Ya casi gritamos… ¡Gooool!
Foto. / prensalatina.cu
Ya casi gritamos… ¡Gooool!
Foto. / prensalatina.cu

Ya casi gritamos… ¡Gooool!

El cercano domingo 20 arranca la Copa Mundial de Fútbol, el esperado súper evento. Y, por supuesto, tendrá espacios en nuestra centenaria revista.


Ahí vienen los apasionantes goles. El ya cercano domingo 20 de noviembre empieza la muy esperada Copa Mundial de Fútbol (en Catar, hasta el 18 de diciembre). Hay preguntas dando vueltas: ¿Qué equipo será campeón?

Entonces, como sucede cada cuatro años, se dirá que el mundo adoptó la forma de un balón.

Y eso no es más que una verdad a medias: ni siquiera la magia incomparable del fútbol (del cual se ha dicho que es el opio de los pueblos) puede hacer olvidar a muchos los grandes problemas que hoy afectan a nuestro planeta.

La Copa, por supuesto, trae para aficionados y periodistas muchísimos temas…

Se disparan recuerdos, y los míos no me pregunten la razón, pues no tengo una explicación, se han ido hasta la Copa Mundial de España 1982, la cual ni siquiera como la de Catar, es la última celebrada en un año terminado en 2. Luego vino la de Japón-Sudcorea 2002 (ganada por Brasil, al vencer 2-0 en la final al equipo de Alemania).

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El equipo de Italia fue el campeón mundial en España 1982. / as.com

Nostalgia

Vuelvo a España 1982 que, en mi caso, y sé que en el de muchos, es darle paso a la nostalgia, como hace un buen torero con el animal que lo embiste…

Quizás me llevó a ello, entre otras razones, que se cayeron dos pronósticos contundentes:

1.-Brasil, reconocido como el mejor equipo de ese mundial, no pudo ganar. Ni siquiera llegar a la final, en la cual una sorprendente Italia derrotó 3-1 a la República Federal Alemana, llevada de los goleadores pies de Paolo Rossi, quien fue el líder en ese departamento, con seis, uno de ellos en el último partido, y el mejor jugador.

Tele Santana, el director de los sudamericanos, parece haber estado convencido de que tenía al mejor equipo (Zico, el llamado Pelé Blanco; Sócrates, Falcao…). Y apostó a ello, y a la magia incomparable con un balón de los auriverdes (sé que no todos los lectores coincidirán con esta opinión, pero… ¿no tengo derecho también?).

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Paolo Rossi destrozó vaticinios en España 1982.

El sistema de entonces les permitía en el partido contra Italia lograr tan solo un empate. Lo tuvieron dos veces. Pero no apostaron conservarlo apegados con miedo a una fórmula conservadora, matemática, de computadora, tan de moda para el mal del fútbol. Siguieron el ataque. Y terminaron perdiendo, 3-2, pero fieles a lo que pensaban.

La buena imagen dejada por Brasil, que terminó quinto, incluyo llevarse el Premio al Juego Limpio (a la selección que menos amonestados tuvo y disputó la fase de eliminación, siempre que se haya pasado a segunda fase).

Y también colocó a cuatro jugadores en el Once Ideal: los defensas Luizinho y Júnior, y los mediocampistas Zico y Falcao.

2.-El argentino Diego Armando Maradona no pudo brillar al nivel esperado. El brasileño Pelé, quizás el más grande de todos los tiempos, ya retirado entonces, quizás vio en peligro que le opacara un poco su brillo. Y lo criticó. Entonces, con tintes de telenovela, El Pibe de Oro, que no se quedaba callado, le replicó: “Pelé debía cerrar un poco su boca, esa gran bocaza que posee”.

¡Goooool!

Vamos a ir cerrando el punto anterior:

1.-Los brasileños, máximos ganadores de toda la historia, con cinco copas levantadas, debieron tener para desquitarse una espera no demasiada larga, desde 1982 hasta 1994 (doce años), pues después lograron el éxito en la de Estados Unidos.

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Los brasileños llegan a este Mundial como los máximos ganadores de la historia. / Marca.com

2.-El desquite de Maradona fue más rápido: consiguió el máximo esplendor posible en la de México 1986 llevando su selección al triunfo, convertido en un súper héroe.

Bueno, estaban en el aire los ecos de la guerra de su país con Inglaterra, por lo de las Islas Malvinas.

Y en el juego contra ese país anotó uno de los goles más brillantes de toda la historia, y otro que bautizó “La Mano de Dios”.

En el primero de ellos recorrió 52 metros (¡más de la mitad de la cancha!), dio 44 pasos y 12 toques al balón con la zurda. Seis ingleses, entre jugadores de campo y arquero, quedaron vencidos.

Hubo hasta chistes, pues Héctor El Negro Enrique dijo:

“Con el pase que le di a Maradona, si no marcaba era para matarlo”.

Maradona, en su libro México 86, así ganamos la Copa, lo elogió: “Más allá del chiste, el pase del Negro fue fundamental. ¿Qué llega a pasar si la yerra medio metro? Yo no la hubiera recibido como la recibí y no hubiera podido girar como giré, para deshacerme de dos”.

Volvamos al presente: el telón de Catar ya casi se va a subir. Sí, gritemos… ¡Goooool! Pero sin pensar que el mundo es un balón de fútbol.

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