Media Luna, completa.
Foto. / Pastor Batista Valdés.
Media Luna, completa.
Foto. / Pastor Batista Valdés.

Media Luna, completa

A veces comprendo a quienes, en medio de tantos cambios y ¿por qué negarlo? de tantos intentos, experimentos, pruebas, suelta cordel y recoge pita otra vez… terminan sintiendo determinado temor frente a lo que puedan deparar para la economía y sobre todo para la sociedad cubana las micro, pequeñas y medianas empresas (Mipymes).

Confieso que fui de los inicialmente escépticos, con ciertas reservas aún.

Y no es el miedo a ese pedacito de capitalismo que, de alguna manera, sí anida en el vientre de una sociedad que demostró durante muchos años aptitud para resolver necesidades y viabilizar sus procesos económicos, productivos y de servicios mediante fórmulas socialistas basadas en relaciones de producción, formas de propiedad y maneras de distribución mucho más equilibradas, justas y equitativas que las puestas en vitrina internacional y en la nuca de los pueblos por la falaz mano imperial.

Admito también, sin embargo, que cuando me encuentro con entidades como la Mipyme Media Luna, en Ciego de Ávila, me invade cierto alivio y deseos de sugerirles a todas esas estructuras que tomen experiencia, aun cuando cada cual tengan sus vivencias y resultados.

De Media Luna (nombre que evoca al terruño y a la inmensidad humana, política y patriótica de la heroína Celia Sánchez Manduley) se ha escrito ampliamente, a pesar del corto tiempo.

Conocido es el tesón con que empezaron desde cero o cómo se sobrepusieron poco después al devastador efecto de un tornado que destruyó todo lo hecho hasta ese instante.

También se conoce el cambio que siguen registrando tierras antes cubiertas de marabú o pasto del olvido, y que ahora muestran un renovado y renovador semblante en condiciones de usufructo.

Media Luna, completa.
Constantemente acuden a Media Luna visitantes. En la foto los amigos belgas Katrien Demuynck y Marc Vandepite. / Pastor Batista Valdés.

De manera que en esos asuntos no pretendo redundar.

Lo que muchas personas quizás ignoran es que ingresos, utilidades, relaciones contractuales, comprensiones e incomprensiones, importaciones, exportaciones, mercado nacional e internacional, oferta y demanda, dinero, precios… no han mareado la psiquis de un colectivo de dirección y de trabajadores que tienen memoria, portan gratitud y siguen pensando, sintiendo y actuando con sentido de país.

Katrien Demuynck (incansable defensora de la realidad de Cuba desde los cruentos años en que los Cinco Héroes cubanos antiterroristas fueron encarcelados en Estados Unidos) y su esposo Marc Vandepite, también fervoroso activista, quedaron muy sorprendidos recientemente al visitar Media Luna.  

La ausencia de Fernando Javier Albán (uno de los tres socios de la Mipyme) no fue obstáculo para que, con impecable y familiar atención, Néstor Proveyer Ugando no solo les ofreciera amplia información o un recorrido por áreas interiores, sino también detalles de algo que no parece ser muy común en ese tipo de contexto: la inserción en obras y proyectos de beneficio social.

Es el caso de las labores que por esos días realizaba Media Luna, con fondos propios, en el mantenimiento o reparación total de áreas pertenecientes al Hospital Provincial Doctor Antonio Luaces Iraola.

Para cualquier visitantes es sencillamente increíble que una pequeña o mediana empresa privada asuma -sin presión ni obligación algunas- la reparación de una escuelita rural (en la zona de Aguadita), de un consultorio del médico de la familia, una bodega… o abra tres puntos de venta directa a la población, uno de ellos con carácter sensiblemente especial para pacientes y familiares, dentro del hospital provincial, además de un cuarto espacio para venta en Moneda Libremente Convertible, a fin de compensar precios con los que se favorece a la población.

Media Luna, completa.
También aquí la mujer está presente. / Tomada de la ACN.

Estamos hablando de más de 50 productos en una entidad que emergió de la nada. ¿Cuáles? Jugos de frutas, mermeladas, néctares, derivados del tomate… todo en medio de un proceso sujeto a rigurosas normas técnicas e higiénicas internacionales.

¿Por qué después de haberle devuelto al Banco o al país el dinero prestado, luego de haber cumplido sus compromisos y deudas, ustedes siguen haciendo cosas buenas para la población y para Cuba?

La pregunta de Katrien no requirió prácticamente tiempo de meditación para una respuesta que saltó espontánea, sincera de los labios de Proveyer:

“Porque somos cubanos, porque somos agradecidos, porque este es nuestro país, porque tenemos memoria y porque queremos para todos lo mejor.”

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4 comentarios

    1. ESTA ES LA MEJOR OPORTUNIDAD PARA PROGRESAR LOS BANCOS TIENEN QUE AYUDAR CON PRESTAMOS PARA LEVANTAR LA ECONOMIA DEL PAIS , TENEMOS DE TODO EL GOBIERNO TIENE QUE AYUDAR A DESARROLLAR LA INDUSTRIA LIGERA GRACIAS

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