Los medios de prensa occidentales, en general, reportan informaciones negativas sobre el mundo islámico, casi todas relacionadas con actos violentos supuestamente perpetrados por grupos radicales árabes. En Hollywood, los bombers (terroristas que colocan bombas en lugares públicos) casi siempre pertenecen a células árabes fundamentalistas –o son chechenos, también islamistas.

No entraremos en controversias con las agencias monopólicas de noticias y menos con el cine estadounidense, no es el objetivo de este trabajo. Solo algunas precisiones más cercanas a la realidad.

La primera es que la cifra de los que profesan la religión de Muhammad, mensajero de Alá (Dios en árabe), se eleva a más de 1 800 millones de personas en todo el orbe; y el país con mayor población de musulmanes es Indonesia, con el 13 por ciento de los fieles de todo el mundo, según un estudio realizado por el Centro de Investigaciones Pew con sede en Washington.

De otra parte, la mayor parte de los iraníes –el 99 por ciento– es creyente de las enseñanzas de Muhammad. Sin embargo, los iraníes no son árabes, sino persas. Otro tanto sucede en Afganistán –de mayoría pastún– e India, segundo país tras Indonesia con mayor población musulmana en el mundo con más de 200 millones de devotos. En esa nación hay un verdadero ajiaco de etnias (asameses, bengalíes, punyabíes, kolis, tamiles, télugus, malayalis, kannadigas, entre otras), y ninguna es árabe. O sea, amable lector, no todos los árabes practican el islam –hay minorías cristianas– y no todos los musulmanes son árabes, incluso existe un mayor número de países islámicos que árabes. (Ver recuadros)

Otra precisión es la siguiente: se ha impuesto por la propaganda occidental la falsa idea de que el islam es violento y agresivo. No se puede ocultar la existencia de grupos con interpretaciones abrasivas del Corán, es cierto. No obstante, la historia también registra fundamentalismo en otras religiones.

Mire usted, durante la Primera Cruzada cristiana (1095-1102), cuyo objetivo era recuperar la ciudad de Jerusalén y la Tierra Santa del control musulmán, fueron ultimados cerca de 40 000 personas, evento que alimentó el odio entre musulmanes y cristianos.

El libro sagrado del Islam, el Corán, por su parte, como enseñanza central, apuesta por crear un hombre integrado conscientemente a la sociedad, responsable, moral y honesto.

Conmemoración para la paz y la confraternidad

La festividad conocida como Ramadán –nombre en árabe del noveno mes del calendario lunar–, es un convite para la reflexión, el perdón y la vinculación comunitaria. Estos 30 días pueden variar de fecha en el calendario gregoriano. Este año se celebra de la noche del 1˚ de abril hasta la noche del 1˚ de mayo.

El nombre de Ramadán proviene de la raíz árabe Ramada que significa quemar, debido a que, en el mes que se efectúa, los pecados son perdonados y extinguidos como por una llama.

En este tiempo, la mayor parte de la población musulmana ni bebe ni come durante el día. Los ayunos van desde el amanecer hasta el ocaso y es obligatorio, excepto para ciertos grupos de adultos con enfermedades crónicas, embarazadas, mujeres en período de lactancia o menstruación y los diabéticos. La primera comida debe ingerirse antes del amanecer y es denominada Suhur, y el festín nocturno es denominado Iftar.

De acuerdo con los líderes del Islam, el ayuno es una gran escuela de disciplina tanto espiritual como moral, pues no se limita a la abstinencia de comer o beber solamente, sino de todo lo que sea malas palabras, exabruptos o pensamientos aviesos. En el período del Ramadán –añaden estudiosos– el ayunante será indulgente en caso de recibir insultos o agravios, y evitará las obscenidades.

En ese mes los fieles deben abstenerse además de consumir productos del tabaco y tener relaciones sexuales durante el día: en cambio, se dedican a recitar el Corán, realizar acciones benéficas y fortalecer la pureza y conciencia hacia Dios.

Consumismo versus devoción

Celebrado por los musulmanes, es el único mes mencionado en el Corán porque fue cuando Muhammad recibió la primera revelación de ese libro sagrado y comenzó su misión como profeta y mensajero de Alá.

Sin embargo, la oportunista comercialización capitalista ha penetrado también a esta fiesta sagrada. Aunque no llega al nivel consumista de la Navidad cristiana, el Ramadán le sigue en orden. Por ejemplo: Durante el período que nos ocupa, las tiendas de Estambul se abarrotan y las cadenas de comida rápida se enriquecen con las ofertas nocturnas para cuando termine el ayuno.

Los musulmanes egipcios compran casi el doble de alimentos que en época normal esperando el final del día, cuando se quiebra el ayuno, situación aprovechada por los almacenes de insumos. Las televisoras de las naciones que festejan el Ramadán, como saben que cuentan con un público cautivo en casa, sobre todo a la hora de la interrupción vespertina de la abstinencia, aprovechan la coyuntura para presentar sus espacios publicitarios: entre el 25 y el 30 por ciento de los ingresos por ese concepto se obtienen en este período.

Según el sitio web esglobal.org, en Australia, en las semanas anteriores al Ramadán, las exportaciones de corderos al mundo musulmán alcanzan el 77 por ciento por encima de la media.

El islam en Cuba

No obstante la existencia de al menos 40 religiones dentro del país, la comunidad islámica gana nuevos adeptos.

En estos momentos se contabilizan unos 13 000 cubanos musulmanes, la mayoría de ellos se encuentran radicados en la capital. La única mezquita existente La Habana –Abdallah– está situada en la calle Oficios, en La Habana Vieja, donde se encontraba el Museo del Automóvil. El local se remodeló para que los fieles musulmanes tuvieran un lugar de culto. Fue inaugurado en junio del año 2015 y abre todos los días para los cinco rezos diarios. Según fuentes, por regla general acuden a diario a esta mezquita aproximadamente 150 musulmanes.

Para finalizar, permítame expresar una idea propia: las buenas obras hablan mucho de quienes la diseñan y la llevan a término, y el Ramadán bien pudiera integrar el grupo selecto de los tesoros intangibles de la humanidad.

[quote]

Países musulmanes de África Eurasia, Asia central y Europa:

Mauritania, Marruecos, Túnez, Somalia, Níger, Argelia, Sudán, Yibuti, Libia, Mali, Senegal, Egipto, Guinea, Sierra Leona, Burkina Faso y Chad. Azerbaiyán, Tayikistán, Uzbekistán, Paquistán, Turkmenistán, Bangladesh, Kirguistán, Kazajistán, Albania y Bosnia-Herzegovina.

[/quote]

[quote]

 Países musulmanes del Oriente Medio y Sudeste asiático:

Irak, Afganistán, Irán, Yemen, Turquía, Arabia Saudita, Jordania, Omán, Siria, Qatar, Kuwait, Bahréin, Emiratos Árabes, Líbano,

Islas Maldivas, Indonesia, Brunei y Malasia.

[/quote]