Foto./ Roberto Morejón.
Foto./ Roberto Morejón.

Nada definido, pero…

Incluso Santiago, el último en la clasificación, aún tiene posibilidades matemáticas de jugar la postemporada de la II Liga Élite del Béisbol Cubano, aunque parece difícil


Santiago sigue siendo el más rezagado. No parecía ser un descarte después de los tres éxitos ante Las Tunas entre semana. Aunque dos fracasos posteriores borraron un tanto la esperanza de los indómitos.

Hasta los resultados del domingo, por cierto, día clave para descanso y entretenimiento, en el cual la televisión nacional no transmitió ningún partido, como parece que será durante la actual subserie, las Avispas caían en el Victoria de Girón frente a Matanzas con amplia diferencia de 11-3. Sumaban 13 ganados y 20 perdidos.

No es menos cierto que la visita al feudo de los Cocodrilos (líderes, 20-13) no es sencilla para nadie. Y el cierre de los santiagueros será en el Latinoamericano ante Industriales, que está en la zona alta, a pesar de que las diferencias son estrechas. De los orientales les separan cuatro juegos de ventaja, y están a tres de los punteros.

Matanzas llegó a 20 éxitos el domingo./ Boris Luis Cabrera.

Así que la fase regular finalizará con el interesante clásico de la pelota cubana. Se verán Avispas y Leones, en un duelo que desde el próximo viernes seguramente generará muchas tensiones, como si de un adelanto de la postemporada se tratase, porque podría ser determinante para ambas escuadras, de acuerdo al modo en que parece llegarán a la recta final. Ojalá se llene el Coloso del Cerro. No ha sido la tónica.

A propósito de posibles empates en la tabla de posiciones, recordemos que el primer criterio serían los juegos entre los involucrados. Luego se aplicaría la ya popular fórmula del TQB que en múltiples eventos internacionales nos ha dejado mal parados.

De persistir habría que revisar los promedios de carreras limpias (PCL) entre los implicados, y después, de ser necesario, se buscaría el mejor average de bateo.

Numeritos

Hasta el domingo el pitcheo era lo mejor de Santiago (PCL: 4.50), segundo detrás del líder en ese acápite, Matanzas (3.51), único por debajo de 4.00 desde hace varias semanas.

Los mayores problemas de las Avispas radican en sus ofensiva y defensa, las menos efectivas del campeonato. Al bate promedian solo 253, la más baja entre los seis elencos, cuando el número general es de 288. Y al campo apenas promedian 951. Demasiados errores, en una media que tampoco es brillante: 96.

Matanzas, además de tener el mejor cuerpo de pitcheo, ostenta la novena más efectiva, AVE: 325, únicos por encima de 300 colectivamente, con 360 imparables en 1 108 turnos al bate.

De la conferencia de prensa

En la habitual reunión de los directivos del béisbol con la prensa especializada, se informó que la fase regular del torneo selectivo termina el 25 de diciembre. Ese día, en acuerdo con los directores de equipos, se determinó jugar a la 1:30 p.m., como quiera que es feriado.

En tanto, el miércoles 27 de diciembre, se hará una conferencia online, con presencia de la prensa, para que los directores técnicos seleccionen los dos refuerzos para cada uno de los cuatro equipos que clasifiquen a las semifinales.

Esa instancia debe iniciar el 4 de enero, con el enfrentamiento de primero frente a cuarto, y un día después arrancaría el cotejo de segundo ante tercero.

La gloria invitada al Salón Adolfo Luque del Estadio Latinoamericano en esta ocasión fue el emblemático estadístico de la Comisión Nacional, Carlos del Pino, con un amplio palmarés de alrededor de una veintena de eventos internacionales y 32 series nacionales, en la labor clave de llevar las cifras, tan importantes en un deporte como la pelota.

El reflejo lo vemos a menudo también cuando reconocemos a los mejores jugadores de las subseries, que en este caso abarcó la siete y ocho. Se trató del experimentado espirituano Frederich Cepeda, quien registró un OPS de 1 263, fundamentado por 14 imparables y siete boletos en 31 turnos al bate, para un elevado average de 452, más dos jonrones, tres carreteras impulsadas y otro trío de anotadas. En tanto, el mejor lanzador de ese período fue Remberto Barreto, de Industriales. El derecho se apuntó dos éxitos en igual número de salidas, con PCL de 1.29 y WHIP de 0.93, en 14 inning de labor repartidos en dos juegos.

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