La disyuntiva de Cuba de producir bienes y servicios con sus medios, pasa por el importante aporte del sistema de formación profesional de centros de ese nivel de enseñanza
La muchacha es muy joven, se llama Annia Arboláez Sansarís y estudia primer año de Danza en la Universidad de las Artes (UA), de La Habana. Hace algún tiempo inició un proyecto infantil en una comunidad vulnerable y tuvo algunos detractores. Ella, desde espacios culturales, trata de promover políticas por la equidad racial. La piel de Annia es de color de ébano, ella condena la discriminación en cualquier ámbito. Cuando la conocí, los pequeños se unían en rondas, cantos y juegos, motivados por artistas y payasos. Los niños nunca sienten diferencias entre ellos.
En esa muchacha pensé cuando Rolando Ortega Álvarez, Rector de ese prestigioso centro, comentó en el Congreso Internacional Universidad 2024 que de las 37 ponencias, en la XIV edición del cónclave, uno estuvo relacionado con el papel del artista-profesor en la labor comunitaria. Se trata de cómo pueden transformarse para bien sitios desfavorecidos, a partir de acciones que promuevan la capacidad de las artes de elevar el espíritu, el mejoramiento humano y la superación de niños, mujeres y hombres.
Otras de las temáticas estuvieron relacionadas con la formación integral de las nuevas generaciones y la intención de potenciar la realización de posgrados y maestrías.
La UA, conocida popularmente por su antiguo nombre, Instituto Superior de Arte (ISA), alistó un precioso stand en los salones del Palacio de las Convenciones de La Habana, donde, de manera muy atractiva, expusieron un resumen de los resultados científicos y académicos de los últimos años. Los proyectos responden a tres componentes: ¿qué lograron en conjunto estudiantes y docentes en el contexto académico, en el investigativo-laboral y en el extensionista?
Relacionado con el primero, el académico refiere que un grupo de trabajo profundiza en la formación de los educandos, tanto en pregrado como en postgrado. La fase investigativa se relaciona con misiones de campo en las áreas vinculadas con las 44 disciplinas que imparten en las seis facultades de la UA.
Promueven profundizar el trabajo científico de estudiantes y maestros. Muestra de ello son los avances en el claustro de profesores, conformado hoy por 90 doctores y 146 masters.
El Congreso Internacional Universidad 2024 deviene espacio para exponer esas ideas, según explicó Ortega Álvarez, pues se dialoga acerca de avances científicos, académicos y buscan alianzas, trazan estrategias.
El Rector comentó que la UA dirige la Red de Universidades de las Artes (RUA), en la cual convergen educandos, docentes y universidades cubanos, afines con estas ramas. Ese sistema propicia el intercambio con la vanguardia artística internacional, en defensa del pensamiento latinoamericano y su relación con el mundo.
El Alma Máter, cantera de ideas transformadoras
La Doctora Miriam Nicado García, Rectora de la Universidad de La Habana (UH), habla con mucha dulzura. Es de esas personas que adornan el verbo, convocan, promueven, educan.
Ella considera el Congreso Universidad 2024, auspiciado por el Ministerio de Educación Superior (MES), como un espacio de integración para atender asuntos relacionados con el desarrollo de ese enseñanza en Cuba y a nivel internacional, a lo cual ayuda la presencia de unas 40 naciones, que evalúan, suscitan avances y nuevas tendencias.
La UH llegó al encuentro de forma renovada al decir de Nicado García. Incluyó la presencia de la Fundación Universitaria para la Innovación y el Desarrollo, intermediaria entre el alto centro docente y el sector productivo.
Esa institución se dedica a la gestión de proyectos que pueden ser transferidos al sector productivo. Con ese fin trabajan con varios organismos de la administración central del Estado, los que atienden el desarrollo de variadas líneas, incluidas transferencias de proyectos al Ministerio de la Agricultura, las ciencias básicas, softwares y medicamentos para el sistema de la Salud, además de servicios académicos.
En el evento la UH también coordinó varios paneles.
Promover salud, preparar recursos humanos para ello
El stand de la Universidad de Ciencias Médicas (UCM) de La Habana recibió constantes visitas de delegaciones nacionales y extranjeras. Pese a que hoy la carencia de recursos y medicamentos incide en el sistema de salud, para nadie es un secreto que es paradigma para el resto del mundo.
El Doctor Alejandro Antuán Díaz Díaz, es Director de Ciencia e Innovación Tecnológica de UCM de la capital. Su institución llegó al Congreso Universidad 2024 en vísperas de ser receptores de la certificación, por parte de la Junta de Acreditación Nacional, para ser declarados como Universidad de Excelencia.
Ahondan en campos de la ciencia, la técnica e innovación, vinculados a la nueva dinámica social y económica, basada en un sistema de gestión de ciencia, tecnología e innovación que es promovido por las máximas autoridades del país.
Cuentan para eso con 893 proyectos de investigación, un 30 por ciento con colaboración internacional.
Eso les permite expandirse a todas las dimensiones de la atención a la salud de la población, que es el objeto fundamental de la formación de los recursos humanos en esta esfera, tanto para Cuba, como para el mundo.
El claustro de profesores se ha fortalecido y tiene hoy más de 5 mil 200 docentes, el más grande de las universidades de ciencias médicas cubanas, los que se superan a través de programas de formación doctoral, de maestrías y cursos convocados de manera contínua. Envuelve a todos los policlínicos, consultorios y hospitales de la capital.
La UCM es “multicampo”, una palabra que nunca antes escuché, pero muy mencionada por una personalidad en esta esfera. Significa que está situada en toda La Habana. Cada escenario de atención a la salud, es un lugar de formación profesional.
Retos, desafíos
Para nadie es un secreto que Cuba es una potencia en la preparación de recursos humanos, a lo que contribuyen sus 50 universidades y los sistemas de formación de la salud, las artes, el deporte, la cultura, ramas agropecuarias, técnicas y otras. Todos ellos estuvieron representados en Universidad 2024.
Una de las estrategias que hoy se promueven es estrechar vínculos con entidades y áreas de impacto económico, social; lograr que esos centros contribuyan al desarrollo local y en tal sentido garantizar que quienes vayan al nivel superior de educación lo hagan pensando en regresar a su comunidad para ayudar a que avance.
Cuba opta por eliminar importaciones, potenciar la exportación de bienes y servicios y garantizar en su propio suelo las riquezas que lleguen a satisfacer necesidades perentorias de alimentos, así como también productos de todo tipo.
Las máximas autoridades de la nación, presentes en la cita, potencian un sistema de gestión de ciencia, tecnología e innovación capaz de responder a ese desafío.
Lograr un mayor vínculo de las universidades con misiones estratégicas del país en áreas económicas y sociales, es pulir las manos y pensamientos de quienes serán capaces de engendrar esa obra incompleta.
