Foto. / gob.mx
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Juegos Olímpicos (VIII): Un gran salto

México 1968 permitió ver ya los frutos de la nueva política en deportes de Cuba


En una nota anterior recordamos la primera medalla olímpica de Cuba después del Triunfo de la Revolución. Fue la presea de plata lograda por Enrique Figuerola en los 100 metros planos en Tokio 1964. La cosecha mejoró mucho cuatro años después.

Juegos Olímpicos (VII): Aquella primera medalla

Las competiciones de México 1968, celebradas del 12 al 27 de octubre, nos permitieron aumentar bastante los ascensos a los disputados y difíciles podios: esa vez nosotros terminamos con cuatro medallas de plata.

Enrique Regüeiferos: primer cubano en ganar una medalla olímpica en boxeo. / radiococo.cu

El boxeo aportó dos de ellas gracias a los puños de Enrique Regüeiferos (división de los 63.5 kilogramos) y Rolando Garbey (71), como los primeros pasos en un deporte que se convirtió a partir de entonces en lo que denominados el buque insignia para estas competencias.

Regüeiferos fue el primer cubano en ganar una medalla olímpica en boxeo.

En la disputa de la corona perdió, en cerrada votación de 3-2, contra el polaco Jerzy Kulej, quien fue campeón en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.

Garbey, después de cuatro victorias (tres de ellas no complicadas), perdió por el oro en su pelea con el soviético Boris Lagutin, que como Jerzy Kulej, arribó a México con la etiqueta de campeón de los Juegos Olímpicos de Tokio 1964.

Unas piernas veloces

Las otras dos medallas de plata de Cuba fueron obra del atletismo y, de forma específica, de los relevos de 4×100 metros.

La posta femenina la integraron Violeta Quesada, Marlene Elejalde, Fulgencia Romay y Miguelina Cobián quienes brillaron con una marca de 43.3 segundos.

El cuarteto masculino lo formaron Hermes Ramírez, Juan Morales, Pablo Montes y Enrique Figuerola, los que fueron capaces de marcar un tiempo de 38.3 segundos, el segundo mejor registro en la historia del atletismo cubano.

La delegación cubana, compuesta por 138 atletas (seis mujeres), con el gimnasta Héctor Ramírez Guerra como abanderado, participó en 14 deportes oficiales y uno de exhibición.

Algunos hitos

Los Juegos Olímpicos de México 1968 fueron los primeros celebrados a gran altitud, unos 2 240 metros sobre el nivel del mar (30% menos de oxígeno), lo cual facilitó la implantación de récords increíbles; también serían los primeros en un país hispanohablante de Latinoamérica.

El evento se caracterizó, entre otros momentos, por la histórica protesta de los estadounidenses Tommie Smith (oro) y John Carlos (bronce) durante la premiación de los 200 metros planos, guante negro y puño en alto, mirada hacia el piso, en rechazo a la discriminación racial en su país.

No se olvida el récord mundial en salto de longitud del también estadounidense Bob Beamon: 8.90 metros, una marca 55 centímetros mejor a la que la precedió.

Sí, México 1968 produjo un saltoo significativo para el deporte cubano tras el Triunfo de la Revolución.

Los indetenibles progresos de Cuba se hicieron todavía más visibles, como era lógico de esperar, cuatro años después en los Juegos Olímpicos de Múnich 1972, cuando llegaron las primeras medallas de oro (y fueron tres).

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