La Semilla comenzó a germinar

El Movimiento progresista que ganó las elecciones en Guatemala en agosto pasado sigue con vida a pesar de los intentos por cortarle sus aún imperceptibles raíces


A Semilla siguen intentando quitarle la tierra, el agua y todos los sustratos necesarios para germinar, pero es fuerte y ya se le notan sus primeras raíces.

Entre los “ires y venires” de quienes no asimilaron que su representante, Bernardo Arévalo, viniera de abajo y se colara contra pronósticos en la segunda vuelta de los comicios, finalmente el Movimiento Semilla sigue con vida, muy a pesar de los pesares.

El Tribunal Supremo Electoral desechó cualquier posibilidad de “secar” la simiente y dejar a Guatemala sin oportunidad de respirar otro aire, luego de una década de gobiernos derechistas.

Segunda avanzada golpista frustrada

Semilla abandera el rechazo a la corrupción y promete una “nueva primavera democrática”. Por esas ideas, que no gustan a muchos, ya enfrentó una amenaza de cancelación desde que pasó al balotaje y se convirtió en la opción política para disputar el poder a los partidos tradicionales.

Luego, artimañas desde las instituciones judiciales intentaron suspenderle la personería jurídica del partido e impedirle asumir formalmente la presidencia el 14 de enero de 2024, según denunció el propio mandatario electo.

Sin pelos en la lengua, el sociólogo de 64 años nombró a la fiscal general Consuelo Porras como la principal ejecutora de la avanzada golpista, pues está enfrascada en ello desde que fueron conocidos los resultados de la primera vuelta.

La suspensión respondía a una orden dictada por el juez penal Fredy Orellana a pedido del fiscal Rafael Curruchiche, quien dirige varias investigaciones contra opositores y operadores de justicia anticorrupción en el exilio.

Aunque la suspensión era provisional y fue apelada por Semilla, la directiva del Congreso desconoció al partido y declaró independientes a los siete diputados del bloque, incluso al propio Arévalo.

Los fiscales Porras y Curruchiche, así como el juez Orellana, a quienes Arévalo señala como responsables del rompimiento institucional, forman parte de una lista de actores corruptos y antidemocráticos del Departamento de Estado de Estados Unidos.

Porras cumple un segundo mandato como fiscal general y jefa del Ministerio Público, designada por el presidente Alejandro Giammattei.

La medida de EE.UU. hacia Porras ocurrió luego de que despidió de forma arbitraria al fiscal anticorrupción Juan Francisco Sandoval, quien cumple dos años en el exilio.

Antes de marcharse, Sandoval denunció que Porras obstruyó varias investigaciones que alcanzarían al aún mandatario guatemalteco.

El pasado 3 de septiembre, el Tribunal Supremo Electoral interrumpió la resolución del Registro de Ciudadanos que suspendió provisionalmente la personería jurídica del partido.

La decisión responde a un recurso de nulidad que presentó Semilla para frenar la cesación que el Registro dictó el 28 de agosto, una semana después de la victoria de Arévalo y el mismo día en que se adjudicaron los cargos de presidente y vicepresidente.

El partido probó la ilegalidad del reclamo, pues se decidió antes de concluir el proceso electoral y porque la cancelación de un partido es una función exclusiva de las autoridades electorales.

Con su fallo, el tribunal desactiva la suspensión del partido político hasta el 31 de octubre, fecha en la que concluye oficialmente el proceso electoral. Así, el futuro del Movimiento Semilla podría definirlo la Corte de Constitucionalidad.

Mientras el tribunal tomaba la decisión de retornarlo, en las calles se vivían intensas jornadas de apoyo a Arévalo y para exigir la renuncia de la fiscal general.

Foto./ elmundo.es

La avanzada golpista

Según reveló Arévalo a la población el 1.° de septiembre, las acciones en su contra se relacionan con una investigación penal que reactivó la fiscalía a cargo de Curruchiche, justo cuando el Movimiento Semilla avanzó hacia la segunda vuelta presidencial.

La Corte, que persigue a exoperadores de justicia anticorrupción y periodistas, asegura que Semilla se constituyó con firmas falsas, pero en más de 25 ocasiones impidió a los abogados del partido tener acceso al expediente para poder defenderse de los señalamientos.

La investigación es el instrumento de persecución política para tratar de cancelar al partido, aseguran los dirigentes del Movimiento.

Analistas consideran que, si cancelan a Semilla después del 30 de octubre, se debilitaría el Gobierno de Arévalo, pues los 23 diputados de ese partido no podrían integrar comisiones legislativas ni la directiva del Congreso.

Por eso, mientras la suspensión del Movimiento siga en pausa, la espada de Damocles sigue alzada y afilada.

Expertos también señalan que el objetivo final de la llamada avanzada golpista no es derribar al Gobierno, sino quitarle su legitimidad, infundir temor y paralizar todo intento de cambio y, de paso, ver si interfieren en la toma de posesión.

No obstante, en la resolución que mantiene respirando la Semilla, el Tribunal Supremo Electoral exhorta a los poderes del Estado a velar por el respeto de la voluntad popular manifestada en las urnas y garantizar la alternabilidad del poder mediante el cumplimiento a los acuerdos emitidos, entre ellos –y más importante– la adjudicación de cargos a Bernardo Arévalo y Karin Herrera como presidente y vicepresidenta.

EE UU., la OEA y su apoyo

Calmados los ánimos en la nación centroamericana, el Tribunal Supremo Electoral entregó a Arévalo y a Herrera las credenciales que los acreditan como presidente y vicepresidenta electos.

De esa manera inició el proceso de transición en el país, que contó con anuencia de Estados Unidos y la Organización de Estados Americanos (OEA).

Ambos expresaron su compromiso con una transición presidencial “tranquila y ordenada”.

El sociólogo, diplomático y diputado progresista mantiene firme su mensaje contra la corrupción y la impunidad, y prometió cerrar el grifo de los presupuestos públicos a las élites enriquecidas fraudulentamente de las arcas de un Estado con grandes carencias sociales.

Para asumir el poder y gobernar como decidieron los guatemaltecos en las urnas, Arévalo necesitará del apoyo de las élites económicas, sociales, académicas, profesionales e indígenas. Y al parecer, hasta ahora, todos están de su lado.

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Un comentario

  1. Semilla es un partido político similar a Nuevas Ideas de El Salvador. Es un partido político que escapa a los tradicionales partidos de izquierda y derecha. Aunque no lo digan en anticomunista por antonomasia. Por ello, Bukele, ya se reunió con él y aunque no lo explicite en nuevo mandatario, se prevee que seguirá la senda de El Salvador: atacar la delincuencia común, el narcotráfico, las maras, el terrorismo y la corrupción estatal. Se ganará a la ciudadanía y de paso, asegura su reelección.

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