Musicóloga María Elena Vinueza.
Musicóloga María Elena Vinueza.

La virtud del talento     

Sonidos en movimiento lideraron durante la novena edición del Premio de Composición Casa de las Américas 2023 que ofrece a los compositores latinoamericanos y caribeños espacios de intercambio, formación profesional, el conocimiento de herramientas que combinan el vínculo entre arte, tecnología y sociedad


La conexión de los artistas con las tecnologías ha multiplicado la labor interdisciplinaria desde la investigación y el quehacer autoral. Al considerar este dinámico panorama, la musicóloga María Elena Vinueza, directora del Departamento de Música de la Casa de las Américas, destacó la novena edición del Premio de Composición, que en esta ocasión estuvo dedicado a la música visual.  

La compositora, directora coral y profesora Wilma Alba Cal destacó la idea como un paso importante en el desarrollo de la composición.

Recordó el liderazgo del inolvidable maestro Harold Gramatges en los inicios de la convocatoria, “pues esta ofrece a los compositores latinoamericanos y caribeños la oportunidad de establecer un diálogo con las creaciones de los más importantes autores de la región.

“En cada edición se acumuló un valioso cuerpo documental, del cual forman parte documentos de gestión (correspondencia, informes, presupuestos, programas, notas de prensa), así como obras en concurso y algunas donadas por los compositores participantes que luego han pasado a engrosar la serie de partituras en el Archivo de la Colección de Música”.

Durante los cuatro días del evento, los espacios de crecimiento profesional propiciaron el intercambio entre artistas jóvenes y consagrados. Los miembros del jurado, Wilma Alba Cal (Cuba), Francisco Colasanto (Argentina) y Rodrigo Sigal (México) destacaron la diversidad de propuestas composicionales en 27 obras procedentes de 11 países de América Latina y el Caribe.  Hicieron énfasis en la necesidad de los más jóvenes de conocer los nuevos lenguajes y las técnicas vigentes.

Según precisó Wilma Alba: “Mantienen una curiosidad que motiva la constancia. Los noveles son conscientes de algo esencial, lo más sofisticado no garantiza la obra artística. Lo más importante es la idea”.

El argentino Francisco Colasanto hizo énfasis en la importancia del trabajo sistemático durante el proceso creativo.

En este sentido apuntó Francisco Colasanto: “Puedes dominar los programas más complejos, pero si falla el análisis de la idea y falta el proceso de deconstruirla, el resto saldrá mal. La cuestión es sencilla: hay que esforzarse todos los días para que cuando lleguen las musas me encuentren trabajando”.

El jurado elogió el valor de la obra premiada: La dimensión fractal del brócoli espacial, del compositor mexicano Alejandro Casales. Fue la más orgánica en la interacción entre video y música, se destacó por el trabajo de la espacialidad visual y sonora.

Concedieron una mención a Variación sobre un tema de Penderecki, de David Marino (Venezuela) por su propuesta de desarrollo innovador de los elementos sonoros y visuales.

La satisfacción de encontrarse en la emblemática Casa de las Américas fortaleció los nexos entre la memoria y el presente.

Públicos de diferentes generaciones compartieron experiencias durante el evento.

En el espacio Las luces de Patricia Martínez se evocó el trabajo creativo de esta creadora reconocida en dos oportunidades con el Premio de Composición. Su partida física no impidió la presentación de la puesta Apenas el aliento, donde la artista hizo coincidir una obra cartográfica radiofónica y escénica interdisciplinaria, para soprano amplificada, percusión, piano, violín, cello, clarinete, flauta y sonidos electroacústicos.

Por su parte, la argentina Graciela Jiménez presentó un análisis de su creación que tomó como pretexto la imagen en su más amplio espectro: música visual, creación de banda sonora e imagen sugerida desde la obra literaria.

Graciela Jiménez, de Argentina, ofreció un análisis de su creación que toma como imagen en su más amplio espectro.

Diferentes propuestas diseñaron un itinerario audiovisual abierto por distintas estéticas de la creación musical con nuevos medios. Coexistieron en varios escenarios la creación contemporánea más convencional y la experimentación multimedia en la que sonidos, imágenes, luces, se integraron en una perfecta síntesis para experimentar el nacimiento de timbres, texturas y colores.

Sin duda, la virtud del talento continúa siendo protagonista en el Premio de Composición Casa de las Américas donde se transita por una amplia gama de formatos, recursos y medios instrumentales.

Ningún artefacto puede sustituir la sensación de que cada artista muestre sus facultades como individuo creativo y defina nuevas rutas para la proyección futura de su quehacer. Se trata de aprehender la música, ese extraño misterio que al maestro Harold Gramatges nunca dejó de asombrar.


CRÉDITOS

Fotos. / Leyva Benítez

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