Este 20 de noviembre el mundo arriba a un aniversario más de la Convención Internacional de los derechos del niño, aprobada por Naciones Unidas en 1989.
Cuba no solo fue signataria de ella desde el principio sino también uno de los países que mejor aplica la esencia de ese Tratado que sintetiza en 54 artículos el derecho de todos los niños y adolescentes al pleno desarrollo físico, mental y social, a expresar libremente sus opiniones y a ser protegidos contra toda forma de violencia y abuso.
BOHEMIA pone ante la pupila de sus lectores algunas imágenes que grafican la manera en que dicha Convención cobra forma concreta a escala familiar, social e institucional.








