Tristes peripecias.
/ Anaray Lorenzo Collazo.
Tristes peripecias.
/ Anaray Lorenzo Collazo.

Tristes peripecias

Desde horas bien tempranas comienza a animarse el parque de 118 y 47 con la llegada de los afortunados que viven cerca de la tienda asignada por el Gobierno de Marianao para que las personas en situación de discapacidad realicen sus compras de productos de primera necesidad. Algunos vienen en sillas de ruedas, otros con muletas o bastones. También acuden familiares de pacientes encamados.

El día de nuestra presencia allí, sábado, nadie sabe a ciencia cierta si entrará algo al mercado. De todas maneras, representantes de los consejos populares reparten los turnos sobre las 7 a.m. Mientras florece la mañana se suman muchos. Acuden desde El Tejar, el antiguo batey del central Toledo, los bajos del puente de La Lisa, los confines del Palmar o las proximidades del cine Omega.

Con el transcurrir de las horas crece la impaciencia. El parque no tiene un solo banco, por eso se ven obligados a sentarse en las aceras o el borde de la calle. Da igual, donde se pueda. El cansancio doblega. Algunos listos bajan, de las ramas de los árboles, unas tiras de cartón dejadas exprofeso la jornada anterior.

Cuando el reloj se acerca al mediodía corre el runrún: “Sacaron picadillo en la tienda Juventud”. Un grupo abandona la cola y se va a probar suerte… “A lo mejor alcanzamos”, se dicen en lengua de señas unos a otros. Quienes andan sobre sillas de ruedas, muletas o bastones son más escépticos. No se mueven.

A ratos, algunos recorren las dos cuadras que separan al parque de la tienda para averiguar si ya entró algo. Como si fuese un manantial natural corre agua por una calle aledaña. Puede ser potable, albañal, o ambas, ¿quién sabe? Pareciera que ni les preocupa ensuciarse las manos en sus sillones o que las muletas resbalen. Pareciera que tienen enfocada la mente en pollo, aceite, perritos, picadillo, detergente… y el temor al desconsuelo.

A «chinchín«

Tristes peripecias.
En el parque de 118 y 47, a falta de bancos, se vuelve más angustiosa la espera. / Anaray Lorenzo Collazo.

Mary Luz Cabrera Infante dice estar cansada de vivir la misma historia. “Soy impedida, pertenezco a la Asociación Cubana de Limitados Físico-Motores (Aclifim). Si en esta tienda concentraron a todos los discapacitados del municipio y se hizo para que no fuéramos discriminados ni maltratados, como regularmente sucedía antes, ¿por qué no entran las cantidades suficientes, mientras otros establecimientos son mejor abastecidos?”.

Desde el otrora ingenio Toledo viene en muletas, todos los días, Julio César Carbiar Leal. “Cuando llego, ya repartieron los turnos. Si entra algo, solo pueden coger los primeros porque las cosas entran a “chinchín”. El pollo, por ejemplo, solo alcanza para 20 o 30 personas. Desde abril no he podido coger nada.

“Organizan la cola y pasan cinco de la Aclifim, e igual número de la Asociación Nacional de Sordos de Cuba (Ansoc) y de la Asociación Nacional de Ciegos y Débiles Visuales (ANCI), más los casos encamados. Eso no tiene problemas. El asunto está en los abastecimientos. Llegan poco o no llegan. Es un tema de distribución. Entonces no coges nada. Si lo perdiste un mes, no tienes derecho a comprar al otro. No alcanza y eso te da un dolor en el pecho que hasta puede darte un infarto”, asegura mientras muestra su libreta de abastecimiento, efectivamente en blanco desde abril.

Gladis Bejerano Blanco y Roger Avilés Rondón viven cercanos al municipio de Playa. Igual que otros asociados, creen haber perdido camino por vereda. “Con anterioridad estábamos mejor, recibíamos más atención y nunca virábamos con las manos vacías. Luego pusieron una especie de ‘ley’ incomprensible, ya no pudimos comprar en Playa, aunque allí hay mayor cantidad de tiendas, mejor abastecidas. Aquí nos dejaron como botados, a la deriva”, sostiene Avilés sentado en su sillón de ruedas.

Sobre la intermitencia en la entrada de productos, la poca cantidad, las diferencias en cuanto al abastecimiento respecto a otros comercios, coincidió una veintena de entrevistados.

Pin, pon

Tristes peripecias.
Mary Luz Cabrera Infante reclama priorizar la distribución a la tienda de los discapacitados. / Anaray Lorenzo Collazo.

A finales de abril, la unidad de 122 y 45, de la Cadena de Tiendas Panamericanas, perteneciente a la Corporación Cimex S.A, se destinó exclusivamente a la atención de los asociados a las organizaciones Aclifim, Ansoc y ANCI del municipio de Marianao. Una decisión adoptada por el Gobierno local a raíz de la insistente solicitud de sus directivos y las quejas de sus afiliados.

Sin embargo, el tiro salió por la culata. El descontento entre los discapacitados crece de manera exponencial ante la escasez de ofertas y la falta de prioridades en la distribución.

El administrador del mercado, Roberto Rodríguez Portela, explica: “Nosotros pertenecemos a Cimex y las otras  tiendas a TRD (Tiendas Recaudadoras de Divisas). Son cadenas de distribución diferentes. No tenemos un ciclo estable de entrada de las mercancías. En una semana pueden llegar muchas cosas y a la siguiente nada.

“Ellos hacen la comparación con la tienda Juventud de TRD, con un poco más de surtidos. Cuando entran mercancías a las Panamericanas, no reparten igual para todas las unidades, pero sí llega algo a la mayoría de los establecimientos.

“Los asociados atendidos aquí suman más de 1 000, lo recibido no alcanza para que puedan comprar todos. Algo evidente. Pero el objetivo es vender. La distribución no es asunto nuestro, compete al Gobierno local. La organización de la cola la hacen los compañeros de Lucha Contra Coleros (LCC), quienes además se ocupan de la mensajería a unos 60 encamados”.

Tristes peripecias.
Julio César Carbiar Leal y sus vacíos por la libreta. / Anaray Lorenzo Collazo.

Si el aprovisionamiento al mercado exclusivo para los asociados es responsabilidad de las autoridades locales, ¿qué puede argumentar Ana Virginia Gómez Himber, coordinadora de Distribución por el Gobierno de Marianao?

“La poca cantidad de abastecimiento a la tienda de los asociados no es una decisión del Gobierno local. Eso es centralizado. La cadena Cimex abastece menos que TRD. No solo en este municipio, provincialmente es así. Hasta donde conozco, el único territorio con una tienda para asociados es el nuestro. De todas maneras, estamos revisando. Una de las cosas a ver con las dos cadenas es darle un poco más de prioridad a esas personas”, sostiene Ana Virginia.

Por indicaciones de Reinaldo García Zapata, gobernador de La Habana, todos los municipios deberán vincular las bodegas a las tiendas. Ya Marianao dio ese paso. Los asociados pueden comprar también en esos mercados. Pero, sin la prerrogativa de pasar –independientemente de la cola– con sus respectivos carnets de impedidos.

¿Por qué hacerles más difícil la vida a las personas con discapacidad? Si existe una evidente crisis de oferta, particularmente en la tienda de 122 y 45, ¿no sería más humano y viable permitirles comprar en los establecimientos cercanos a sus viviendas, aunque estén en otros municipios? ¿O en esas otras, a donde quedaron vinculadas sus bodegas, mediante sus respectivas identificaciones, con la justa preferencia?

Una parte de la membresía de la Aclifim no entiende por qué la dirección municipal de su organización tomó recientemente la decisión de regular por consejos populares la compra en la tienda de 122 y 45, sin la certeza de la entrada de mercancías todas las semanas y sin previa consulta con los afiliados.

Eso los coloca en una situación de desventaja con respecto a los asociados de la Ansoc y la ANCI, porque ellos sí pueden venir regularmente, el resto no. Sin contar otro detalle significativo: los impedidos físico-motores son mucho más que la suma de las otras dos asociaciones, apuntan algunos entrevistados.

Tristes peripecias.
Roberto Rodríguez Portela, administrador de la tienda Panamericana, asegura que no cuentan con un ciclo estable de entrada de mercancías. / Anaray Lorenzo Collazo.

“El Gobierno nos ha dicho que se tratará de garantizar el 90 por ciento de las mercancías para cada mes en el municipio. Por eso, en la reunión del Ejecutivo acordamos que las compras se hicieran por consejo popular. Primero el más grande, el número tres, luego el cinco. En las restantes semanas, los consejos pequeños unificados”, explica Armando Antonio Fernández, presidente de la Aclifim en Marianao, sin tener en cuenta que con una distribución inestable la mercancía puede llegar solo a inicio o final del mes.

“Ciertamente vamos a tener una desventaja. Cuando la ANCI y la Ansoc compren el equivalente al 90 por ciento, quedaremos todavía con la mitad de nuestra membresía sin coger nada.Somos 766 asociados, es la agrupación más grande. Quienes nos dirigen en el territorio deben entender eso también”, reconoce Armando. Él ha visitado la tienda solo en dos ocasiones, al reabrirla para los discapacitados a finales de abril y recién cuando la junta directiva aprobó la nueva modalidad de ventas.

Las compras por consejos populares, esclarece Fernández, será solamente para los productos llamados “puntuales”, dígase pollo, aceite y cigarros. El resto lo podrán adquirir en cualquier momento. Mas, eso no fue lo dicho a los asociados. Dentro de las medidas de la Aclifim municipal prohibieron la venta de algunos productos como cigarrillos y bebidas alcohólicas a los casos encamados, lo cual suscita múltiples polémicas y desacuerdos.

Nudos de mudos

Tristes peripecias.
Según Ana Virginia Gómez Himber, coordinadora de distribución del Gobierno, provincialmente la cadena Cimex abastece menos que TRD. / Anaray Lorenzo Collazo.

Como mismo sucede con muchos otros servicios en Cuba, al principio las cosas parecen color de rosa. Luego, falta “fijador”. “Los primeros días entraban los productos y no tenía que dejar de trabajar para venir. Ni marcar desde temprano todos los días. Soy impedido físico y no he dejado mi empleo como músico”, dice Juan Alcázar Bravo.

“Cada vez que entra algo a la tienda los de la LCC se llevan los productos y eso perjudica a la gente de la cola. Eso sin contar lo que están haciendo con la mensajería vitalicia a pacientes encamados, que comúnmente se usa para justificar desvíos de mercancías”, valora Juan Manuel Canto Martínez.

Similares criterios comparten otros entrevistados. Incluso, denuncian los maltratos de obra y palabras proferidos por Osmel Pérez Delgado, jefe de la LCC en la tienda. Al interrogarle sencillamente Osmel invierte la cuestión. “Los vecinos se quejaban porque hacían bulla. Tuvo que venir la Fiscalía y estableció un plazo de dos horas para que los sacaran de la calle 120 y 45, donde se hacía la cola”.

A una cuadra de distancia de la tienda, los asociados podían estar atentos a todo lo que sucedía en el establecimiento. También tenían amplios portales de entidades estatales donde sentarse y guarecerse de la lluvia. Lo cierto es que, antes del 27 de abril, fecha en que esa unidad pasó a brindar servicio exclusivo a los discapacitados, en esa misma cuadra se hacían tumultuarias colas y nunca se reportó protesta de ningún vecino. ¿Casualidad?

La mamá de Chanelis Ibarra Socorro es sordo-muda, por eso la joven aprendió muy rápido la lengua de señas. Ella nos auxilia como traductora para intercambiar con un grupo de la Ansoc. Critican la falta de productos, la poca cantidad que les permiten comprar, los maltratos.

¿Ustedes se han quejado a través de la asociación?, interroga BOHEMIA. Magalis Flores García, vicepresidente de la Ansoc, responde: “No, todos se quedan callados. Nadie se atreve. Estoy aquí desde las seis de la mañana para repartir los turnos. Luego, esperamos hasta la cinco de la tarde y no llega nada”.

Vale añadir que miembros de la Aclifim denunciaron esta situación en una carta firmada por muchos asociados. Dicha misiva fue presentada ante el presidente de la asociación para que este, a su vez, transmitiera las inconformidades al Gobierno Municipal. Sin embargo, Ana Virginia Gómez Himber, coordinadora de distribución en Marianao, desconocía el asunto. “Aquí no ha llegado esa carta”, afirma rotundamente.

Tristes peripecias.
“A nivel nacional nos apadrina el ministerio de Trabajo y Seguridad Social; y aquí, el director municipal de Trabajo”, afirma Armando Antonio Fernández, presidente de la Aclifim en Marianao. / Jorge Luis Sánchez Rivera.

Según Ana Virginia y Armando Antonio, las tres asociaciones se reúnen con el Gobierno los segundos martes de cada mes. Pero, evidentemente, las soluciones siguen en el aire. Inicialmente los presidentes de las asociaciones propusieron una tienda por cada consejo popular. Las autoridades locales adujeron la falta de tiendas y personal como motivo para no hacerlo de esa manera.

Luego de seleccionar la unidad de 122 y 45, reclamaron por la falta de condiciones idóneas y propusieron la tienda Juventud de la cadena TRD, con mejor abastecimiento, un parque al lado donde los asociados podían sentarse y organizar mejor la cola. Además, con un local a medio terminar detrás de la tienda de Artex, que podía servir de baño público. Sin embargo, tampoco fue aceptada esa propuesta. ¿De qué valen tantas reuniones si los problemas siguen sin resolverse?

En encuentro con las asociaciones de personas en situación de discapacidad, celebrada el 30 de junio del presente año, el Primer Secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, exhortó a “tenerlos muy en cuenta”. ¡Muy en cuenta! Si ellos son prioridad en la sociedad cubana, con derechos refrendados en la Carta Magna, nadie puede escamoteárselos. Los mecanismos distributivos también tienen que ser inclusivos. Mucho más en estos tiempos.

Comparte en redes sociales:

4 comentarios

  1. En Marianao la indolencia no solo afecta a los discapacitados.
    Tambien al pueblo trabajador.Yo vivo en Santa Felicia y desde que empezaron las carencias solamente he podido comprar una sola vez y porque estuve 4 dias durmiendo en la panaderia de 84 y 41. Yo trabajo y mis hijos tambien.
    En las tiendas que me rodean la corrupcion es increible e involucra al personal de las tiendas,a los LCC (que son los peores) y a los delegados.
    En la tienda del Lido,cuando sacan algo,siempre vas a ver las mismas caras,dia tras dia.De manera inexplicable siempre tienen los 50 primeros turnos,aunque no los hayas visto madrugar,cuando llega la hora de entrar están delante de ti.Y los LCC lo saben y no accionan.A los delegados no los ves jamas involucrarse en el problema,a menos que vayan con una mochila a cargar.
    Lo mismo sucede en el Rapido de 84 y 41 ,el el Omega,En la calle Ancha de 88 ,en el Lucevan y en el Oro Negro de 41 y 78.
    Siempre los mismos rostros comprando una y otra vez los productos que se supone que son controlados por la libreta,para luego ver como van a tu casa a venderlos a sobreprecio o vendiendolos en los portales y aceras.
    Vas al gobierno y no te atienden,envias mensajes y correos al portal del ciudadano y es por gusto.Una burla al pueblo.
    La gestion del gobierno municipal es mucho más que lamentable.

  2. Mi nombre es Venus Faez Fuentes, vecina de la calle 94 entre 51 y 53 en el municipio Marianao. Soy trabajadora de la UEB sh+ Sueros y Hemoderivados de la empresa Laboratorios AICA+ de BioCubaFarma y miembro de la Asociación Cubana de Personas con Discapacidad Físico Motora (ACLIFIM). He leído con muchísima atención este reportaje y, créame, que estoy muy identificada con todo lo que se describe en él. Antes que todo, mi más sincero agradecimiento por hacer públicas las preocupaciones de las personas en situación de discapacidad del municipio Marianao.
    Concuerdo con que la distribución para esta tienda está super desatendida y mal planificada, mal organizada, pudiéramos decir, incluso, hasta mal controlada. Desde que comenzó la venta en la tienda de 122 y 45, esa misma que fue habilitada para las personas en situación de discapacidad residentes en el municipio Marianao, siempre he tenido la opinión y la he manifestado a viva voz, que no se han tenido en cuenta muchísimos aspectos establecidos para la atención a estas personas.
    En primer lugar, es cierto que se planteó inicialmente la idea de una tienda por cada consejo, es cierto que el Gobierno de Marianao planteó que no se podía llevar a efectos esta idea tal como se pensó inicialmente por la falta de tiendas y personal, pero también es cierto que se debió desechar la idea desde el principio, pues como dijera, el Primer Secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, no podemos conformarnos con la solución, si la solución encontrada realmente no nos resuelve el problema. No se trata de decir “del lobo un pelo” porque, en el caso de la ACLIFIM, ya el lobo tiene 766 pelos con millones de problemas en cada uno de ellos, sobre todo, problemas de salud. En esto último no he considerados a los asociados de la ANCI y de la ANSOC, con los cuales sumaríamos alrededor de 1200 personas en situación de discapacidad, miembros de las tres asociaciones de discapacitados en Cuba, según la Ley 54 de las Asociaciones.
    En segundo lugar, de todos es conocido que nuestro país es signatario de la Convención de Derechos de las Personas con Discapacidad (PcD) en la que los Estados Partes se comprometen a asegurar y promover el pleno ejercicio de todos los derechos humanos y las libertades fundamentales de las personas con discapacidad sin discriminación alguna por motivos de discapacidad y a tales fines se comprometen a:
    a) Adoptar todas las medidas legislativas, administrativas y de otra índole que sean pertinentes para hacer efectivos los derechos reconocidos en la presente Convención;
    b) Tomar todas las medidas pertinentes, incluidas medidas legislativas, para modificar o derogar leyes, reglamentos, costumbres y prácticas existentes que constituyan discriminación contra las personas con discapacidad;
    c) Tener en cuenta, en todas las políticas y todos los programas, la protección y promoción de los derechos humanos de las personas con discapacidad;
    d) Abstenerse de actos o prácticas que sean incompatibles con la presente Convención y velar por que las autoridades e instituciones públicas actúen conforme a lo dispuesto en ella;
    e) Tomar todas las medidas pertinentes para que ninguna persona, organización o empresa privada discrimine por motivos de discapacidad;
    i) Promover la formación de los profesionales y el personal que trabajan con personas con discapacidad respecto de los derechos reconocidos en la presente Convención, a fin de prestar mejor la asistencia y los servicios garantizados por esos derechos.
    Mi pregunta, retórica por ser esto un comentario, es ¿fueron analizados estos incisos del artículo 4 de este documento? Desde mi punto de vista, creo que no. Si el Primer Secretario del Partido y presidente de la República, Miguel Díaz-Canel Bermúdez, exhortó a “tenerlos muy en cuenta”. ¡Muy en cuenta!, ¿por qué no sucede así con el Gobierno de Marianao cuando se toman medidas como estas, o cuando se está planificando u organizando todo lo relacionado con la tienda habilitada para las PcD?
    En tercer lugar, entiendo la diferencia de distribución entre ambas cadenas de tiendas, pero ¿no se pueden hacer coordinaciones entre el Gobierno de Marianao y los responsables de la distribución en esas cadenas para garantizar que el producto llegue a una cantidad mayor de pelos en el lobo?
    En cuarto lugar, con esta designación a comprar en esta tienda, sin permitir que se ejerza el derecho a la justa preferencia de las personas en situación de discapacidad en las colas para el acceso a los productos de primera necesidad en otras tiendas del municipio, están violando muchos de los artículos expuestos en la Convención de Derechos de las PcD, donde se establece que los Estados Partes reconocen el derecho de las personas con discapacidad a un nivel de vida adecuado para ellas y sus familias, lo cual incluye alimentación, que es uno de los grupos de productos que se venden en esta tienda y que no están garantizados para todos los asociados. Si a esto le sumamos que entre los 766 miembros de la asociación existen personas que aún trabajamos de lunes a viernes y en el mismo horario en el que la tienda vende sus productos (dígase, por ejemplo, el pollo se vende regularmente los lunes y jueves, aunque otros días de forma extraordinaria también venden el preciado producto), debemos incluir otro problema para aquellos que diariamente estamos aportando a la economía de nuestro país y que, de alguna manera y no sé cuál sería, se debe solucionar. Está en manos de los funcionarios del Gobierno de Marianao pensar y dar solución a este problema. Aunque en algún momento me llamaron para decir que estaban priorizando a los trabajadores, la prioridad no es tan real como cualquiera pudiera pensar, si consideramos que esta oportunidad la daban para comprar en estos días en que estaban laborando la mayoría de los trabajadores ordinarios de la ACLIFIM.
    En quinto lugar, concuerdo con que debe buscarse una solución a la diferencia de proporción en la cantidad de miembros entre las tres asociaciones. En estos momentos están más beneficiados los asociados de la ANCI y la ANSOC, que los miembros de la ACLIFIM que pasan de cinco en cinco, pero que dentro de esos cinco se incluyen un sillón de ruedas y un encamado, por lo que el número 10 de la cola pasa en la posición 16 y el 16 en la posición 46, imaginando que ese día se empiece por la ACLIFIM a escanear el carnet; en caso contrario esta posición es mayor. Y si a eso se le suman la cantidad de productos que entran a la tienda, el número 20 perfectamente puede quedarse, por ejemplo, sin el pollo que, en ocasiones y demasiado regular, llega para no más de 30 personas
    Yo en mis manos tengo los problemas y muchos coinciden con los planteados; otros no se han dicho. Tampoco entiendo la necesidad de escribir largas páginas de quejas con los problemas que suceden en la tienda habilitada para las PcD (pensando incluso en la situación económica por la que atraviesa nuestro país debido al injusto y brutal bloqueo económico y financiero de Estados Unidos, al que hemos estado sometidos hace más de 60 años), si no son discutidas en el justo marco donde deben ser analizadas.
    No es solo dar a conocer los problemas, sería necesario dar a conocer las soluciones que, después de este reportaje, el Gobierno de Marianao haya dado a los problemas planteados. Los que somos personas en situación de discapacidad estamos esperando por ellas para ver que, en este municipio en todo momento, a nosotros, las personas en situación de discapacidad, nos tienen en cuenta.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.

Te Recomendamos