Traiciones, debacles y mentiras matizaron las jornadas para la postulación de candidaturas de la derecha venezolana con vistas a los comicios del próximo 28 de julio

La derecha radical vuelve a tejer entramados falsos y tergiversados para incentivar un nuevo cerco mediático internacional y desprestigiar el verdadero modelo democrático de Venezuela. Hoy, desde esa oposición vergonzosa, intenta crear toda una campaña conspirativa y una matriz de opinión internacional dirigida sobre todo a empañar las elecciones presidenciales que la nación bolivariana celebrará el próximo 28 de julio.

Fácil ha sido desmontar línea por línea todo el entramado mediático que produjeron en torno al proceso de inscripción de las candidaturas opositoras, que tuvieron desde un aspirante fantasma hasta una octogenaria totalmente desconocida.

De camino a las generales del 28 de julio

La realidad es que en Venezuela 13 candidatos respaldados por 37 organizaciones políticas cumplieron con todos los requisitos legales y se inscribieron ante el Consejo Nacional Electoral (CNE) para optar por la presidencia de la República.

Del total de candidatos 12 (92 por ciento) pertenecen a factores de la oposición al Gobierno Bolivariano, así como a 26 de las 37 organizaciones políticas, es decir 70 por ciento.

El presidente y candidato a la reelección Nicolás Maduro Moros fue postulado por once 11 organizaciones políticas integrantes del Gran Polo Patriótico Simón Bolívar. El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) avaló la postulación de su candidato con las firmas de más de cuatro millones 500 mil simpatizantes, militantes y dirigentes de base, que realizaron asambleas consecutivas en todos los puntos del país donde la agrupación cuenta con estructuras organizativas que cubren todo el territorio nacional.

Todos los candidatos y organizaciones políticas se presentaron ante el CNE bajo las mismas condiciones, requisitos y lapsos, sin ningún impedimento para concretar su participación en el proceso electoral del 28 de julio de 2024.

Por la oposición participan organizaciones políticas de diverso origen y trayectoria: desde partidos como Acción Democrática y Copei, emblemas del antiguo régimen bipartidista, hasta nuevas alianzas como Fuerza Vecinal, surgida recientemente de la disidencia opositora frente a la extrema derecha nacional.

Candidatos ocultos, Corina Machado y la sustituta

El gran revuelo se abrió con la inscripción de los dos últimos candidatos de la oposición, Manuel Rosales, el gobernador del Estado Zulia, que se presentó a través de Un Nuevo Tiempo; y el del ex diplomático Edmundo González, representante sorpresa de la Plataforma Unitaria, otrora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).

Esa última inscripción fue la del cacareado y misterioso candidato número 13, que generó  importantes noticias, intrigas y traiciones entre las filas de las derechas. Un circo mal producido entre las 12 figuras provenientes de diversos espectros del antichavismo.

Este ejercicio de inscripción de candidatos tuvo como figura prominente a la inhabilitada María Corina Machado y su partido Vente Venezuela. La excandidata, que siempre apostó por el individualismo, y no por la democracia, como forma de manipular a gran parte de los seguidores de la oposición y ejecutar así sus planes desestabilizadores.

La ausencia de Corina Machado era un hecho consumado anteriormente, tras ser imposibilitada por los órganos judiciales pertinentes desde 2015, cuando ejercía como diputada a la Asamblea Nacional y aceptó ocupar un lugar como embajadora alterna del gobierno de Panamá en una sesión plenaria de la Organización de Estados Americanos. Desde allí, y como agente de un gobierno extranjero, pidió sanciones a Venezuela mediante la aplicación indebida de la Carta Democrática Interamericana.

Para ratificar la medida en su contra, en 2023 la Contraloría venezolana agregó que la fundadora del derechista Vente Venezuela fue parte de una trama de corrupción dirigida por el exdiputado Juan Guaidó, que derivó en el despojo de las compañías CITGO Petroleum y Monómeros, así como la confiscación de otros activos del país valorados en al menos 33 mil 500 millones de dólares, en el contexto de las sanciones impuestas por EE.UU.

Ante esa realidad, pretendieron continuar enrareciendo las elecciones con sus artimañas y, como no se le permitió, 48 horas antes del fin del plazo presentaron como candidata a Corina Yoris, alguien que no cumplía los requisitos necesarios para ofrecer una alternativa en la contienda electoral. La postulación de Corina Yoris, una catedrática de 80 años, ya estaba signada por la polémica, pues la propia oposición la catalogó como el «alter ego» de María Corina Machado y la fustigó por ello.

Esos procedimientos legales son hartos conocidos por la oposición, pero generaba la fake new necesaria para fomentar la falsa matriz de opinión que provocó además varios comunicados injerencistas de países de la región, del Gobierno de Estados Unidos y de la Unión Europea, quienes expresaron una “supuesta preocupación” sobre el hecho que los partidos políticos venezolanos no están representados.

En respuesta a esas preocupaciones, Venezuela y el mundo ya conoce el nombre de 12 dirigentes derechistas que irán a elecciones contra un único candidato inscrito por los partidos chavistas: Nicolás Maduro.