
Arianna Sensial Ramírez, maestra de primer grado en la escuela Concepción Arenal, sobre los sucesos en el Hotel Saratoga.
«Me siento una heroína porque pude tener en mis brazos a los 22 niños después del impacto.
«Gracias a mi asistente, que rápido pudo socorrerme, logré acogerlos a todos. Ella me pegó un grito y reaccioné rápidamente.
«Cuando salgo, estaban todos mis niños -alrededor de seis años de edad-, esperando la voz de mando del maestro para ellos saber qué hacer. Me abrazaron, y rápido, la preocupación: maestra, qué hacemos, hacia dónde nos dirigimos.
«Les digo: bueno, vamos todos formaditos a bajar por esta escalera. No se desesperen. Todos sigan hacia la parte de atrás del comedor de la escuela, hasta esperar qué nos orientan.
«Así nos dirigimos, gracias a Dios, que hoy me da fuerzas para contar la historia».