y viajar al encuentro con un pequeño ratón azul. Emociona saber que Federico es parte del imaginario de muchos, y que sienten que el títere posee vida propia más allá de la escena o la pantalla”.

Uno de los atractivos de la peña es la payasita pintacaritas.

Federico no baila solo

Desde 2008, Federico ha hecho de las suyas en muchísimas obras: Un mar para Tatillo (Premio Dora Alonso), La ínsula Prometida (Premio José Jacinto Milanés 2017) y Vida y milagro de Federico Maldemar (Mención La Edad de Oro 2017) son algunos ejemplos. En todas, el personaje ha estado en constante renovación, y gracias a Teatro Pálpito se ha presentado en diversos escenarios a lo largo y ancho de la geografía nacional.

Los días 20 y 21 de mayo otra vez será posible interactuar con él y con los personajes habituales o invitados. Esta peña estará dedicada especialmente al Día de las Madres. La sede será el cine La Rampa, de manera excepcional, pues el multicine Infanta presenta dificultades constructivas. Y otro aspecto que juega a favor de la familia es el factor económico, pues la entrada al cine cuesta 10 pesos MN. Los costos de realización son asumidos por Animados Icaic.

“Somos un equipo pequeño y diverso, en el que participamos profesionales de disímiles esferas (psicología, fotografía, dirección, producción) –revela Nilza–. Massiel Suárez ha asumido una gran parte de la interpretación en lengua de señas, a la que se han sumado Ariel Hernández y la adolescente Rayma Fanego.

“Creamos cada peña en equipo, discutimos los detalles entre todos, cada miembro del staff pone en función sus saberes para que el resultado sea el esperado. Se crean interacciones animadas, títeres, secciones, spots… Cada persona implicada es fundamental; puedo mencionar nombres, aunque me van a faltar muchos por incluir: Maikel, Armando Alba, Isis Chaviano, Alexander Rodríguez, Pol Chaviano, Mixael Porto, Arlene Comas, Karen Brito, Rafael Enríquez, María Mercedes Reyes, José Martín Díaz, Yany Melodía, Reinier Escalona… y por supuesto, nuestra directora Esther Hirzel, que impulsa y apoya totalmente cada proyecto y sueño”.

En un mundo donde las pantallas le ganan espacio a la socialización, estos especialistas se las ingenian para hacer coincidir el gusto por los audiovisuales con lo mejor de las tradiciones infantiles cubanas, como juegos de participación, deporte, teatro, lecturas, humor…, y todo ello de la mano de los familiares, que comparten tiempo de calidad con sus infantes. 

Con apenas siete meses de creada, la Peña de Federico ha logrado fidelizar un público que asiste, muchas veces, los dos días en que se desarrolla el encuentro; mas sus organizadores se plantean el gran desafío de que el espacio sea conocido cada vez por más familias que tengan algún miembro con discapacidad auditiva, como una alternativa cultural para compartir y disfrutar. Así lo resume su codirectora:

“Un reto importante es incluir a personas con discapacidad auditiva, no solo como beneficiario del proyecto Animaseñas y de la Peña; sino también como intérpretes de lengua de señas y en la creación de propuestas artísticas protagonizadas por ellos”.

Por su parte, Maikel Chávez está convencido de que “para el país sería extraordinario crear espacios inclusivos como este, pero desde la verdad y no desde el simple hecho de decir ‘somos inclusivos’. Son tiempos de pensar en el otro, de ser empáticos, de aprender a comunicarnos desde la educación, la comprensión, de aprender incluso primeros auxilios, reanimación cardiopulmonar, lengua de señas… De tener espacio para confluir los que vivimos aquí y ahora; lo mismo para ver muñequitos, jugar, cantar y, sobre todo, aprender que solo desde el amor y el respeto podremos avanzar”.


CRÉDITO PORTADA

La inclusión se trabaja de manera natural y efectiva en este espacio cultural y de aprendizaje.

Comparte en redes sociales:

Un comentario

  1. Excelente reseña, es muy efectivo lo que están haciendo el estudio de animación del icaic y Federico con su alma gemela, Maikel Chávez. Los felicito de todo corazón.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos