Luz del sol sigue llegando a los necesitados.
Luz del sol sigue llegando a los necesitados.

Luz del sol sigue llegando a los necesitados

Desde algún cercano árbol, de esos que parecen bañados por el rocío, una paloma ulula mientras la tarde prácticamente hinca rodillas, en natural reverencia, ante el anochecer.

Pero la atención de Oralia Broche Sánchez no está en ese sublime concierto. No, la casi nonagenaria anciana centra su mirada en ese sistema fotovoltaico que acaban de instalar para ella, Rosiel Reyes Savón, especialista del Taller de Energía de Copextel, en Ciego de Ávila y los cinco hombres que junto a él integran la brigada.

“Esto me parece mentira… una fantasía” –me dice Oralia, mientras su mano derecha comprime mi antebrazo.

Luz del sol sigue llegando a los necesitados.
Esto no forma parte de contrato o servicio algunos, sino del corazón de los cubanos.

“El panel que tenía hasta ahora era bueno, pero qué va, este es mucho mejor. Se puede poner televisor, ventiladores, bombillos… hasta cocinar con la olla reina o con la arrocera.”

En efecto, el propio Rosiel lo confirma. El sistema anterior era de 300 watts y este de 2 Kilowatts; o sea, estamos hablando de seis paneles fotovoltaicos de 300 watts cada uno, con un inversor que convierte la corriente directa en alterna.

De ese mundo técnico o tecnológico, Oralia entiende muy poco. Ella solo sabe que su calidad de vida seguirá mejorando gracias a la sensibilidad de este país y a un programa que debe beneficiar a más de 800 familias cubanas en Villa Clara, Sancti Spíritus, Ciego de Ávila y Camagüey, afectadas por huracanes.

Por eso no puede evitar ese vuelo imaginario siete décadas atrás, cuando en aquel recóndito paraje llamado Sitio Molina, actual municipio de Ciro Redondo, la noche no conocía otra luz que la emitida por la Luna, por un viejo quinqué, por un farol chino o por aquellos equipos de carburo que también el tiempo sepultó entre sus nichos.

Luz del sol sigue llegando a los necesitados.
“Ojalá pudiera expresar mi agradecimiento, pero no encuentro las palabras” –afirma Oralia.

No es ella, sin embargo, la única propietaria de una dicha que no halla palabras para expresar con exactitud. A pocos metros de Oralia, una mujer llamada Yaíma Carballeira Yubero, al frente de una pequeña finca en despegue, está como niña con juguete nuevo, mientras avanza el montaje de ese regalo mágico de luz para ella también.

Por un fugaz instante me pregunto en cuántos países del mundo el Estado tiene gestos así con personas como Oralia, quien por demás vive sola…

Pero ni me tomaré el trabajo de meditar o de responderme. Lo sé perfectamente. Ustedes también.

En todo caso prefiero poner fin a estos apuntes con algo que me confesó casi en un susurro la anciana acerca de los técnicos y especialistas que la han atendido durante estos días: “Son maravillosos; siento que me han tratado como si fuera su propia madre… o mejor”. Y como para que no quedara ni el más leve vestigio de duda, coincidente y espontáneamente, minutos después la vi venir del brazo de Rosiel. A un costado estaban los paneles fotovoltaicos, dentro de ambos una satisfacción enorme y en el interior de la apacible vivienda un nuevo pedacito del corazón de Cuba, a la medida de los necesitados y de los eternamente agradecidos.

Luz del sol sigue llegando a los necesitados.
El programa ya ha beneficiado a más de 400 familias de las cuatro provincias y prosigue.

Texto y fotos: Pastor Batista

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3 comentarios

  1. ADELANTE CON ESE PROJECTO INVIERTAN EN ESA INDUSTRIA TRAERA UN GRAN BENEFICIO Y AYUDARA A INDEPENDIZAR LA ECONOMIA INVIERTAN EN ESE FUTURO CON AYUDA DE LOS BANCOS ESTATALES ,SI AYUDA DE LOS BANCOS NO HABRA PROGRESO ,5 ANOS SIN INTERES , LOS GANADORES SERA CUBA

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