Foto. / tvyumuri.cu
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Diversos derroteros de una escena vital

Veintisiete años se cuentan rápido y sin rodeos en un colectivo que, con sabio ingenio, desde siempre rinde honores a su nombre y a la escena cubana en general. Vital Teatro es precisamente eso: energía, entrega y respeto por el arte de las tablas que se cuece y germina en esta tierra caribeña.

A lo largo de varios lustros ha destilado esfuerzos, intensas jornadas de trabajo, y no menos goces tras cada laurel, espectáculo, o simplemente por los aplausos que suscita tanto obstinado bregar en aras de la creación.

Fundado en mayo de 1995 por el actor y director Alejandro Palomino Infante, el grupo ha refrendado durante décadas la obra de notables autores foráneos y, con especial prioridad, la de los del patio.

Textos de Alberto Pedro, Amado del Pino, Arthur Miller, Friedrich Dürrenmatt, Ulises Rodríguez Febles, Abel González Melo, el propio líder de la agrupación (Palomino Infante), y otras figuras de relieve en la dramaturgia universal y local han sido llevados a las tablas de la mayor de las Antillas y a escenarios de España, Suecia, Francia e Italia.

Aun cuando es uno de los colectivos de primera línea más jóvenes en el panorama teatral cubano, cuenta con una nómina muy heterogénea y un promedio de edad elevado.

“Tenemos actores de una larga trayectoria, con muchos conocimientos y experiencia, como Félix Beatón, René de la Cruz, Nora Elena Rodríguez, Néstor Jímenez, Bárbaro Marín. Esa unión de distintas generaciones le ha venido muy bien al grupo para generar un ambiente de integración, polémica y colaboración, siempre en beneficio del teatro”, declaró Palomino recientemente, a la sazón de las acciones conmemorativas.

De modo que los veteranos comparten el difícil arte de hacer teatro, con figuras relativamente jóvenes de la talla de Mayelín Barquinero, Alina Molina, Enrique Bueno, y otros más nuevos, como Ernesto Tamayo o Arysleidis Fonseca, sin mencionar aquellos también noveles y/o consagrados que integran el equipo técnico.

Los montajes de Vital Teatro evidencian un exhaustivo trabajo del actor, sustentado en una coherente concepción escénica para reflexionar sobre preocupaciones y conflictos que desuelan o animan, alientan o frustran a las personas de todos los tiempos, del orbe y, especialmente, en Cuba.

Por lo general, exhiben una estética realista, capaz de dialogar –sin coqueteos fútiles– con el espectador contemporáneo. Ofrecen una mirada filosófica sobre el ser humano, mediante una indagación perspicaz y audaz en los ámbitos social y psicológico.

Recordadas son las puestas en escena de Panorama desde el puente, de Arthur Miller; Una cubana de altos coturnos y El cuento de Orestes, de Alejandro Palomino; Béisbol y Frida, yo soy María, de Ulises Rodríguez Febles; Mi socio manolo, de Eugenio Hernández Espinosa; así como Triángulo, En falso y Cuatro menos, las tres de Amado del Pino, con quien la agrupación tejió entrañables lazos de afecto y profesionalidad.

La literatura dramática universal ha sido llevada a escena por el colectivo, como esta puesta en escena de 2014: Panorama desde el puente, de Arthur Miller. / Ismael Almeida

“Vital Teatro es una familia, no solo porque ensaya en una casa, sino porque cuando tú llegas a ese lugar es una embajada del arte donde la gente se lleva muy bien”, ha confesado el dramaturgo, investigador y guionista Ulises Rodríguez Febles, quien empezó una relación de colaboración profesional con el grupo por mediación de otro grande de la dramaturgia y crítica cubanas: Amando del Pino.

“Es un colectivo donde se respira felicidad, algo que no siempre uno encuentra cuando labora en otros equipos. Esta no es una agrupación martirizada por las circunstancias, la gente ríe, hace cuentos, comparte, y eso en realidad se necesita. Así, el arte se convierte en un espacio de confraternidad, de amistad”, enfatiza Rodríguez Febles, también director de la Casa de la Memoria Escénica (CME) y autor de piezas notables como El Concierto, La Ventana Tejida, Huevos, Carnicería, algunas de ellas estrenadas en otras latitudes y, en general, llevadas a escena por diferentes colectivos antillanos.

De vuelta a la escena

La covid 19 impuso a Vital Teatro un estilo de trabajo distinto, del que no escapó la mayoría de los teatristas en el mundo. El prolongado aislamiento complejizó las posibilidades de creación y generó procesos dilatados que duraron poco más de dos años.

“Resultó muy complicado armonizar cada faena; llegó un momento en el que debimos confinarnos y seguir a través de las redes. Tuvimos la gran ayuda de Ulises, quien pensó y confió en nosotros cuando escribió Cuarentena”, devela Palomino Infante acerca de la más reciente propuesta de la agrupación, cuyo estreno se pospuso en dos ocasiones debido a las condiciones impuestas por la pandemia.

Alejandro Palomino Infante (a la derecha) y Ulises Rodríguez Febles ofrecen pormenores sobre el trabajo conjunto sostenido en estos meses. / Maya Quiroga Paneque

Los procesos de trabajo asumidos por el grupo –“aunque muchas veces sean agónicos”, como los califica el propio director–, se concretan más o menos en el plazo de unos ocho meses, en dependencia de la dinámica que sea capaz de sostener el actor; sin embargo, montar en tales circunstancias sirvió, además, para crecer en ideas y proyectos sugerentes.

Durante este período de duro y continuado trajinar también afinaron el tiro en otros textos que, como Cuarentena, cargaron con la agudización de los problemas en materia de producción, por las obvias y conocidas razones económicas. Es el caso de Meseras, de Alejandro Palomino, la cual se prevé sea estrenada a finales de septiembre.   

Al decir de este creador, el enfoque principal “ha estado en priorizar el rol del actor en el momento actual; qué significa para nosotros estar en un escenario y sobre cuáles asuntos dialogar con el público.

“Indagamos e insistimos en cómo se va a producir el intercambio con el espectador y en que el resultado de ese debate sea estimulante y enriquecedor para todos; este será el comportamiento de los espectáculos de la presente temporada de conmemoraciones”.

Cuarentena, primera obra cubana con el tema de la pandemia, lleva implícito el merecido homenaje a los médicos cubanos y del orbe. / Maya Quiroga Paneque
Meseras será estrenada a finales de septiembre en la sala Adolfo Llauradó, de la Casona de Línea. / Maya Quiroga Paneque

Otras invitaciones

Desde hace un tiempo Vital Teatro sostiene una relación sinérgica con la Casa de la Memoria Escénica, institución encargada de atesorar, conservar, proteger y difundir el patrimonio histórico documental sobre el acontecer escénico matancero y cubano; hasta allí, en meses alternos y de manera permanente, llegan en calidad de invitados los integrantes del colectivo habanero.

En esta comunión de propósitos e intereses, se ha articulado un proyecto de investigación sobre la dramaturgia cubana, el cual tiene grandes expectativas y aunque todavía se halla en ciernes, ya se advierten logros valiosos a partir de indagaciones y propuestas sobre la obra de Abelardo Estorino, Albio Paz, Amado del Pino, el propio Rodríguez Febles. En aquel recinto ha nacido Dramaturgia Vital, espacio con carácter bimestral para discutir y promover la literatura dramática antillana.

“Cada dos meses, el público puede ver en escena alguna de las obras de los autores seleccionados. Es un encuentro, al estilo de los cafés, que ha funcionado muy bien y tiene muchos seguidores”, destaca Ulises Rodríguez Febles sobre la cita teatral en la Atenas de Cuba que difunde la obra de importantes autores contemporáneos y del siglo XIX.

Además de los estrenos de Cuarentena y Meseras, la tropa de Vital Teatro prepara los espectáculos Emilia habla a los que no la escuchan (sobre la insigne patriota cubana Emilia Teurbe Tolón), de Rodríguez Febles, y En algún lugar del mundo, de Abel González Melo, “texto súper inquietante”, asegura Alejandro Palomino.

Según sus palabras, “si se quiere sobrevivir a las condiciones que está enfrentando la cultura tiene que haber un dialogo honesto, con una polémica sostenida, eso es lo que nosotros estamos tratando de respetar y de alcanzar en el grupo y con nuestros espectáculos”.

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