Foto./ Yasset Llerena
Foto./ Yasset Llerena

Rescatar la tradición oral de nuestra nación

Ideas, pensamientos y sentido identitario de Juan Manuel Montoto y de su agrupación músico danzaria Nsila Cheche


Las emisoras radiales nacionales promueven en diferentes horarios el emotivo canto Vamo a vencer. Incluso, públicos de diferentes edades tararean este tema que emociona por su fuerza y riqueza expresiva.

Lo interpreta la agrupación folclórica danzaria de cantos espirituales Nsila Cheche, que dirige Juan Manuel Montoto Pascual.

Él siente múltiples satisfacciones al rememorar que el año pasado, durante los días previos a la Jornada de la Cultura Cubana, el ministro de cultura “tuvo la gentileza de invitarnos a grabar un videoclip para recrear Vamo a vencer. Defendemos nuestros valores identitarios. Lo cantamos hace más de 10 años en diferentes escenarios”.

Precisa que si antes hablábamos de las imágenes, ahora nos referimos a la visualidad. Es importante ver y comprender las ejecuciones de intérpretes, danzantes y músicos.

Tras una breve pausa, agrega: “Vamo a vencer” estuvo nominado en la categoría de fonograma sencillo en el pasado Festival Cubadisco. Para nosotros es esencial defender lo nuestro, lo autóctono. Todas las generaciones deben conocer de dónde venimos, profundizar en nuestras raigambres”.

Considera que los aprendizajes sobre la gran civilización del Caribe se adquieren poco a poco. Es un crisol de culturas, lenguas y costumbres.

“No siempre hemos tenido conciencia de que esa diversidad cultural nació de confrontaciones en planos de la vida cotidiana.

“Desde pequeño mi madre Juana Encarnación Pascual Angelo nos llevaba a misas espirituales donde se cantaban ese y otros temas relacionados con nuestro espíritu de lucha y de resistencia”·

“Conocer y profundizar en lo nuestro es una manera de defender la identidad”, reconoce Juan Manuel Montoto./ Yasset Llerena

Montoto acompaña sus palabras con una sonrisa breve, emotiva y explica de inmediato:

“Nsila Cheche tiene el objetivo de rescatar, defender y mantener viva en Cuba la interpretación de los cantos espirituales con toque de cajón para nuestros ancestros. Somos la única agrupación que cultiva este género en el país. Aportamos a la música folclórica sonoridades armónicas y rítmicas.

“Mantenemos un sello propio dentro del diapasón artístico cultural de la Isla para que el pueblo lo pueda disfrutar. El contacto con los espíritus de los antepasados en todas las religiones de origen africano y afrocubano ya es cubano, pues constituye el eje central de estas prácticas religiosas.

“Nuestra agrupación folclórica se identifica con los valores e interpretaciones de los cantos espirituales. Ellos son entonados en las misas donde se le rinde culto y respeto a los familiares difuntos, y a los ancestros de cada cubano, preparando a los médiums para la posesión de espíritus tan controvertidos como los negros congos, los africanos, indios, gitanos, árabes, entre otros”.

Apenas reflexiona unos minutos y continúa: “Pertenecemos al Centro Nacional de Música Popular. Entre los 17 integrantes de Nsila Cheche hay que destacar la participación de cuatro bailarines; estos interpretan rituales a los congos: Zarabanda, 7 Rayo, Chola y Madre de Agua, e interactúan con los asistentes a nuestros conciertos.

“La mayoría de los integrantes de la agrupación son empíricos. Nos sustenta la tradición familiar. Hemos tenido asesoría de connotados maestros, entre ellos Peyadito, percusionista fundador del Conjunto Folclórico Nacional”.

Los distingue el estudio, la perseverancia y la humildad.

“Ensayamos en la Casa de la Cultura Joseíto Fernández de Centro Habana. En gran medida damos rienda suelta al rescate de la tradición de la espiritualidad. Hay que cultivarla día a día con creatividad y continuos deseos de hacer”.

¿Otros proyectos?, indagamos.

“Nos satisface seguir enriqueciendo nuestra tradición oral que forma parte de la autoría grupal. La profesora de canto Mayra del Pino nos imparte clases de afinación, tono, ritmo, montaje de voces. El conocimiento y los saberes son imprescindibles para seguir visibilizando lo nuestro.

“La mayor cómplice de estos empeños ha sido la radio. Si las personas escuchan y disfrutan lo propio se sienten más plenas. La cultura siempre será un territorio de intercambios, no lo olvidemos. Por todo esto y mucho más Vamo a vencer”.

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