Un símbolo cerca de las nubes

El Cristo de La Habana representa el Sagrado Corazón de Jesús. Está ubicado en la localidad habanera de Casablanca, en el municipio de Regla, desde el 25 de diciembre de 1958. Su autora es una de las más reconocidas artistas de la plástica de Cuba, Jilma Madera, quien cinceló la estatua en mármol blanco de Carrara, la que fue rellenada de concreto; su peso total es de 320 toneladas. Está compuesta por 67 piezas que fueron traídas desde Roma, Italia, donde la esculpió la artista y fue consagrada por el Papa Pío XII.

Al parecer, la escultura, de 24 metros de altura, bendice la ciudad; puede ser observada desde diferentes sitios de la capital cubana, desde los que se percibe la riqueza de una obra que manifiesta su interesante esplendor en diferentes horarios del día y estaciones del año.

Desde su posicionamiento se propicia la complacencia ante un símbolo ubicado cerca de las nubes. Disfrutar de esta egregia pieza enriquece la sapiencia acerca del valor antropológico de nuestra cultura para todos los tiempos.

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