Un toque de locura

El sueño no es fácil: ¿Dos medallas de oro en los Juegos Centroamericanos y del Caribe de 2023?


Hace ya muchos años, dentro de piscinas muy frías, que a la natación cubana la acompaña un toque de locura. Ese calificativo, en lenguaje popular, funciona para mostrar grandes sueños. Y hay más: hasta lo puso en su boca una entrenadora muy experimentada.

Luisa Mojarrieta, ex nadadora, y quien durante casi 14 años fue la jefa de los entrenadores del equipo nacional (2004-2018), ofreció -con su optimismo acostumbrado- valoraciones para los lectores de BOHEMIA.

Hasta nos hizo su pregunta:“¿Cómo se ve la revista..?”.

Una vez “semi aclarado” el punto, valgan las comillas, empezó a hablar con los ojos reflejando ilusiones:

“Tenemos muchas esperanzas que cuando llegue el cierre de la clasificación nos confirmen de ocho a diez nadadores a los Juegos Centroamericanos y del Caribe de San Salvador 2003, que serán del 23 de junio al 8 de julio”.

El propósito en ellos, por varias razones, es complicado:

“Nos mueve el deseo de construir la tan añorada medalla de oro a la que aspiramos para el relevo femenino de 4×200 metros estilo libre. Hay cuatro muchachas que nos hacen pensar en ello: Elisbet Games, Andrea Becali, Laurent Estrada y Lorena González”.

Siguieron brillándole los ojos:

“Nos queda claro que abriría Lorena y cerraría Elisbet. Nos falta definir quién sería la segunda y cual la tercera. Ello depende de aspectos técnicos-tácticos, esperando tener la posibilidad de medir cómo hacen los cambios. Desde 1995 no había un grupo así. Teníamos una quinta figura, Mayté González, quien en su mejor momento decidió concentrarse solo en una carrera universitaria, la de Diseño.

“Entonces nos dimos a la tarea de recuperar a Laurent, que acaba de hacer en el clasificatorio 2:07.8 minutos y pensamos que es el evento en que existen más posibilidades técnicas de mejoría. Esta chica es quien más distante está de la marca que necesitamos para cumplir este sueño: 2:04:05. Ha estado por 2:07 y creemos podrá bajar antes a 2:05”.

En todo ello resultaría muy importante un corto entrenamiento de altura en México, el cual se desarrollaba mientras tecleábamos; y la posible participación en dos etapas del Campeonato Marenostrum: Francia (13-14 de mayo) y España (17-18).

“Hablando de San Salvador 2003: México se encuentra muy bien, Colombia tiene figuras, y aspiramos también a medallas de plata con esas mismas mujeres en el 4×100 relevo libre”.

Llegó la hora entonces de lo individual:

“Elisbet estuvo en Tailandia en una beca de la Federación Internacional de Natación, la Fina. No quería ir. Ella confía mucho en mí. Logré convencerla de que fuera para que tuviera una piscina climatizada, ganara en alimentación, fuerza, y porque aquí no suele entrenarse en agosto por vacaciones escolares; después vienen los meses de frío y no tenemos calefacción. Estuvo ocho meses, desde el 13 de julio del 2022 hasta el 19 de marzo de 2023. Y regresó porque quiso, no porque la Fina le haya cerrado la beca.

“Tenemos que responderle. Ha dejado condiciones materiales, piscina, un buen equipo de entrenadores, competencias, hay que apoyarla como sistema. Ella se enferma mucho, ahora estuvo con fiebre y catarro”.

Los pensamientos llenos de esperanzas le revoloteaban:

“No creo seamos magos como entrenadores. Ella necesita un poco más de táctica en 200 metros libres, en los cuales quizás puede aspirar al oro individual, estilo que nadaría también en 100 y  400”.

Falcón (a la izquierda), el estadounidense Jeff Rousse, y Neisser Bent en el increíble podio de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. / trabajadores.cu

Duelo a la vista

En 200 se podría repetir un duelo de los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Barranquilla 2018.

Aquella vez, en dura porfía, ganó la bahamense Joanna Evans (1:58.03 minutos/Récord para los juegos), quedando segunda la cubana (1:58.55), y ambas dejaron más alejada a la mexicana Liliana Ibáñez (2:01.36), plata en los 50, y también bronce en los 100.

“Sería el gran duelo, en nivel técnico, de la natación de San Salvador 2023. Evans es muy fuerte. Pero Elisbet es una atleta experimentada que tiene una entrenadora medio loca. Sí deseo que Evans vaya. Ella, al exigirle a Elisbet, la podría ayudar a que bajara de los 1:58 y se acercara al 1:57 que piden para los Juegos Olímpicos de París 2024. Se batieron en Barranquilla. La diferencia fue de centésimas. Quisiera la revancha”.

El día de esta entrevista se encontraban con fiebre, seguro por la piscina fría, tres de las siete figuras principales: la propia Games, Andrea Becali y Maikol Rabí; Laurent Estrada tuvo que atenderse una afección en un oído…

Es un mal frecuente que no solo afecta a la salud, sino la posibilidad de mantener las cargas de entrenamientos.

Todo lo cual pone otra vez sobre el tapete la conveniencia o no de la polémica decisión, aunque argumentada desde varios ángulos, de trasladar en 2017 a los nadadores desde la histórica Escuela Marcelo Salado (en Miramar), convertida luego de una restauración en un círculo recreativo, hacia el Complejo Baraguá (La Habana del Este.).

En el Marcelo tampoco había climatización, tras poseerla durante un corto tiempo y hasta ser techada. Todo ello tras una candente entrevista al destacado nadador Pedro Hernández que publicamos en el periódico Granma en los primeros días de diciembre de 1986. Fue un buen resultado del periodismo: aquel mismo mes se comenzaron los trabajos planificados y no realizados durante años. No es lo único: ya no estaba en el cronograma para 1987.

Pero en ella se podían beneficiar al menos del sol, el mar y hasta de la pileta de la escuela Cesáreo Fernández.

Un recordatorio imprescindible (¡para animarnos!): seis años después del bombazo periodístico y el inicio de aquella climatización nuestra natación, recogiendo frutos, vivió su momento más encumbrado cuando dos cubanos ganaron medallas de plata y bronce en los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996. Sí, ¡todavía casi hay que pellizcarse para ver si fue verdad!: plata de Rodolfo Falcón y bronce de Neisser Bent (en los 100 espalda).

Es muy justo ahora mientras escribo no dejar de reconocerlo: la natación cubana le debe muchísimo a este matrimonio integrado por Falcón (grandísimo deportista/muy buen ex comisionado nacional/hombre de criterios), y Mojarrieta (entrenadora consagrada/soñadora/mujer también de criterios).

Y quiero recordarles por escrito, se cumplan o no esos sueños, que muchas veces los “medio locos” son quienes han impulsado a este planeta cada vez más complicado.


CRÉDITO PORTADA

Antes de salir para México (de izquierda a derecha): Lorena González, Laurent Estrada, Luisa Mojarrieta, Andrea Becali y Elisbet Games. / Cortesía de Luisa Mojarrieta.

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