Alejado del bullicio de la ciudad, el Jardín Botánico Nacional propicia una paz espiritual que brinda al visitante un paraíso tropical para la flora y la fauna. Investigadores de varias especialidades realizan una intensa labor científica y sus resultados han merecido importantes premios de la Academia de Ciencias de Cuba y la Unión Internacional de la Conservación de la Naturaleza.
En su aniversario 55 la institución se ratifica como sede principal de los estudios superiores de botánica y paisajismo, además de ser uno de los reservorios de material herbario más grandes del mundo con unas 478 hectáreas. En ellas convergen el sano esparcimiento y el aprendizaje, así como el estudio de las especies autóctonas, las plantas de interés económico y el avistamiento de aves. Este 24 de marzo, en ocasión de la apertura del Jardín Botánico Nacional a los públicos, se celebra el Día del Jardinero Botánico Cubano y no hay mejor forma de festejarlo que adentrándonos en sus innumerables colecciones y espacios paradisiacos.
Yasset Llerena Alfonso.
