Más empleos, ¿más dilemas?

Más empleos, ¿más dilemas?

A pesar de las ventajas que pudiera generar el pluriempleo en cuestiones de ingresos, no pocas personas aceptaron la influencia negativa que representan más horas de trabajo, mayor estrés y menor tiempo de descanso

Este texto forma parte de ¿Colgar el título?


Por paradójico que parezca, hay quienes han decidido persistir en realizar lo que les apasiona, buscando alternativas diversas.

Tahymi Monzón es enfermera y, aunque se mantiene activa en su profesión, refiere que gasta su salario en solo un día de compras en el agromercado. Por eso, ha tenido que incursionar en varias actividades como organizadora de eventos, pintacaritas para niños y venta de bombones.

En cualquiera de esas actividades hago, en un solo día, mi salario de un mes completo como enfermera. Es difícil y me veo en un gran conflicto, porque a veces me chocan los turnos de trabajo con compromisos de otra actividad. Ahora mismo valoro la posibilidad de colgar el uniforme y el título de una vez para echar para adelante el negocio de la chocolatería, el que está sustentando mi hogar”.

Algo similar le ocurre al matrimonio de Gretta Rodríguez y Mario Luis Zaldívar, con padres jubilados y dos hijos estudiantes. Ambos son médicos y la única manera que han encontrado de aumentar los ingresos es limpiando casas los fines de semana ella y él haciendo mensajería todos los días después de la cinco de la tarde.

A veces nos despertamos para irnos al hospital muertos de cansancio, nos miramos y nos preguntamos si vale la pena”, dice Gretta; sin embargo, se mantiene en el mundo de la asistencia médica porque, a pesar de todo, es lo que la hace sentir útil.

Un sondeo de opinión en redes sociales nos permitió corroborar que la modalidad de pluriempleo hoy es más aceptada como opción para incrementar los ingresos. Esta parece accesible para algunas especialidades como periodismo, comunicación social, informática y algunas opciones para profesores, dadas las grandes necesidades de plazas por cubrir.

Basta hacer una búsqueda superficial en los perfiles institucionales de Facebook, de diversas empresas o entidades estatales, para comprobar los numerosos anuncios que diariamente circulan, sobre todo con propuestas de salarios que no sobrepasan los 5 000 pesos cubanos al mes. No obstante, este tampoco es un camino de rosas.

Una mayor remuneración en el sector privado, ha estimulado a muchos profesionales a ocupar puestos de menor calificación. / laverdad.com

Para la periodista santiaguera Viviana Muñiz Zúñiga el pluriempleo es “la salvación, económicamente hablando, pero a veces ni tanto. ¿Cuánto necesita ganar una madre soltera con una niña pequeña para llegar sin asfixiarse a fin de mes? ¿Cuánto para comprar huevos, algo de carne para la pequeña, ropa o calzado? Ni siquiera con tres trabajos (estatales promedios) es posible cubrir esas necesidades básicas. Sin contar las enfermedades y la compra de medicinas, porque en la farmacia no hay. El pluriempleo nos ha salvado, pero el costo emocional, de tiempo y esfuerzo ha sido grande, al menos para las que ya tenemos la responsabilidad de criar, educar, solventar necesidades de los niños”.

Por su parte, la profesora camagüeyana Karely Alonso subraya algunas peculiaridades del pluriempleo para los docentes:

“Trabajo en educación superior, que no tiene demasiadas posibilidades. Si decides contratarte en la educación media, ¡ahí sí te has complicado! Por lo general, las personas con vergüenza aguantan dos o tres cursos escolares, no más. Me refiero a vergüenza en el sentido de hacer bien su trabajo. En la práctica, tampoco he visto mucho de eso. He experimentado el pluriempleo haciendo otras cosas como mensajería. Sé de personas que se dedican a vender, en físico u online. Como norma, le quitan ‘el pie’ a su trabajo básico estatal. Es un tema complicado. Tampoco existen mecanismos para facilitar el pluriempleo. Por ejemplo, si no hay auxiliares de limpieza, una quiere hacer el trabajo de dos y no hay de dónde buscar personal: ¿por qué no pagar dos salarios? No se puede. Y ahí están los pisos sucios y otros trabajos sin realizar o recargando sin pago a las mismas personas que tarde o temprano se irán”.

A pesar de las ventajas que pudiera generar el pluriempleo en cuestiones de ingresos, no pocas personas aceptaron la influencia negativa que representan más horas de trabajo, mayor estrés y menor tiempo de descanso. La joven colega Claudia Rafaela Ortiz Alba asegura que, si bien ha desarrollado sus habilidades gracias a esa modalidad, pues le ha permitido estar en varios equipos de trabajo y roles dentro del periodismo, también le ha deteriorado muchísimo la salud.

Con tres empleos tengo trabajo para unas 14 horas al día. Ansiedad, angustia, sobrecarga, migrañas, cansancio, deterioro de la visión, insomnio, culpa por no poder con todo, o sí poder, pero no rendir al 100 por ciento de las capacidades. Y lo peor es que lo que reportan tres trabajos, 10 000 o 12 000 pesos, tampoco garantiza tener ahorros, comprar todos los alimentos que necesito, pagar una renta cómoda, reponer equipos de trabajo si se rompen. Sin embargo, tampoco se puede renunciar a esos ingresos porque al mismo tiempo sabemos que trabajar por un solo salario, en el sector presupuestado, es trabajar literalmente por un paquete de pollo al mes o dos cartones de huevos”.

Hace un tiempo, muchos jóvenes recién salidos de las universidades esperaban con ansias a que alguno de sus colegas llegara a la edad de jubilación para asegurar una plaza fija. Hoy la realidad es otra. En las escuelas y universidades, por ejemplo, los jubilados se recontratan para cubrir la necesidad de maestros, al igual que en varios medios de prensa y otros centros laborales que lo adoptan como alternativa ante el éxodo de fuerza de trabajo especializada, tanto hacia el exterior como hacia las formas de gestión no estatal. Si embargo, esta posibilidad también tiene sus complejidades.

Según la encuesta efectuada por BOHEMIA, sigue siendo el aumento de salario el principal estímulo para migrar de sector, y en menor medida, la búsqueda de mejores oportunidades y condiciones laborales. / Leyva Benítez.

Si para un joven, el pluriempleo resulta desgastante, qué pudiéramos decir los jubilados con una baja pensión que apenas alcanza para la canasta básica y algo más –dice la periodista Norma del Río Reyes. Los que podemos, nos hemos contratado para recibir algo que nos ayude a vivir, pero no todos están en condiciones de hacerlo porque afrontan problemas de salud y las lógicas discapacidades que van adquiriéndose con el paso de los años. Se supone que, después de más de 30 años de trabajo, a la persona le corresponda descansar y vivir con la pensión que reciba. Hoy en Cuba es muy difícil lograrlo. Muchos centros laborales bien podrían utilizar como asesores a esas personas de experiencia ya jubiladas. Ganaría el centro y el jubilado, que tendría otra entradita, tan necesaria en estos tiempos donde los precios están disparados”.

Cual enfermedad crónica y degenerativa, la crisis económica atrofia las fuerzas del país, la principal defensa, esa con la que se cuenta para construir la futura sociedad mejor. Ahora muchos no pueden dejar de preguntarse con temor ¿quiénes harán la transformación soñada?


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